Con medidas de fuerza, trabajadores no garantizan “ni la luz ni el agua” en la Comarca Andina

26 ENE 2021 - 20:22 | Actualizado

El delegado gremial de Luz y Fuerza del noroeste del Chubut, Mauro Palma, confirmó ayer el plan de lucha que llevan adelante los 60 empleados de la Delegación de Servicios Públicos porque “nuestra realidad laboral se sigue agravando. Seguimos en caída libre y con una situación que ya no podemos sostener. Hasta el momento, fue con recursos de los propios trabajadores, pero no da para más”.

“Ahora estamos pensando en recurrir al Poder Judicial con una medida de amparo y una denuncia por incumplimiento de los deberes de funcionario público contra el gobernador Mariano Arcioni, ya que los otros dos poderes no nos escuchan”, advirtió.

“La gente comienza a naturalizar el problema –agregó-, pero los trabajadores no vamos a dejar de hacer escuchar los reclamos y los intendentes de la zona son los representantes más cercanos al poder político para quejarnos. Y son quienes firmaron un documento como garantes de la palabra y el compromiso del gobierno chubutense”, recordó.

Reflejó enseguida que “en Rawson, Servicios Públicos está prácticamente acéfalo y de allí depende nuestro sistema administrativo. En consecuencia, no podemos ejecutar ningún tipo de compras, la decadencia de infraestructura es absoluta y tampoco se puede dar respuesta a ningún compañero en cuanto a seguridad e higiene”.

Al respecto, trascendió que la última facturación por energía de la delegación regional fue de aproximadamente 4 millones de pesos, pero debieron transferirla completa a Rawson porque a pesar de las promesas “nunca pareció el decreto para que se pueda utilizar localmente para los gastos corrientes”.

Según Palma, “estamos prestando nuestra función en medio de una total precariedad: no hay vehículos en condiciones de salir y no están los seguros. Hace pocos días, uno de nuestros trabajadores sufrió un accidente en El Hoyo y la camioneta estuvo secuestrada 10 días porque no tenía los papeles en regla. El resto de las unidades no frena, tenemos que andar como los Picapiedras, sacando la pata para poder parar. Así no podemos mantener el servicio eléctrico ni el agua potable en los pueblos de la cordillera”, insistió.

En tal sentido, rodeado de los afiliados de la seccional sindical, ratificó que “lamentablemente, a partir de ahora tenemos que profundizar la retención de servicios, consistente en el quite absoluto de colaboración: desde hoy, haremos lo que se pueda y con los elementos y herramientas disponibles”, adelantó.

Además, “nos están adeudando un mes salarial completo de los rangos 1 y 2, más el aguinaldo; mientras que para los rangos 3 y 4 son dos meses completos y el SAC. La consecuencia es que nuestra gente tiene que salir a hacer changas, y lo que gana tiene que volver a aportar para cargar el combustible y poder recorrer las líneas”, graficó.

A su criterio, “nadie se hace eco de nuestro reclamo y a nadie le importa los servicios públicos. Hoy no se puede salir a arreglar ni la luz ni el agua. Sin embargo, en la costa están más preocupados por la minería, pero no pueden llevar un grupo electrógeno a Gualjaina o a Río Senguer”, comparó.

Catarsis

En referencia a una reunión mantenida con los intendentes de El Hoyo y Lago Puelo para analizar la crisis, Mauro Palma evaluó que “fue positiva y amena, porque se charla y se hace catarsis, pero más parecida a un encuentro de psicólogos que para gestionar soluciones de fondo, porque la plata no aparece”.

Con todo, precisó enseguida que “ni siquiera el ministro tiene las respuestas, acá el gobernador es el responsable y es quien debe resolver el conflicto. Roguemos que esta semana no haya un temporal de viento ni lluvia y colapse el sistema eléctrico, porque no vamos a poder salir a repararlo”.

Capataz de estancia

Palma indicó además que “el agua potable para la comunidad de El Hoyo no está garantizada. Cortamos relaciones con el municipio porque pensamos que había quedado claro el rol de cada organismo después de la reunión de la semana anterior, donde nosotros fijamos que no tomamos las decisiones ni somos políticos. Sin embargo, a la semana el Poder Ejecutivo vino a darnos órdenes como un capataz de estancia y como si las falencias de los servicios públicos en su pueblo fuesen nuestra responsabilidad”.#

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26 ENE 2021 - 20:22

El delegado gremial de Luz y Fuerza del noroeste del Chubut, Mauro Palma, confirmó ayer el plan de lucha que llevan adelante los 60 empleados de la Delegación de Servicios Públicos porque “nuestra realidad laboral se sigue agravando. Seguimos en caída libre y con una situación que ya no podemos sostener. Hasta el momento, fue con recursos de los propios trabajadores, pero no da para más”.

“Ahora estamos pensando en recurrir al Poder Judicial con una medida de amparo y una denuncia por incumplimiento de los deberes de funcionario público contra el gobernador Mariano Arcioni, ya que los otros dos poderes no nos escuchan”, advirtió.

“La gente comienza a naturalizar el problema –agregó-, pero los trabajadores no vamos a dejar de hacer escuchar los reclamos y los intendentes de la zona son los representantes más cercanos al poder político para quejarnos. Y son quienes firmaron un documento como garantes de la palabra y el compromiso del gobierno chubutense”, recordó.

Reflejó enseguida que “en Rawson, Servicios Públicos está prácticamente acéfalo y de allí depende nuestro sistema administrativo. En consecuencia, no podemos ejecutar ningún tipo de compras, la decadencia de infraestructura es absoluta y tampoco se puede dar respuesta a ningún compañero en cuanto a seguridad e higiene”.

Al respecto, trascendió que la última facturación por energía de la delegación regional fue de aproximadamente 4 millones de pesos, pero debieron transferirla completa a Rawson porque a pesar de las promesas “nunca pareció el decreto para que se pueda utilizar localmente para los gastos corrientes”.

Según Palma, “estamos prestando nuestra función en medio de una total precariedad: no hay vehículos en condiciones de salir y no están los seguros. Hace pocos días, uno de nuestros trabajadores sufrió un accidente en El Hoyo y la camioneta estuvo secuestrada 10 días porque no tenía los papeles en regla. El resto de las unidades no frena, tenemos que andar como los Picapiedras, sacando la pata para poder parar. Así no podemos mantener el servicio eléctrico ni el agua potable en los pueblos de la cordillera”, insistió.

En tal sentido, rodeado de los afiliados de la seccional sindical, ratificó que “lamentablemente, a partir de ahora tenemos que profundizar la retención de servicios, consistente en el quite absoluto de colaboración: desde hoy, haremos lo que se pueda y con los elementos y herramientas disponibles”, adelantó.

Además, “nos están adeudando un mes salarial completo de los rangos 1 y 2, más el aguinaldo; mientras que para los rangos 3 y 4 son dos meses completos y el SAC. La consecuencia es que nuestra gente tiene que salir a hacer changas, y lo que gana tiene que volver a aportar para cargar el combustible y poder recorrer las líneas”, graficó.

A su criterio, “nadie se hace eco de nuestro reclamo y a nadie le importa los servicios públicos. Hoy no se puede salir a arreglar ni la luz ni el agua. Sin embargo, en la costa están más preocupados por la minería, pero no pueden llevar un grupo electrógeno a Gualjaina o a Río Senguer”, comparó.

Catarsis

En referencia a una reunión mantenida con los intendentes de El Hoyo y Lago Puelo para analizar la crisis, Mauro Palma evaluó que “fue positiva y amena, porque se charla y se hace catarsis, pero más parecida a un encuentro de psicólogos que para gestionar soluciones de fondo, porque la plata no aparece”.

Con todo, precisó enseguida que “ni siquiera el ministro tiene las respuestas, acá el gobernador es el responsable y es quien debe resolver el conflicto. Roguemos que esta semana no haya un temporal de viento ni lluvia y colapse el sistema eléctrico, porque no vamos a poder salir a repararlo”.

Capataz de estancia

Palma indicó además que “el agua potable para la comunidad de El Hoyo no está garantizada. Cortamos relaciones con el municipio porque pensamos que había quedado claro el rol de cada organismo después de la reunión de la semana anterior, donde nosotros fijamos que no tomamos las decisiones ni somos políticos. Sin embargo, a la semana el Poder Ejecutivo vino a darnos órdenes como un capataz de estancia y como si las falencias de los servicios públicos en su pueblo fuesen nuestra responsabilidad”.#


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