El economista que podría gobernar Italia tiene el guiño del Papa y de Europa

Expresidente del Banco Central Europeo entre 2011 y 2019 tras más de 30 años de carrera en los principales organismos internacionales en los que cosechó elogios de todo el establishment europeo, Mario Draghi inicia 2021 con 73 años y la posibilidad de convertirse en el próximo primer ministro italiano para capitanear la reconstrucción que el país necesita de cara a la pospandemia.

03 FEB 2021 - 11:02 | Actualizado

Presentado hoy por la prensa italiana como el "salvador" del euro y la "última carta" para que el país salga de la crisis política originada por la gestión de la pandemia, Draghi recibió este miércoles el encargo del presidente Sergio Mattarella para formar un Gobierno "de alto perfil" que se centre en la recuperación económica, la campaña de vacunación y la mejora de los indicadores sociales y económicos.

Si logra la ratificación parlamentaria, en un escenario en el que su nombre divide transversalmente a todas las fuerzas, Draghi asumirá en un país que arrastra una caída económica de 8.8% en 2020 y que debe, antes de abril, presentar a Bruselas el plan para manejar los 209.000 millones de euros que recibió de Europa para la pospandemia.

Mientras Mattarella buscó en la figura del economista una persona capaz de tender puentes con Europa para no hacer naufragar el plan de recuperación, el bloque mayoritario del Parlamento, el Movimiento Cinco Estrellas, lo calificó ayer como el "apóstol de las élites", por su trayectoria en los organismos de crédito internacionales y su gestión en el Banco Central italiano entre 2006 y 2011.

Formado en colegio jesuita y designado por el papa Francisco como miembro de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano en julio pasado, Draghi es también la última apuesta de un Mattarella que inicia el último de sus siete años de mandato, durante los que ya vio pasar cinco Gobiernos.

Reflejo de la amplitud de los apoyos que lo sostienen, tanto el Financial Times como Avvenire, el diario de la conferencia episcopal italiana, no dudaron en calificarlo hoy como "Super Mario", al dar la noticia de su convocatoria para el nuevo Gobierno.

La posibilidad de un "Gobierno institucional" de Draghi, un economista reconocido pero a la vez de marcado perfil técnico, es vista por toda Italia como un nuevo fracaso de la política, tras la crisis originada a fines del año pasado que derivó en la renuncia del ahora premier interino Giuseppe Conte.

A última hora del martes, Mattarella señaló en un mensaje a la nación que las alternativas posibles para el país son "un Gobierno de alto perfil" o la convocatoria a elecciones, aunque reparó en que el largo proceso electoral supondría un desvío de atención y energías de las urgencias que atraviesa Italia, como la campaña de vacunación, la presentación del manejo de fondos europeos en Europa y la necesaria reconstrucción del tejido social y económico.

El posible Gobierno de Draghi sería el tercer Ejecutivo de carácter técnico para Italia en los últimos 30 años, tras los del banquero Carlo Ciampi en 1993 y el de Mario Monti en 2011, dos experiencias que aún dividen a los italianos y que, como ya adelantó el Cinco Estrellas, impactarán en los apoyos que el economista pueda lograr.

Con Mattarella en el último año de su mandato, Draghi se para, además, ante la posibilidad de poder estabilizar el rumbo económico del país durante 2021 y quedar luego posicionado para pelear por la Presidencia de la República que el Parlamento elegirá en febrero de 2022.

03 FEB 2021 - 11:02

Presentado hoy por la prensa italiana como el "salvador" del euro y la "última carta" para que el país salga de la crisis política originada por la gestión de la pandemia, Draghi recibió este miércoles el encargo del presidente Sergio Mattarella para formar un Gobierno "de alto perfil" que se centre en la recuperación económica, la campaña de vacunación y la mejora de los indicadores sociales y económicos.

Si logra la ratificación parlamentaria, en un escenario en el que su nombre divide transversalmente a todas las fuerzas, Draghi asumirá en un país que arrastra una caída económica de 8.8% en 2020 y que debe, antes de abril, presentar a Bruselas el plan para manejar los 209.000 millones de euros que recibió de Europa para la pospandemia.

Mientras Mattarella buscó en la figura del economista una persona capaz de tender puentes con Europa para no hacer naufragar el plan de recuperación, el bloque mayoritario del Parlamento, el Movimiento Cinco Estrellas, lo calificó ayer como el "apóstol de las élites", por su trayectoria en los organismos de crédito internacionales y su gestión en el Banco Central italiano entre 2006 y 2011.

Formado en colegio jesuita y designado por el papa Francisco como miembro de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano en julio pasado, Draghi es también la última apuesta de un Mattarella que inicia el último de sus siete años de mandato, durante los que ya vio pasar cinco Gobiernos.

Reflejo de la amplitud de los apoyos que lo sostienen, tanto el Financial Times como Avvenire, el diario de la conferencia episcopal italiana, no dudaron en calificarlo hoy como "Super Mario", al dar la noticia de su convocatoria para el nuevo Gobierno.

La posibilidad de un "Gobierno institucional" de Draghi, un economista reconocido pero a la vez de marcado perfil técnico, es vista por toda Italia como un nuevo fracaso de la política, tras la crisis originada a fines del año pasado que derivó en la renuncia del ahora premier interino Giuseppe Conte.

A última hora del martes, Mattarella señaló en un mensaje a la nación que las alternativas posibles para el país son "un Gobierno de alto perfil" o la convocatoria a elecciones, aunque reparó en que el largo proceso electoral supondría un desvío de atención y energías de las urgencias que atraviesa Italia, como la campaña de vacunación, la presentación del manejo de fondos europeos en Europa y la necesaria reconstrucción del tejido social y económico.

El posible Gobierno de Draghi sería el tercer Ejecutivo de carácter técnico para Italia en los últimos 30 años, tras los del banquero Carlo Ciampi en 1993 y el de Mario Monti en 2011, dos experiencias que aún dividen a los italianos y que, como ya adelantó el Cinco Estrellas, impactarán en los apoyos que el economista pueda lograr.

Con Mattarella en el último año de su mandato, Draghi se para, además, ante la posibilidad de poder estabilizar el rumbo económico del país durante 2021 y quedar luego posicionado para pelear por la Presidencia de la República que el Parlamento elegirá en febrero de 2022.


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