Denuncian que al fuego “lo prendieron”

10 MAR 2021 - 20:39 | Actualizado

Ricardo Lofredo, responsable del Complejo Turístico “Pinares de Epuyen” atribuye el origen del incendio a un “descuido” motivado por la falta de educación de la población. Del mismo modo, lamentó los daños producidos por el avance de fuego y la situación de extrema tensión que se vivió durante la madrugada cuando las llamas se desataron sin control en sectores considerados “céntricos”.

Desde el Paraje “El Pedregoso” en cercanías de El Hoyo indicó que se vivió una tensa vigilia. “Hoy amanecimos más tranquilos por la lluvia, lo que nos trajo un poco de alegría por llamarlo de alguna manera”.

“Lo que ví –agregó- fue desastroso, lamento la gente que lo sufrió y es increíble el daño que puede ocasionar el fuego. Estuve hasta las seis de la mañana, en el predio y desde un auto mirando el avance de las llamas. Fue una noche larga en la que nadie pudo descansar”, indicó Lofredo en diálogo con el programa “Fase Cero” (Cadena Tiempo).

El incendio se expandió rápidamente y afectó una franja extensa de bosque nativo. “Llega ésta época y estamos todos atento a que se declare un incendio; es triste tener que reconocerlo. El incendio de Ruta 40 para todos fue intencional, muchos focos se dieron en áreas diferenciadas por el viento. Al fuego lo prendieron”.

En el momento más crítico del siniestro recordó haber acompañado a familias que intentaban salvar sus pertenencias y sus propiedades como también situaciones provocadas casi por la misma desesperación.

En cuanto al nivel de afectación, explicó que el fuego amenazó el casco urbano de El Hoyo como también barrios de los alrededores. “Mucha gente decidió quedarse, no evacuarse, hacer “cortafuegos” e inclusive terminamos perdiendo después el contacto con ellos”. “Para que el bosque se recupere y se pueda volver a ver algo verde, tenés como mínimo unos 8 a 10 años. Ya hemos pasado algunos incendios, ya hubo uno grande en Lago Puelo, otro en Patriada y pensamos que recuperar la fauna llevará alrededor de treinta años. Y ni siquiera hablamos de los daños materiales que se produjeron”.

En cuanto al cuidado del bosque y del recurso natural, reconoció “falta de conciencia” y desinterés de parte de la población. “El turista toma recaudos, ver todo esto los hace reflexionar; toman conciencia y cuidan pero el tema pasa por la gente local. Estamos acostumbrados y se producen descuidos por hacer un asado, trabajar con máquinas o pretender quemar basura en verano”, finalizó.

Juan Carlos Martínez, presidente de los Bomberos Voluntarios de El Bolsón reconoció el rol de los bomberos en la lucha contra el fuego como también la necesidad de “prevenir” éstas situaciones. “Es el incendio más difícil que nos ha tocado soportar, estuvimos desde el primer momento, llegamos temprano pero fue rápido y veloz que superó todas las previsiones que se podía hacer”.

El representante de los bomberos destacó el trabajo de la totalidad de las unidades trabajando durante la noche con el soporte de cuarteles de toda la región. “En algunos momentos, el fuego nos encerró y se hizo muy complicado porque son caminos angostos, con mucha arboleda y muchas viviendas”, describió.

“No se podía entrar, ni salir. Por suerte el personal está preparado y pudo llevar la situación adelante, se trabajó en conjunto con todas las instituciones y el Plan de Manejo de Fuego”. Respecto a las situaciones críticas que surgieron durante la intervención lamentó la imposibilidad de resguardar viviendas que terminaron consumidas por las llamas.

“Nos avisaban que había gente en determinado lugar, hicimos lo imposible para llegar y todo se complicó, cualquier segundo de demora era clave. El incendio tuvo la envergadura de los grandes que se ven en otros países como Australia o Estados Unidos cuando el viento cambia y produce un desastre”, explicó Martínez.

Reconoció que la acción de la lluvia jugó un rol preponderante. “Yo trabajé toda la noche y no podía creer que se largara a llover. Fue como una bendición. Ayudó muchísimo para controlar la situación pero los focos siguen prendidos y había lugares con mucha madera y mucha vegetación que costará extinguir. Si no tendemos el proceso, el incendio seguirá controlado pero activo”. Y recordó que el cese de la lluvia y un posible aumento de la temperatura determinaría que se reactive el peligro. En cuanto a las medidas preventivas en éstos espacios naturales. “Es difícil prevenir accidentes naturales porque existen muchos factores. Puede ser la temperatura, los vientos o el contacto de algún cable eléctrico con alguna planta. Acá hay que investigar lo que pasó. Acá estuvo la ayuda de gente muy mala porque fueron varios focos en distintos lugares, sin conexión uno con otro. En éste punto es cuando uno se queda sin palabras y no tiene nada que decir. Solamente un desalmado o un enfermo puede hacer semejante cosa. Hasta lo toman como un política de protesta o reclamo”, cerró. Fuente: Fase Cero (Cadena Tiempo).#

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10 MAR 2021 - 20:39

Ricardo Lofredo, responsable del Complejo Turístico “Pinares de Epuyen” atribuye el origen del incendio a un “descuido” motivado por la falta de educación de la población. Del mismo modo, lamentó los daños producidos por el avance de fuego y la situación de extrema tensión que se vivió durante la madrugada cuando las llamas se desataron sin control en sectores considerados “céntricos”.

Desde el Paraje “El Pedregoso” en cercanías de El Hoyo indicó que se vivió una tensa vigilia. “Hoy amanecimos más tranquilos por la lluvia, lo que nos trajo un poco de alegría por llamarlo de alguna manera”.

“Lo que ví –agregó- fue desastroso, lamento la gente que lo sufrió y es increíble el daño que puede ocasionar el fuego. Estuve hasta las seis de la mañana, en el predio y desde un auto mirando el avance de las llamas. Fue una noche larga en la que nadie pudo descansar”, indicó Lofredo en diálogo con el programa “Fase Cero” (Cadena Tiempo).

El incendio se expandió rápidamente y afectó una franja extensa de bosque nativo. “Llega ésta época y estamos todos atento a que se declare un incendio; es triste tener que reconocerlo. El incendio de Ruta 40 para todos fue intencional, muchos focos se dieron en áreas diferenciadas por el viento. Al fuego lo prendieron”.

En el momento más crítico del siniestro recordó haber acompañado a familias que intentaban salvar sus pertenencias y sus propiedades como también situaciones provocadas casi por la misma desesperación.

En cuanto al nivel de afectación, explicó que el fuego amenazó el casco urbano de El Hoyo como también barrios de los alrededores. “Mucha gente decidió quedarse, no evacuarse, hacer “cortafuegos” e inclusive terminamos perdiendo después el contacto con ellos”. “Para que el bosque se recupere y se pueda volver a ver algo verde, tenés como mínimo unos 8 a 10 años. Ya hemos pasado algunos incendios, ya hubo uno grande en Lago Puelo, otro en Patriada y pensamos que recuperar la fauna llevará alrededor de treinta años. Y ni siquiera hablamos de los daños materiales que se produjeron”.

En cuanto al cuidado del bosque y del recurso natural, reconoció “falta de conciencia” y desinterés de parte de la población. “El turista toma recaudos, ver todo esto los hace reflexionar; toman conciencia y cuidan pero el tema pasa por la gente local. Estamos acostumbrados y se producen descuidos por hacer un asado, trabajar con máquinas o pretender quemar basura en verano”, finalizó.

Juan Carlos Martínez, presidente de los Bomberos Voluntarios de El Bolsón reconoció el rol de los bomberos en la lucha contra el fuego como también la necesidad de “prevenir” éstas situaciones. “Es el incendio más difícil que nos ha tocado soportar, estuvimos desde el primer momento, llegamos temprano pero fue rápido y veloz que superó todas las previsiones que se podía hacer”.

El representante de los bomberos destacó el trabajo de la totalidad de las unidades trabajando durante la noche con el soporte de cuarteles de toda la región. “En algunos momentos, el fuego nos encerró y se hizo muy complicado porque son caminos angostos, con mucha arboleda y muchas viviendas”, describió.

“No se podía entrar, ni salir. Por suerte el personal está preparado y pudo llevar la situación adelante, se trabajó en conjunto con todas las instituciones y el Plan de Manejo de Fuego”. Respecto a las situaciones críticas que surgieron durante la intervención lamentó la imposibilidad de resguardar viviendas que terminaron consumidas por las llamas.

“Nos avisaban que había gente en determinado lugar, hicimos lo imposible para llegar y todo se complicó, cualquier segundo de demora era clave. El incendio tuvo la envergadura de los grandes que se ven en otros países como Australia o Estados Unidos cuando el viento cambia y produce un desastre”, explicó Martínez.

Reconoció que la acción de la lluvia jugó un rol preponderante. “Yo trabajé toda la noche y no podía creer que se largara a llover. Fue como una bendición. Ayudó muchísimo para controlar la situación pero los focos siguen prendidos y había lugares con mucha madera y mucha vegetación que costará extinguir. Si no tendemos el proceso, el incendio seguirá controlado pero activo”. Y recordó que el cese de la lluvia y un posible aumento de la temperatura determinaría que se reactive el peligro. En cuanto a las medidas preventivas en éstos espacios naturales. “Es difícil prevenir accidentes naturales porque existen muchos factores. Puede ser la temperatura, los vientos o el contacto de algún cable eléctrico con alguna planta. Acá hay que investigar lo que pasó. Acá estuvo la ayuda de gente muy mala porque fueron varios focos en distintos lugares, sin conexión uno con otro. En éste punto es cuando uno se queda sin palabras y no tiene nada que decir. Solamente un desalmado o un enfermo puede hacer semejante cosa. Hasta lo toman como un política de protesta o reclamo”, cerró. Fuente: Fase Cero (Cadena Tiempo).#


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