Cordillera: reclaman definiciones por los servicios públicos

En una nota al gobernador Mariano Arcioni, los intendentes de Cholila, Silvio Boudargham; de Epuyén, Antonio Reato; de Lago Puelo, Augusto Sánchez; y de El Hoyo, Rolando Huisman, expusieron ayer que “en cualquier circunstancia, los servicios públicos de agua y energía constituyen un recurso fundamental para el desarrollo de toda comunidad.

14 FEB 2021 - 20:22 | Actualizado

La organización del trabajo, la educación, la asistencia sanitaria y la vida cotidiana de los hogares se ve afectada duramente con el funcionamiento deficiente o la pérdida total de dichos servicios”.

Valoran que “de manera directa o indirecta, se pierden toda clase de derechos cuando falta la energía y el agua. Desde los derechos humanos más fundamentales, hasta aquellos relacionados con el acceso a una calidad de vida personal y social acorde al siglo XXI”.

Pero en la situación actual, “franqueada por la pandemia COVID-19, la incertidumbre económica, y hoy, por los incendios forestales que amenazan la seguridad y la vida de las personas, hogares e infraestructura urbana, no es posible demorar un día más la respuesta urgente que la sociedad espera, a esta altura por razones humanitarias”, argumentaron.

Los jefes comunales recordaron que “el sistema eléctrico y las redes de agua potable que proveen estos servicios en el noroeste del Chubut sobrellevan deficiencias múltiples producto de la falta de inversiones y planificación desde hace muchos años. Sabemos también que los trabajadores que hacen posible la prestación soportan la falta de recursos técnicos, atrasos en sus salarios y dificultades hasta para poder trasladarse a los sitios donde es necesario mantener, reparar o trabajar sobre cualquier emergencia en los sistemas y las redes”.

Luego de señalar que “las gestiones y búsqueda de salidas a esta serie de problemas nos mantienen preocupados y ocupados”, remarcan que “estamos indignados frente a la falta de claridad de un rumbo concreto de trabajo que permita llegar lo más pronto posible a una solución que nuestros vecinos necesitan de manera urgente”.

“No pretendemos que se resuelva todo ya mismo”, anticipan al tiempo que esperan “que todas las partes comprometidas en la prestación de los servicios públicos en nuestra región –donde no podemos esperar más ni recibir nuevas respuestas confusas-, coordinen esfuerzos para atender la profunda problemática actual y la indispensable planificación de las tareas de reparación, mantenimiento, renovación y ampliación de la infraestructura existente para tal fin”.

Por último, los intendentes subrayan que “gobierno, sindicatos, legisladores y cooperativas debemos acordar un plan de trabajo con una dirección clara y eficaz. Dejar de lado reproches parciales, anular mezquindades de cualquier tipo y empezar a resolver definitivamente el funcionamiento de los servicios que la comunidad espera y que, como ciudadanos del Chubut, nos merecemos”.

La misiva fue con copia al vicegobernador Ricardo Sastre; al ministro de Infraestructura, Energía y Planificación, Gustavo Aguilera; y al secretario general de Luz y Fuerza, Héctor González.

La provisión de energía eléctrica para unos 9 mil usuarios del noroeste del Chubut (mientras que en la región andina rionegrina hay otros 10 mil usuarios dependientes de Edersa y también abastecidos desde la hidroeléctrica Futaleufú), está “al borde del colapso absoluto” desde hace varios años y agravada por la temporada estival, donde se duplica o triplica la demanda de consumo.

Desde el gremio de Luz y Fuerza insisten sobre “la necesidad de inversiones en un sistema construido a finales de la década del 70 para 5 mil habitantes, pero que en la actualidad la Comarca Andina está sobrepasando los 100 mil habitantes”.

En octubre de 2019, el gobernador Mariano Arcioni se reunió con el vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, y representantes de los entes reguladores de energía, para avanzar con el emprendimiento a través de “una inversión de 8 millones de dólares, que va a ser realizada en un 50% por cada provincia, y consiste en la repotenciación de la estación transformadora de El Coihue y la construcción de nuevos tendidos de alta tensión hasta la estación Las Golondrinas”, según se adelantó en la oportunidad.

Sin embargo, desde entonces nada se supo y la situación energética en la cordillera se hizo cada vez más compleja. Tampoco se instaló nunca en El Coihue un transformador de 20 MW, comprado por Río Negro y que “está tirado allí desde hace 3 años”.

En coincidencia, en marzo de 2019, el gobernador Arcioni confirmó la compra de dos transformadores de 7,5 MW para la subestación Las Golondrinas, con los que se pensaba “brindar mayor estabilidad en la tensión, ya que hoy está funcionando uno de 3,5 MW”, dijo en una de sus últimas visitas a la zona, al tiempo que advirtió que “deberán ser construidos a medida en un plazo de 9 meses aproximadamente”. Luego se supo que dichos expedientes “se perdieron y nunca se llamó a licitación”.

Cabe recordar que desde 2004 existen convenios entre ambas Estados patagónicos, cuando se ejecutó la línea de 132 KV desde la central hidroeléctrica Futaleufú hasta El Coihue para abastecer el interconectado del corredor andino, que en la actualidad suma unos 20 mil usuarios. El compromiso fue que Chubut “se encargaba de la obra actual -que está funcionando-, mientras que Río Negro tomaba la construcción de la subestación de Legua 7 (entre Esquel y Trevelin), la que finalmente terminó haciendo Chubut”, recordaron desde Luz y Fuerza.

14 FEB 2021 - 20:22

La organización del trabajo, la educación, la asistencia sanitaria y la vida cotidiana de los hogares se ve afectada duramente con el funcionamiento deficiente o la pérdida total de dichos servicios”.

Valoran que “de manera directa o indirecta, se pierden toda clase de derechos cuando falta la energía y el agua. Desde los derechos humanos más fundamentales, hasta aquellos relacionados con el acceso a una calidad de vida personal y social acorde al siglo XXI”.

Pero en la situación actual, “franqueada por la pandemia COVID-19, la incertidumbre económica, y hoy, por los incendios forestales que amenazan la seguridad y la vida de las personas, hogares e infraestructura urbana, no es posible demorar un día más la respuesta urgente que la sociedad espera, a esta altura por razones humanitarias”, argumentaron.

Los jefes comunales recordaron que “el sistema eléctrico y las redes de agua potable que proveen estos servicios en el noroeste del Chubut sobrellevan deficiencias múltiples producto de la falta de inversiones y planificación desde hace muchos años. Sabemos también que los trabajadores que hacen posible la prestación soportan la falta de recursos técnicos, atrasos en sus salarios y dificultades hasta para poder trasladarse a los sitios donde es necesario mantener, reparar o trabajar sobre cualquier emergencia en los sistemas y las redes”.

Luego de señalar que “las gestiones y búsqueda de salidas a esta serie de problemas nos mantienen preocupados y ocupados”, remarcan que “estamos indignados frente a la falta de claridad de un rumbo concreto de trabajo que permita llegar lo más pronto posible a una solución que nuestros vecinos necesitan de manera urgente”.

“No pretendemos que se resuelva todo ya mismo”, anticipan al tiempo que esperan “que todas las partes comprometidas en la prestación de los servicios públicos en nuestra región –donde no podemos esperar más ni recibir nuevas respuestas confusas-, coordinen esfuerzos para atender la profunda problemática actual y la indispensable planificación de las tareas de reparación, mantenimiento, renovación y ampliación de la infraestructura existente para tal fin”.

Por último, los intendentes subrayan que “gobierno, sindicatos, legisladores y cooperativas debemos acordar un plan de trabajo con una dirección clara y eficaz. Dejar de lado reproches parciales, anular mezquindades de cualquier tipo y empezar a resolver definitivamente el funcionamiento de los servicios que la comunidad espera y que, como ciudadanos del Chubut, nos merecemos”.

La misiva fue con copia al vicegobernador Ricardo Sastre; al ministro de Infraestructura, Energía y Planificación, Gustavo Aguilera; y al secretario general de Luz y Fuerza, Héctor González.

La provisión de energía eléctrica para unos 9 mil usuarios del noroeste del Chubut (mientras que en la región andina rionegrina hay otros 10 mil usuarios dependientes de Edersa y también abastecidos desde la hidroeléctrica Futaleufú), está “al borde del colapso absoluto” desde hace varios años y agravada por la temporada estival, donde se duplica o triplica la demanda de consumo.

Desde el gremio de Luz y Fuerza insisten sobre “la necesidad de inversiones en un sistema construido a finales de la década del 70 para 5 mil habitantes, pero que en la actualidad la Comarca Andina está sobrepasando los 100 mil habitantes”.

En octubre de 2019, el gobernador Mariano Arcioni se reunió con el vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, y representantes de los entes reguladores de energía, para avanzar con el emprendimiento a través de “una inversión de 8 millones de dólares, que va a ser realizada en un 50% por cada provincia, y consiste en la repotenciación de la estación transformadora de El Coihue y la construcción de nuevos tendidos de alta tensión hasta la estación Las Golondrinas”, según se adelantó en la oportunidad.

Sin embargo, desde entonces nada se supo y la situación energética en la cordillera se hizo cada vez más compleja. Tampoco se instaló nunca en El Coihue un transformador de 20 MW, comprado por Río Negro y que “está tirado allí desde hace 3 años”.

En coincidencia, en marzo de 2019, el gobernador Arcioni confirmó la compra de dos transformadores de 7,5 MW para la subestación Las Golondrinas, con los que se pensaba “brindar mayor estabilidad en la tensión, ya que hoy está funcionando uno de 3,5 MW”, dijo en una de sus últimas visitas a la zona, al tiempo que advirtió que “deberán ser construidos a medida en un plazo de 9 meses aproximadamente”. Luego se supo que dichos expedientes “se perdieron y nunca se llamó a licitación”.

Cabe recordar que desde 2004 existen convenios entre ambas Estados patagónicos, cuando se ejecutó la línea de 132 KV desde la central hidroeléctrica Futaleufú hasta El Coihue para abastecer el interconectado del corredor andino, que en la actualidad suma unos 20 mil usuarios. El compromiso fue que Chubut “se encargaba de la obra actual -que está funcionando-, mientras que Río Negro tomaba la construcción de la subestación de Legua 7 (entre Esquel y Trevelin), la que finalmente terminó haciendo Chubut”, recordaron desde Luz y Fuerza.


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