Tras reestructurar, Chubut deberá pagar en 2021 U$S 14,5 millones por trimestre del Bocade

De este modo a lo largo de este año se ahorrará casi dos masas salariales, para aliviar las arcas provinciales, bajar el déficit y comenzar a saldar la deuda salarial con los empleados estatales. En el informe el flujo de fondos que afrontará el Gobierno Provincial trimestralmente de acá hasta 2030.

Ministro de Economía Antonena.
16 ENE 2021 - 18:44 | Actualizado

El anuncio de la reestructuración de la deuda sobre finales de 2020 permite al Gobierno Provincial proyectar un 2021 diferente, con un alivio importante sobre las estresadas arcas públicas y con mayor margen de maniobra quizás para comenzar a activar el plan de obra pública. Pero fundamentalmente para comenzar a ponerse al día con los sueldos.

Más allá que desde noviembre se viene pagando una masa salarial completa (ronda los $ 5.200 millones), también es cierto que aún se deben algunos meses a los trabajadores de la administración pública provincial, además del aguinaldo del mes de diciembre. La apuesta es que para el primer cuatrimestre de este año ya se puedan saldar todas las deudas salariales. Para poder “comenzar de nuevo”.

Uno de los principales argumentos tiene que ver con el reperfilamiento del bono de los U$S 650 millones (BOCADE), cuyo plazo se extendió hasta 2030, pero que fundamentalmente dio oxígeno de acá hasta fines de 2023, con pagos por debajo de lo que se venían haciendo hasta el año pasado. Con una amortización y tasas de interés que eran difícil sostener sin pensar en una nueva crisis de deuda en el corto plazo.

El Económico accedió al esquema de flujos financieros que habrá trimestre por trimestre de acá a 2030. En base a la última contrapropuesta realizada por la provincia y que fue aceptada por más del 90% de los acreedores.

Desde fines de 2020, con las primera amortización de capital del Bocade, se pagaron 39 millones de dólares, con la garantías de las regalías. A partir de 2021, se matenderá el esquema de pagos trimestrales, pero con la gran diferencia que los desembolsos serán mucho menores. Los meses de pago seguirán siendo enero, abril, julio y octubre. Pero en lugar de 39 millones de dólares, a lo largo de este año se pagarán trimestralmente U$S 14,5 millones, unos U$S 24,5 millones menos que un año atrás.

Y esto implica además, si se anualiza cerca de $ 9.800 millones menos de fondos destinados a la deuda, lo que equivale a casi dos masas salariales completas.

Para el 21 de enero de este año, en unos pocos días, será el primer vencimiento: unos U$S 14.592.500. En abril U$S 14.531.660, en julio U$S 14.470.820 y en octubre U$S 14.409.980. De esos desembolsos, sólo U$S 3.380.000 corresponderán a la amortización (capital) trimestral y la otra parte son intereses.

Para 2022, los pagos trimestrales rondarán entre los U$S 21 millones y los U$S 21,5 millones. Mientras que para 2023, se ubicarán entre los 29,5 y los 30 millones de dólares.

Desde 2024, cuando se invierte la curva de la deuda y la Provincia comienza a desembolsar más que en el esquema original del bono, los pagos serán de entre U$S 32,5 millones y U$S 33,9 millones.

Para 2025, los pagos serán en enero de U$S 32 millones, de U$S 31,5 millones en abril, U$S 31 millones en julio y U$S 30,6 millones en octubre. En 2026, cuando vencía el anterior circuito, se abonarán entre 28 y 30 millones de dólares por trimestre.

Durante 2027, habrá vencimientos por el Bocade entre los U$S 26,8 millones y U$S 28,2 millones. Con una amortización ya a esta altura mucho más importante que los intereses.

El 2028 será el último año con vencimientos “pesados”, que rondarán entre los U$S 21 millones y U$S 24,7 por trimestre. Ya para 2029 habrá una baja abrupta, con pagos de U$S 2,5 millones. Y 2030, el último año de pago del Bocade con U$S 1,5 millones por trimestre hasta julio.

El Gobierno ahorrará U$S 169 millones hasta 2023. Pero, con la curva de la deuda creciendo a partir del 2024, al final del proceso (2030), se terminarán de pagar U$S 91 millones adicionales respecto al esquema original.

Sin baja de capital

Una de las cuestiones que algunos analistas salieron a cuestionarle al Gobierno es la no baja del capital a pagar en el marco del refinanciamiento de la deuda. Desde Economía, responden a ello que en realidad la respuesta está en la garantía de las regalías. “No admite quitas”. La seguridad que hay detrás del crudo, hace que así como es un sólido argumento a la hora de ir a buscar deuda, sea un elemento de igual peso a la hora de no resignar por parte de los tenedores de deuda.

Y como muestra de éxito, también enfocan en las dificultades que están atravesando otras provincias como Entre Ríos, donde la no aceptación por parte de los acreedores puede derivar en un default. Un camino por el cual camina también y sobre la cornisa la provincia de Córdoba.

El equipo económico remarca “el máximo ahorro acumulado para la Provincia con el bono renegociado se produce en el año 2023. Este ahorro se debe principalmente al alivio en los pagos de capital: en lugar de amortizarse unos u$S 325 millones entre 2021 y 2023, con la nueva estructura se cancelan unos u$s 131 millones de capital”.

Explican que “la reestructuración del bono ha sido conveniente para ambas partes. Por un lado, la Provincia ha obtenido un importante alivio financiero en los próximos años lo que le permitirá encarar el ordenamiento de la situación fiscal. Desde el punto de vista de los acreedores, entienden que la situación de la provincia es en extremo delicada en el presente y que sin alivio la misma no puede hacer frente a los cambios estructurales necesarios lo que, en última instancia, podría poner en riesgo sus activos”.

Quienes cuestionan el proceso de renegociación, remarcan que, si bien hay un alivio hasta 2023, es en las próximas gestiones donde habrá una mayor presión en las finanzas y no descartan que ello provoque una nueva crisis de deuda.

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Ministro de Economía Antonena.
16 ENE 2021 - 18:44

El anuncio de la reestructuración de la deuda sobre finales de 2020 permite al Gobierno Provincial proyectar un 2021 diferente, con un alivio importante sobre las estresadas arcas públicas y con mayor margen de maniobra quizás para comenzar a activar el plan de obra pública. Pero fundamentalmente para comenzar a ponerse al día con los sueldos.

Más allá que desde noviembre se viene pagando una masa salarial completa (ronda los $ 5.200 millones), también es cierto que aún se deben algunos meses a los trabajadores de la administración pública provincial, además del aguinaldo del mes de diciembre. La apuesta es que para el primer cuatrimestre de este año ya se puedan saldar todas las deudas salariales. Para poder “comenzar de nuevo”.

Uno de los principales argumentos tiene que ver con el reperfilamiento del bono de los U$S 650 millones (BOCADE), cuyo plazo se extendió hasta 2030, pero que fundamentalmente dio oxígeno de acá hasta fines de 2023, con pagos por debajo de lo que se venían haciendo hasta el año pasado. Con una amortización y tasas de interés que eran difícil sostener sin pensar en una nueva crisis de deuda en el corto plazo.

El Económico accedió al esquema de flujos financieros que habrá trimestre por trimestre de acá a 2030. En base a la última contrapropuesta realizada por la provincia y que fue aceptada por más del 90% de los acreedores.

Desde fines de 2020, con las primera amortización de capital del Bocade, se pagaron 39 millones de dólares, con la garantías de las regalías. A partir de 2021, se matenderá el esquema de pagos trimestrales, pero con la gran diferencia que los desembolsos serán mucho menores. Los meses de pago seguirán siendo enero, abril, julio y octubre. Pero en lugar de 39 millones de dólares, a lo largo de este año se pagarán trimestralmente U$S 14,5 millones, unos U$S 24,5 millones menos que un año atrás.

Y esto implica además, si se anualiza cerca de $ 9.800 millones menos de fondos destinados a la deuda, lo que equivale a casi dos masas salariales completas.

Para el 21 de enero de este año, en unos pocos días, será el primer vencimiento: unos U$S 14.592.500. En abril U$S 14.531.660, en julio U$S 14.470.820 y en octubre U$S 14.409.980. De esos desembolsos, sólo U$S 3.380.000 corresponderán a la amortización (capital) trimestral y la otra parte son intereses.

Para 2022, los pagos trimestrales rondarán entre los U$S 21 millones y los U$S 21,5 millones. Mientras que para 2023, se ubicarán entre los 29,5 y los 30 millones de dólares.

Desde 2024, cuando se invierte la curva de la deuda y la Provincia comienza a desembolsar más que en el esquema original del bono, los pagos serán de entre U$S 32,5 millones y U$S 33,9 millones.

Para 2025, los pagos serán en enero de U$S 32 millones, de U$S 31,5 millones en abril, U$S 31 millones en julio y U$S 30,6 millones en octubre. En 2026, cuando vencía el anterior circuito, se abonarán entre 28 y 30 millones de dólares por trimestre.

Durante 2027, habrá vencimientos por el Bocade entre los U$S 26,8 millones y U$S 28,2 millones. Con una amortización ya a esta altura mucho más importante que los intereses.

El 2028 será el último año con vencimientos “pesados”, que rondarán entre los U$S 21 millones y U$S 24,7 por trimestre. Ya para 2029 habrá una baja abrupta, con pagos de U$S 2,5 millones. Y 2030, el último año de pago del Bocade con U$S 1,5 millones por trimestre hasta julio.

El Gobierno ahorrará U$S 169 millones hasta 2023. Pero, con la curva de la deuda creciendo a partir del 2024, al final del proceso (2030), se terminarán de pagar U$S 91 millones adicionales respecto al esquema original.

Sin baja de capital

Una de las cuestiones que algunos analistas salieron a cuestionarle al Gobierno es la no baja del capital a pagar en el marco del refinanciamiento de la deuda. Desde Economía, responden a ello que en realidad la respuesta está en la garantía de las regalías. “No admite quitas”. La seguridad que hay detrás del crudo, hace que así como es un sólido argumento a la hora de ir a buscar deuda, sea un elemento de igual peso a la hora de no resignar por parte de los tenedores de deuda.

Y como muestra de éxito, también enfocan en las dificultades que están atravesando otras provincias como Entre Ríos, donde la no aceptación por parte de los acreedores puede derivar en un default. Un camino por el cual camina también y sobre la cornisa la provincia de Córdoba.

El equipo económico remarca “el máximo ahorro acumulado para la Provincia con el bono renegociado se produce en el año 2023. Este ahorro se debe principalmente al alivio en los pagos de capital: en lugar de amortizarse unos u$S 325 millones entre 2021 y 2023, con la nueva estructura se cancelan unos u$s 131 millones de capital”.

Explican que “la reestructuración del bono ha sido conveniente para ambas partes. Por un lado, la Provincia ha obtenido un importante alivio financiero en los próximos años lo que le permitirá encarar el ordenamiento de la situación fiscal. Desde el punto de vista de los acreedores, entienden que la situación de la provincia es en extremo delicada en el presente y que sin alivio la misma no puede hacer frente a los cambios estructurales necesarios lo que, en última instancia, podría poner en riesgo sus activos”.

Quienes cuestionan el proceso de renegociación, remarcan que, si bien hay un alivio hasta 2023, es en las próximas gestiones donde habrá una mayor presión en las finanzas y no descartan que ello provoque una nueva crisis de deuda.


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