El Bolsón: tiempo de pensar en restaurar las 7.800 hectáreas de bosques quemados

A criterio de la doctora Miriam Gobbi, “las áreas afectadas se pueden restaurar. Existen experiencias a nivel mundial muy interesantes, aunque implican recursos, ideas, conocimientos, dinero, trabajo y legislación”.

19 FEB 2021 - 20:28 | Actualizado

Según la docente del Departamento de Biología General del Centro Regional Bariloche de la Universidad Nacional del Comahue, “hay muchos saberes en la región que permitirían hacer un buen trabajo para recuperar el área degradada” por el incendio que consumió 7.800 hectáreas de bosques nativos e implantados al norte de El Bolsón, entre los parajes Los Repollos, Cuesta del Ternero y Mallín Cumé, en el límite con Chubut.

Adelantó que “hay una total disposición, tanto de las autoridades como de los profesionales, técnicos y docentes universitarios, para participar de cualquier tipo de actividad de recuperación que se realice en el perímetro quemado”.

Sumó que además “hay varios organismos que podrían sumarse en un proyecto de restauración, como la Universidad de Río Negro, que tiene una carrera de viveros; el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), de Esquel; junto a la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, con mucha experiencia en la producción de plantas en forma masiva”.

Aclaró que “los sistemas naturales tienen su propio mecanismo para recuperarse, pero en este caso, hay que apuntalarlo”.

En enero y febrero hubo otros dos siniestros de magnitud en la misma zona: uno en Arroyo Las Minas (nacientes del río Chubut), que afectó 600 hectáreas; y otro en Puesto de Chapas (al norte de El Maitén), que consumió 2.900 hectáreas.

Al respecto, Gobbi recordó que “después de los incendios, surge en la gente la idea compulsiva de salir a plantar, aunque el proceso de restaurar una zona degradada implica, en primer lugar, una coordinación entre diferentes niveles incluyendo un relevamiento general de las áreas afectadas, para superponerlas con un mapa de usos de la tierra y de la vegetación. De lo contrario, puede tener un resultado adverso”.

Recalcó que el proceso “lleva tiempo. Apenas pasa un incendio, no es el mejor momento para sembrar ni plantar, porque son muy bajas las probabilidades de que lo que pongamos tenga éxito”. En tal sentido, consideró fundamental “no dejar que entre el ganado, porque se come el rebrote de los arbustos nativos”.

Señaló que “en principio, hay cosas que son tan o más importantes que salir a plantar: por ejemplo, evitar los deslizamientos de suelos, proteger zonas particularmente frágiles, en lo que sería una obra de ingeniería ecológica”.

Precisó que “la intervención para restaurar no va a ser la misma si en el lugar había una huerta, una plantación de pinos o un bosque nativo. También hay que considerar si pertenece a un privado o a un organismo público, si es un sitio plano o con pendiente o si está en posición norte o sur”.

Desde su óptica, proteger el suelo “es esencial, porque si además de haberse quemado y perdido la capa superficial, encima se desliza la de abajo a causa de que la lluvia la arrastra, plantar en ese lugar sería hacerlo en un sitio con un sustrato empobrecido”.

En tanto, “durante el otoño se podrían juntar semillas de áreas próximas -que no fueron afectadas por el incendio-, para hacer bancos de germoplasma”, aconsejó Gobbi.

Acusados

Por otra parte, luego de que peritos de la Policía Federal pudieron determinar quiénes originaron el incendio, su propagación, dirección y daños, la Fiscalía formuló cargos contra los tres hombres y las tres mujeres, oriundos de Cipolletti y Fernández Oro, a quienes se considera como autores del foco inicial en el barrio El Mirador, a unos 15 kilómetros al norte de El Bolsón.

Se los acusa de “realizar una fogata el pasado 24 de enero, entre las 10 y las 13, para cocinar alimentos sobre una parrilla en un trozo de chapa que tenía contacto directo con el suelo. Luego, se retiraron del predio sin apagar debidamente ese fuego. Así fue como se expandió hasta el pinar, quemando hasta el momento casi 8 mil hectáreas de bosque y forestación”.

El juez de la causa determinó un plazo de cuatro meses para la investigación, donde los imputados “tendrán que mantener el domicilio denunciado y presentarse cada 15 días en la comisaría más cercana”. Durante la audiencia, el defensor oficial, Marcos Ciciarello, aconsejó a los acusados abstenerse de declarar y resaltó que “presentan quemaduras, lo que indica que intentaron apagar el fuego”.

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19 FEB 2021 - 20:28

Según la docente del Departamento de Biología General del Centro Regional Bariloche de la Universidad Nacional del Comahue, “hay muchos saberes en la región que permitirían hacer un buen trabajo para recuperar el área degradada” por el incendio que consumió 7.800 hectáreas de bosques nativos e implantados al norte de El Bolsón, entre los parajes Los Repollos, Cuesta del Ternero y Mallín Cumé, en el límite con Chubut.

Adelantó que “hay una total disposición, tanto de las autoridades como de los profesionales, técnicos y docentes universitarios, para participar de cualquier tipo de actividad de recuperación que se realice en el perímetro quemado”.

Sumó que además “hay varios organismos que podrían sumarse en un proyecto de restauración, como la Universidad de Río Negro, que tiene una carrera de viveros; el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), de Esquel; junto a la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, con mucha experiencia en la producción de plantas en forma masiva”.

Aclaró que “los sistemas naturales tienen su propio mecanismo para recuperarse, pero en este caso, hay que apuntalarlo”.

En enero y febrero hubo otros dos siniestros de magnitud en la misma zona: uno en Arroyo Las Minas (nacientes del río Chubut), que afectó 600 hectáreas; y otro en Puesto de Chapas (al norte de El Maitén), que consumió 2.900 hectáreas.

Al respecto, Gobbi recordó que “después de los incendios, surge en la gente la idea compulsiva de salir a plantar, aunque el proceso de restaurar una zona degradada implica, en primer lugar, una coordinación entre diferentes niveles incluyendo un relevamiento general de las áreas afectadas, para superponerlas con un mapa de usos de la tierra y de la vegetación. De lo contrario, puede tener un resultado adverso”.

Recalcó que el proceso “lleva tiempo. Apenas pasa un incendio, no es el mejor momento para sembrar ni plantar, porque son muy bajas las probabilidades de que lo que pongamos tenga éxito”. En tal sentido, consideró fundamental “no dejar que entre el ganado, porque se come el rebrote de los arbustos nativos”.

Señaló que “en principio, hay cosas que son tan o más importantes que salir a plantar: por ejemplo, evitar los deslizamientos de suelos, proteger zonas particularmente frágiles, en lo que sería una obra de ingeniería ecológica”.

Precisó que “la intervención para restaurar no va a ser la misma si en el lugar había una huerta, una plantación de pinos o un bosque nativo. También hay que considerar si pertenece a un privado o a un organismo público, si es un sitio plano o con pendiente o si está en posición norte o sur”.

Desde su óptica, proteger el suelo “es esencial, porque si además de haberse quemado y perdido la capa superficial, encima se desliza la de abajo a causa de que la lluvia la arrastra, plantar en ese lugar sería hacerlo en un sitio con un sustrato empobrecido”.

En tanto, “durante el otoño se podrían juntar semillas de áreas próximas -que no fueron afectadas por el incendio-, para hacer bancos de germoplasma”, aconsejó Gobbi.

Acusados

Por otra parte, luego de que peritos de la Policía Federal pudieron determinar quiénes originaron el incendio, su propagación, dirección y daños, la Fiscalía formuló cargos contra los tres hombres y las tres mujeres, oriundos de Cipolletti y Fernández Oro, a quienes se considera como autores del foco inicial en el barrio El Mirador, a unos 15 kilómetros al norte de El Bolsón.

Se los acusa de “realizar una fogata el pasado 24 de enero, entre las 10 y las 13, para cocinar alimentos sobre una parrilla en un trozo de chapa que tenía contacto directo con el suelo. Luego, se retiraron del predio sin apagar debidamente ese fuego. Así fue como se expandió hasta el pinar, quemando hasta el momento casi 8 mil hectáreas de bosque y forestación”.

El juez de la causa determinó un plazo de cuatro meses para la investigación, donde los imputados “tendrán que mantener el domicilio denunciado y presentarse cada 15 días en la comisaría más cercana”. Durante la audiencia, el defensor oficial, Marcos Ciciarello, aconsejó a los acusados abstenerse de declarar y resaltó que “presentan quemaduras, lo que indica que intentaron apagar el fuego”.


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