De la economía a la salud: la alternativa de las verduras autocultivadas y las huertas en casa

El acceso y la provisión de alimentos frescos junto con la dependencia alimentaria son nuevos desafíos de estos tiempos, Covid incluído.

18 ABR 2021 - 21:05 | Actualizado

Por Ismael Tebes / @ismatebes

El Proyecto Huertas Comunitarias Conectadas fomenta las huertas comunitarias con soporte digital que facilite el seguimiento, el asesoramiento técnico como también transacción de productos.

Sebastián Pérez Munuera, ingeniero forestales y responsable de esta iniciativa que surgió a partir de cinco profesionales y una plataforma digital en la que productores de verduras y vegetales pudieran comercializar con los consumidores. “En la pandemia, en medio del aislamiento pudimos trabajar haciendo hincapié en las dificultades de acceder a alimentos sanos, frescos y saludables”.

La plataforma está en desarrollo y está enfocada a llegar a un sector productivo específico con un abánico de servicios. “Hay municipios como Comodoro; El Maitén, Trevelin y Esquel que han demostrado su interés, inclusive también lo hizo Neuquén con gran repercusión”.

“Quienes dispongan de una pequeña huerta en sus casas y se animaron a hacerla en pandemia, además de abastecerse tienen un excedente que puede llegar a intercambiarse o venderse”, dijo Pérez Munuera en Cadena Tiempo Comodoro.

Autoabastecimiento

Indicó que el cultivo domiciliario implica una suerte de “terapia emocional” que además deriva en un ahorro familiar que puede multiplicarse en cualquier hogar.

“Podríamos decir que llegamos al autoabastecimiento; casi no tenemos que ir a una verdulería o a un supermercado. Elegimos lo que queremos comer en el momento y sabemos lo que estamos consumiendo porque es todo bajo éste concepto moderno y ecológico. Eso es un valor agregado para éste emprendimiento”, explicó Pérez Munuera.

En cuanto a los factores limitantes y a las dificultades con las que podría enfrentarse un principiante destacó que el clima es “una restricción, pero no un impedimento”. Y que la huerta se puede instalar en cualquier espacio de una casa, en tierra o en macetas con una gran variedad de vegetales. “No nos afecta el frío sino el viento; hay que tener en cuenta algún tipo de protección para las plantas. Llegué a tener 400 kilos de tomates en mi propio patio”.

“Muchos –agregó– empezaron con un tacho y dos plantas de tomate. Se puede tener variedad inclusive en superficies que no sean tan grandes. Hay que adecuarse a las posibilidades que uno tiene, muchos no tienen balcón y sí patio”.

Enseñando el consumo

El referente del Proyecto Huertas Comunitarias Conectadas reconoce que la siembra y el riego en familia le permite inclusive a los niños, conocer el proceso y elegir a voluntad, las verduras que luego podrían consumir.

“En la red hasta se hace intercambio de semillas para favorecer los crecimientos de las verduras. Y queremos intercambiar también conservas; compost o verduras deshidratadas”.

En la zona se puede cultivar adentro o afuera de un invernadero sin diferencia de especies: maíz, choclo, pimientos, tomates, pepino, calabaza, frutilla y perejil entre otros.

“Hay cultivos más difíciles por el viento, y la albahaca por ejemplo sufre más en el exterior. En cuanto a verduras se puede dar todo”, sintetizó.

Respecto a la diferencia y el beneficio alimenticio de consumir éste tipo de productos frescos respecto al que se compra en cualquier verdulería es significativa.

“La que se compra tiene como mínimo dos semanas de transporte y la que se saca en casa, es del momento. El tomate que cosecho puede durarme un mes en la heladera y además la alternancia de temperatura hace que se acumule el azúcar en los frutos dándole otro sabor”, dijo en este sentido.

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18 ABR 2021 - 21:05

Por Ismael Tebes / @ismatebes

El Proyecto Huertas Comunitarias Conectadas fomenta las huertas comunitarias con soporte digital que facilite el seguimiento, el asesoramiento técnico como también transacción de productos.

Sebastián Pérez Munuera, ingeniero forestales y responsable de esta iniciativa que surgió a partir de cinco profesionales y una plataforma digital en la que productores de verduras y vegetales pudieran comercializar con los consumidores. “En la pandemia, en medio del aislamiento pudimos trabajar haciendo hincapié en las dificultades de acceder a alimentos sanos, frescos y saludables”.

La plataforma está en desarrollo y está enfocada a llegar a un sector productivo específico con un abánico de servicios. “Hay municipios como Comodoro; El Maitén, Trevelin y Esquel que han demostrado su interés, inclusive también lo hizo Neuquén con gran repercusión”.

“Quienes dispongan de una pequeña huerta en sus casas y se animaron a hacerla en pandemia, además de abastecerse tienen un excedente que puede llegar a intercambiarse o venderse”, dijo Pérez Munuera en Cadena Tiempo Comodoro.

Autoabastecimiento

Indicó que el cultivo domiciliario implica una suerte de “terapia emocional” que además deriva en un ahorro familiar que puede multiplicarse en cualquier hogar.

“Podríamos decir que llegamos al autoabastecimiento; casi no tenemos que ir a una verdulería o a un supermercado. Elegimos lo que queremos comer en el momento y sabemos lo que estamos consumiendo porque es todo bajo éste concepto moderno y ecológico. Eso es un valor agregado para éste emprendimiento”, explicó Pérez Munuera.

En cuanto a los factores limitantes y a las dificultades con las que podría enfrentarse un principiante destacó que el clima es “una restricción, pero no un impedimento”. Y que la huerta se puede instalar en cualquier espacio de una casa, en tierra o en macetas con una gran variedad de vegetales. “No nos afecta el frío sino el viento; hay que tener en cuenta algún tipo de protección para las plantas. Llegué a tener 400 kilos de tomates en mi propio patio”.

“Muchos –agregó– empezaron con un tacho y dos plantas de tomate. Se puede tener variedad inclusive en superficies que no sean tan grandes. Hay que adecuarse a las posibilidades que uno tiene, muchos no tienen balcón y sí patio”.

Enseñando el consumo

El referente del Proyecto Huertas Comunitarias Conectadas reconoce que la siembra y el riego en familia le permite inclusive a los niños, conocer el proceso y elegir a voluntad, las verduras que luego podrían consumir.

“En la red hasta se hace intercambio de semillas para favorecer los crecimientos de las verduras. Y queremos intercambiar también conservas; compost o verduras deshidratadas”.

En la zona se puede cultivar adentro o afuera de un invernadero sin diferencia de especies: maíz, choclo, pimientos, tomates, pepino, calabaza, frutilla y perejil entre otros.

“Hay cultivos más difíciles por el viento, y la albahaca por ejemplo sufre más en el exterior. En cuanto a verduras se puede dar todo”, sintetizó.

Respecto a la diferencia y el beneficio alimenticio de consumir éste tipo de productos frescos respecto al que se compra en cualquier verdulería es significativa.

“La que se compra tiene como mínimo dos semanas de transporte y la que se saca en casa, es del momento. El tomate que cosecho puede durarme un mes en la heladera y además la alternancia de temperatura hace que se acumule el azúcar en los frutos dándole otro sabor”, dijo en este sentido.


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