Del virus que no afloja a las PASO de agosto

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09 ENE 2021 - 20:29 | Actualizado

El paso atrás que hubo que dar para intentar controlar la explosión de la segunda ola de contagios de Covid no será gratuito. Hoy se cumplen exactamente siete meses desde la primera muerte por coronavirus en Chubut. Desde entonces han pasado 214 días y la cifra de víctimas fatales se elevó a 600. Es decir, casi tres muertes por día a causa de la pandemia.

Actualmente siguen habiendo unos 4.500 casos activos, de los cuales 150 están internados y 60 de ellos con alto riesgo de muerte.

Así expuestas parecen cifras aisladas. Pero no son más es el resultado de una pandemia que casi no dio respiro y que se volvió a disparar en las últimas semanas por la imprudencia y la falta de empatía de una parte de la sociedad.

Acostumbrados a politizar todo, los argentinos –los chubutenses no son la excepción- le ponen y le sacan camisetas a un virus que no para de hacerse un festín con los imprudentes mientras se sigue llevando a los inocentes cuyo único pecado es sufrir enfermedades prexistentes.

No habrá decreto ni detenciones nocturnas que alcancen para parar esta marea. No si antes no hay una actitud colectiva que ayude a frenar los contagios hasta que la vacuna haga su trabajo.

Gobernar de a dos

En el caso de Chubut, en donde hay que seguir subiendo la escalera desde el quinto subsuelo, la crisis sanitaria es un lastre más para la pesada mochila que hay que seguir cargando.

La licencia del gobernador Mariano Arcioni –que reasumirá mañana- puso en actividad plena a su vice, Ricardo Sastre, que no se tomó el traspaso de mando como una formalidad y en dos semanas se movió intensamente por los pasillos y despachos de la Casa de Gobierno.

Reuniones con ministros del Poder Ejecutivo; encuentro con la cúpula del Poder Judicial; visitas a intendentes; videoconferencias con el Presidente de la Nación; y una reunión con el principal gremio de trabajadores estatales (ATE), que incluyó felicitaciones por su cumpleaños, adelanto en el pago de sueldos atrasados de jubilados y una charla cara a cara con trabajadores a las puertas de la Casa de Gobierno. Hasta las vallas que cercaban la Peatonal Fontana desaparecieron en la breve “gestión Sastre”.

El vicegobernador volverá mañana a sus funciones habituales y Arcioni a las suyas. Aunque parezca ilusorio, si se decidieran a gobernar en tándem, que es para lo que la mayor parte del electorado los eligió hace menos de dos años, las cosas podrían ser diferentes.

De ambos lados señalan al otro bando a la hora de explicar por qué las cosas no funcionaron y difícilmente funcionen si no hay acuerdos de fondo.

Por si no lo saben, aún quedan tres años de Gobierno.

La hora de elegir

En medio de este panorama se está a siete meses de un nuevo turno electoral. El plan de la mayoría de los gobernadores de pedirle al Gobierno nacional la suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) incluyó un proyecto de ley que ingresó el 11 de diciembre pasado al Congreso, pero a este ritmo parece improbable que pueda avanzar. El principal escollo es una regla implícita de la Ley Electoral que impide modificaciones en año de elecciones.

En este contexto, en Chubut hay todo tipo de especulaciones, más allá de que haya o no PASO. Hay algo seguro: el Gobierno nacional necesita retener las tres bancas de senadores que se pondrán en juego (además, se renovarán dos lugares en la Cámara de Diputados) y para que eso suceda el peronismo chubutense debe alinearse con la Casa Rosada y el Gobierno provincial debe encaminar una solución al tema salarial para que sus candidatos tengan chances de competir por una o dos de esas bancas.

Carlos Linares y Nancy González picaron en punta pero saben que dependerán de la anuencia de los líderes del Frente de Todos a nivel nacional para pasar el “filtro”. La actual senadora que busca la reelección cuenta con un apoyo de peso: la vicepresidenta Cristina Fernández, que inclusive quiere que sea la cabeza la lista.

Uno de los que dejará su banca y no piensa repetir es Juan Mario Pais, un histórico del Congreso que –dicen algunos- anunció a sus íntimos que se retira de la política en diciembre. El que aspira a repetir es Alfredo Luenzo, al que le cupo un buen desempeño en la Cámara Alta, Aunque llegó de la mano del dasnevismo, hace tiempo se alineó al Frente de Todos.

El Gobierno nacional también pretende que el Chusoto –¿en alianza con el Frente Renovador de Sergio Massa?- presente su propia lista y luche por ocupar bancas en desmedro del macrismo. Aceptan que el PJ y el Chusoto puedan seguir teniendo gruesas diferencias puertas adentro de la provincia pero saben que sus legisladores nacionales confluirán en un bloque oficialista fuerte en el Senado.

No son pocos los que quieren que Ricardo Sastre juegue un papel preponderante en las parlamentarias de este año. De regreso en el PJ, el vicegobernador podría pelear por un lugar. Aunque otros no descartan tenerlo en una lista alternativa. Sastre tiene buena llegada con varios hombres fuertes del Gobierno nacional y más de uno le dijo que les gustaría tenerlo en el Congreso.

El arcionismo también mueve fichas. En los últimos días, el nombre del ministro de Seguridad, Federico Massoni, llegó a varios paredones de Trelew como posible aspirante a una senaduría por la lista oficialista. Hace más tiempo, desde la propia Casa Rosada, preguntaron por Fabián Puratich, el ministro de Salud que a pesar de las vicisitudes de la pandemia logró redondear una buena imagen en la gente.

Los terceros en discordia son la UCR y el PRO. Nadie sabe aún si seguirán intentando seguir adelante con la desvencijada alianza llamada ahora “Juntos por el Cambio” y antes “Cambiemos”. Dicho sea de paso, en cinco años no cambiaron nada.

El histórico Mario Cimadevilla tiene ganas de jugar pero recuperando la vieja “Lista 3” de la UCR. El actual diputado Gustavo Menna, que debe dejar su banca de diputado nacional, también aspira a llegar al Senado. El PRO, monopolizado por Ignacio “Nacho” Torres (al que le quedan dos años como diputado), no quieren ceder terreno.

El tablero empieza a conformarse. En pocos meses asomarán los candidatos y las dudas empezarán a despejarse.#

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09 ENE 2021 - 20:29

El paso atrás que hubo que dar para intentar controlar la explosión de la segunda ola de contagios de Covid no será gratuito. Hoy se cumplen exactamente siete meses desde la primera muerte por coronavirus en Chubut. Desde entonces han pasado 214 días y la cifra de víctimas fatales se elevó a 600. Es decir, casi tres muertes por día a causa de la pandemia.

Actualmente siguen habiendo unos 4.500 casos activos, de los cuales 150 están internados y 60 de ellos con alto riesgo de muerte.

Así expuestas parecen cifras aisladas. Pero no son más es el resultado de una pandemia que casi no dio respiro y que se volvió a disparar en las últimas semanas por la imprudencia y la falta de empatía de una parte de la sociedad.

Acostumbrados a politizar todo, los argentinos –los chubutenses no son la excepción- le ponen y le sacan camisetas a un virus que no para de hacerse un festín con los imprudentes mientras se sigue llevando a los inocentes cuyo único pecado es sufrir enfermedades prexistentes.

No habrá decreto ni detenciones nocturnas que alcancen para parar esta marea. No si antes no hay una actitud colectiva que ayude a frenar los contagios hasta que la vacuna haga su trabajo.

Gobernar de a dos

En el caso de Chubut, en donde hay que seguir subiendo la escalera desde el quinto subsuelo, la crisis sanitaria es un lastre más para la pesada mochila que hay que seguir cargando.

La licencia del gobernador Mariano Arcioni –que reasumirá mañana- puso en actividad plena a su vice, Ricardo Sastre, que no se tomó el traspaso de mando como una formalidad y en dos semanas se movió intensamente por los pasillos y despachos de la Casa de Gobierno.

Reuniones con ministros del Poder Ejecutivo; encuentro con la cúpula del Poder Judicial; visitas a intendentes; videoconferencias con el Presidente de la Nación; y una reunión con el principal gremio de trabajadores estatales (ATE), que incluyó felicitaciones por su cumpleaños, adelanto en el pago de sueldos atrasados de jubilados y una charla cara a cara con trabajadores a las puertas de la Casa de Gobierno. Hasta las vallas que cercaban la Peatonal Fontana desaparecieron en la breve “gestión Sastre”.

El vicegobernador volverá mañana a sus funciones habituales y Arcioni a las suyas. Aunque parezca ilusorio, si se decidieran a gobernar en tándem, que es para lo que la mayor parte del electorado los eligió hace menos de dos años, las cosas podrían ser diferentes.

De ambos lados señalan al otro bando a la hora de explicar por qué las cosas no funcionaron y difícilmente funcionen si no hay acuerdos de fondo.

Por si no lo saben, aún quedan tres años de Gobierno.

La hora de elegir

En medio de este panorama se está a siete meses de un nuevo turno electoral. El plan de la mayoría de los gobernadores de pedirle al Gobierno nacional la suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) incluyó un proyecto de ley que ingresó el 11 de diciembre pasado al Congreso, pero a este ritmo parece improbable que pueda avanzar. El principal escollo es una regla implícita de la Ley Electoral que impide modificaciones en año de elecciones.

En este contexto, en Chubut hay todo tipo de especulaciones, más allá de que haya o no PASO. Hay algo seguro: el Gobierno nacional necesita retener las tres bancas de senadores que se pondrán en juego (además, se renovarán dos lugares en la Cámara de Diputados) y para que eso suceda el peronismo chubutense debe alinearse con la Casa Rosada y el Gobierno provincial debe encaminar una solución al tema salarial para que sus candidatos tengan chances de competir por una o dos de esas bancas.

Carlos Linares y Nancy González picaron en punta pero saben que dependerán de la anuencia de los líderes del Frente de Todos a nivel nacional para pasar el “filtro”. La actual senadora que busca la reelección cuenta con un apoyo de peso: la vicepresidenta Cristina Fernández, que inclusive quiere que sea la cabeza la lista.

Uno de los que dejará su banca y no piensa repetir es Juan Mario Pais, un histórico del Congreso que –dicen algunos- anunció a sus íntimos que se retira de la política en diciembre. El que aspira a repetir es Alfredo Luenzo, al que le cupo un buen desempeño en la Cámara Alta, Aunque llegó de la mano del dasnevismo, hace tiempo se alineó al Frente de Todos.

El Gobierno nacional también pretende que el Chusoto –¿en alianza con el Frente Renovador de Sergio Massa?- presente su propia lista y luche por ocupar bancas en desmedro del macrismo. Aceptan que el PJ y el Chusoto puedan seguir teniendo gruesas diferencias puertas adentro de la provincia pero saben que sus legisladores nacionales confluirán en un bloque oficialista fuerte en el Senado.

No son pocos los que quieren que Ricardo Sastre juegue un papel preponderante en las parlamentarias de este año. De regreso en el PJ, el vicegobernador podría pelear por un lugar. Aunque otros no descartan tenerlo en una lista alternativa. Sastre tiene buena llegada con varios hombres fuertes del Gobierno nacional y más de uno le dijo que les gustaría tenerlo en el Congreso.

El arcionismo también mueve fichas. En los últimos días, el nombre del ministro de Seguridad, Federico Massoni, llegó a varios paredones de Trelew como posible aspirante a una senaduría por la lista oficialista. Hace más tiempo, desde la propia Casa Rosada, preguntaron por Fabián Puratich, el ministro de Salud que a pesar de las vicisitudes de la pandemia logró redondear una buena imagen en la gente.

Los terceros en discordia son la UCR y el PRO. Nadie sabe aún si seguirán intentando seguir adelante con la desvencijada alianza llamada ahora “Juntos por el Cambio” y antes “Cambiemos”. Dicho sea de paso, en cinco años no cambiaron nada.

El histórico Mario Cimadevilla tiene ganas de jugar pero recuperando la vieja “Lista 3” de la UCR. El actual diputado Gustavo Menna, que debe dejar su banca de diputado nacional, también aspira a llegar al Senado. El PRO, monopolizado por Ignacio “Nacho” Torres (al que le quedan dos años como diputado), no quieren ceder terreno.

El tablero empieza a conformarse. En pocos meses asomarán los candidatos y las dudas empezarán a despejarse.#


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