Río Negro: el final inédito de un fallo judicial

“Un beso enorme” escribió una jueza para que la nena de 12 años a la que benefició en una adopción comprenda los alcances de la resolución.

23 ENE 2021 - 20:34 | Actualizado

Por Carlos Guajardo /Especial para Jornada

Estamos muy felices de haberte conocido y nos pone muy contentos que (…) hayan formado esa hermosa familia, sabemos que te quieren muchísimo y vos a ellos y que te van a cuidar y amar siempre. Cualquier cosa que necesites podés pedir hablar conmigo, si tenés alguna duda o querés preguntarme algo. Te mando un beso enorme”.

No es un mensaje de amor hacia una niña. Esta frase pertenece a una jueza de familia que tuvo que actuar en un caso de adopción de una niña de 12 años. Un texto que no tiene antecedentes en cuanto a escritos de fallos judiciales, generalmente técnicos y rodeados de términos legales que justifiquen la decisión de un juez o de un tribunal.

Pero este fallo es totalmente distinto. Y así lo entendió quien lo redactó para hacerle más simple su entendimiento a la destinataria. Así termina una sentencia de adopción escrita para que sea comprendida por una niña de 12 años que se integró como hija adoptiva de una pareja de una región patagónica. La sentencia dictada por el Juzgado de Familia Número 16 de Roca aceptó otro pedido de la niña: conservar su apellido paterno y continuar en contacto con su papá biológico. Algo que tampoco es muy común cuando se produce una adopción aunque ese sea el deseo del principal protagonista de la historia.

“El trámite de adopción comenzó en plena pandemia. La niña estaba viviendo en guarda con fines adoptivos con la pareja desde octubre de 2019 y durante esos meses se trabajó en la vinculación, el acompañamiento y la evaluación de la convivencia, hasta concluir, recientemente, que todas las condiciones estaban dadas para autorizar la adopción”, señaló mediante un comunicado el Poder Judicial de Río Negro. Al final de la sentencia la jueza explicó la decisión a la niña en un párrafo especialmente dedicado a ella.

“Llegó el momento de definir si querías que sean tu mamá y tu papá para siempre. Como me dijiste en la charla que tuvimos hace unos días, vos querés que ellos sean tus papás, aunque también querés seguir viendo a (el padre biológico) y por ahora querés seguir llevando su apellido. Por eso, con esta nota que se llama sentencia, vamos a hacer lo que me pediste (…). También te cuento que si en algún momento querés cambiar el apellido y llevar el de tus papás, me avisás y lo podemos hacer. Por último, quiero que sepas que quienes estuvimos acompañándote en todo este camino estamos muy felices de haberte conocido”, indicó la sentencia.

En febrero del año pasado, una jueza de Tucumán había emitido un fallo similar sobre la custodia de una menor. En un apartado se había ocupado de explicarle a la niña en qué consistía la sentencia.

“Juli, tenés razón cuando decís que no querés elegir entre tus dos papás. Tenés derecho a conservar a los dos: al papá Roberto y al papito Jorge. También tenés razón al no permitir a los grandes que te exijan ese tipo de elección. No hay nada que elegir”, señaló en una parte del texto emitido el 7 de febrero del 2020. Más que el fallo, el texto del mismo tuvo una gran repercusión no solo en Río Negro (provincia donde se produjo) sino también en otras partes del país. Sin antecedentes pero justificado. Al fin y al cabo tenía una sola destinataria y el fallo hacía lugar a sus pedidos. Sobre todo de elegir que vida y que vínculos quería para ella después de haber conseguido el aval para el trámite de adopción. Estos fallos son un ejemplo de cómo la Justicia puede emitir textos comprensibles para las distintas personas involucradas en este tipo situaciones que en general tardan años y en muchos de los casos no tienen el final deseado.

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23 ENE 2021 - 20:34

Por Carlos Guajardo /Especial para Jornada

Estamos muy felices de haberte conocido y nos pone muy contentos que (…) hayan formado esa hermosa familia, sabemos que te quieren muchísimo y vos a ellos y que te van a cuidar y amar siempre. Cualquier cosa que necesites podés pedir hablar conmigo, si tenés alguna duda o querés preguntarme algo. Te mando un beso enorme”.

No es un mensaje de amor hacia una niña. Esta frase pertenece a una jueza de familia que tuvo que actuar en un caso de adopción de una niña de 12 años. Un texto que no tiene antecedentes en cuanto a escritos de fallos judiciales, generalmente técnicos y rodeados de términos legales que justifiquen la decisión de un juez o de un tribunal.

Pero este fallo es totalmente distinto. Y así lo entendió quien lo redactó para hacerle más simple su entendimiento a la destinataria. Así termina una sentencia de adopción escrita para que sea comprendida por una niña de 12 años que se integró como hija adoptiva de una pareja de una región patagónica. La sentencia dictada por el Juzgado de Familia Número 16 de Roca aceptó otro pedido de la niña: conservar su apellido paterno y continuar en contacto con su papá biológico. Algo que tampoco es muy común cuando se produce una adopción aunque ese sea el deseo del principal protagonista de la historia.

“El trámite de adopción comenzó en plena pandemia. La niña estaba viviendo en guarda con fines adoptivos con la pareja desde octubre de 2019 y durante esos meses se trabajó en la vinculación, el acompañamiento y la evaluación de la convivencia, hasta concluir, recientemente, que todas las condiciones estaban dadas para autorizar la adopción”, señaló mediante un comunicado el Poder Judicial de Río Negro. Al final de la sentencia la jueza explicó la decisión a la niña en un párrafo especialmente dedicado a ella.

“Llegó el momento de definir si querías que sean tu mamá y tu papá para siempre. Como me dijiste en la charla que tuvimos hace unos días, vos querés que ellos sean tus papás, aunque también querés seguir viendo a (el padre biológico) y por ahora querés seguir llevando su apellido. Por eso, con esta nota que se llama sentencia, vamos a hacer lo que me pediste (…). También te cuento que si en algún momento querés cambiar el apellido y llevar el de tus papás, me avisás y lo podemos hacer. Por último, quiero que sepas que quienes estuvimos acompañándote en todo este camino estamos muy felices de haberte conocido”, indicó la sentencia.

En febrero del año pasado, una jueza de Tucumán había emitido un fallo similar sobre la custodia de una menor. En un apartado se había ocupado de explicarle a la niña en qué consistía la sentencia.

“Juli, tenés razón cuando decís que no querés elegir entre tus dos papás. Tenés derecho a conservar a los dos: al papá Roberto y al papito Jorge. También tenés razón al no permitir a los grandes que te exijan ese tipo de elección. No hay nada que elegir”, señaló en una parte del texto emitido el 7 de febrero del 2020. Más que el fallo, el texto del mismo tuvo una gran repercusión no solo en Río Negro (provincia donde se produjo) sino también en otras partes del país. Sin antecedentes pero justificado. Al fin y al cabo tenía una sola destinataria y el fallo hacía lugar a sus pedidos. Sobre todo de elegir que vida y que vínculos quería para ella después de haber conseguido el aval para el trámite de adopción. Estos fallos son un ejemplo de cómo la Justicia puede emitir textos comprensibles para las distintas personas involucradas en este tipo situaciones que en general tardan años y en muchos de los casos no tienen el final deseado.


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