Jornada Play/ Ana Monteros, pura actitud
Ana Monteros es madre, abuela, pediatra de profesión y apasionada por la actividad física. Desde el año 77 radicada en Trelew, lleva toda una vida dedicada a sus pacientes. JornadaPlay charló con ella sobre su trayectoria profesional, el rol que ocupan sus pacientes y su amor por los deportes y el atletismo. Ella es Ana Monteros: pura actitud.
El coronavirus puso en relieve el papel fundamental que cumplen los profesionales de la Salud. Si bien la atención durante esta pandemia se ha centrado en los pacientes, JornadaPlay hizo hincapié en el lado médico de esta crisis para conocer a través del relato de la pediatra, Ana Monteros, cómo afecta a los que están en la primera línea.
“La pediatría es una profesión apasionante. Hace 40 años que lo soy y lo sigo siendo. Nuestra profesión tiende a no tener fines de semana ni horarios”, contó Monteros. Para ella, un profesional se debe a las necesidades de los pacientes. “Y ahora, con el asunto de las redes sociales, obviamente que se ha trasformado la consulta de otra manera. La cordialidad con que los pacientes me tratan, a mí genera un ida y vuelta con la gente que al final es lo que te hacen mantener la vigencia y te da una mejor calidad de vida”.
La pediatra habló sobre las medidas restrictivas para frenar la propagación del virus y su impacto en la vida de los que prestan la atención primaria de la salud: “Ante una situación en la que hay un parate emocional, vos te planteas ante tanta información, te preguntás si esto es para seguir. Pero eso es porque uno también es de carne y hueso y nos sentimos muy presionados. Porque es verdad hay una presión que existe. Ahí es cuando te planteas qué pasa. Mi generación está recibiendo este impacto de la enfermedad donde pareciera ser que nos pusieron en la primera línea y es como si nos hubieran dicho: 'Váyanse porque están ocupando mucho lugar'. Hay una sensación de malestar, pero si uno supera eso puede seguir adelante sintiéndose útil”.
El trabajo de los profesionales es desafiante y, sobre todo, agotador física y mentalmente. Durante toda su vida, Montero encontró en el deporte una vía de escape: “Hacer actividad física lo tuve incorporado desde muy chica. Cuando vivía en Comodoro, el poco tiempo que tenía lo usaba para bucear. Después hice básquet, pero en esa época no había muchas mujeres que jugaran. En un momento incorporé el tenis, pero después apareció el pádel. Todo eso siempre mechado con gimnasio. Así fue que en un momento comencé a correr, un día que se me cruza la idea porque en el gimnasio había que esperar para usar los aparatos. Era un día que necesitaba tomar un poco de oxígeno y que la cabeza se ponga más clara, además de la endorfina que genera salir a correr. Vivo cerca, así que a las 5 de la mañana pasaba 10 veces frente al Hospital y hacía 4 kilómetros corriendo. Con el tiempo me encontré con Gustavo Ibarra y así empecé a preparar el triatlón”.
Montero se propone nuevos desafíos para el 2021: “Lo que me gustaría hacer ahora con una amiga mía es preparar un maratón. Mirando al futuro, nos gustaría participar en el maratón de Berlín. Y algo más cercano sería ir a correr una vez más a Rosario que es un maratón hermoso”.
El coronavirus puso en relieve el papel fundamental que cumplen los profesionales de la Salud. Si bien la atención durante esta pandemia se ha centrado en los pacientes, JornadaPlay hizo hincapié en el lado médico de esta crisis para conocer a través del relato de la pediatra, Ana Monteros, cómo afecta a los que están en la primera línea.
“La pediatría es una profesión apasionante. Hace 40 años que lo soy y lo sigo siendo. Nuestra profesión tiende a no tener fines de semana ni horarios”, contó Monteros. Para ella, un profesional se debe a las necesidades de los pacientes. “Y ahora, con el asunto de las redes sociales, obviamente que se ha trasformado la consulta de otra manera. La cordialidad con que los pacientes me tratan, a mí genera un ida y vuelta con la gente que al final es lo que te hacen mantener la vigencia y te da una mejor calidad de vida”.
La pediatra habló sobre las medidas restrictivas para frenar la propagación del virus y su impacto en la vida de los que prestan la atención primaria de la salud: “Ante una situación en la que hay un parate emocional, vos te planteas ante tanta información, te preguntás si esto es para seguir. Pero eso es porque uno también es de carne y hueso y nos sentimos muy presionados. Porque es verdad hay una presión que existe. Ahí es cuando te planteas qué pasa. Mi generación está recibiendo este impacto de la enfermedad donde pareciera ser que nos pusieron en la primera línea y es como si nos hubieran dicho: 'Váyanse porque están ocupando mucho lugar'. Hay una sensación de malestar, pero si uno supera eso puede seguir adelante sintiéndose útil”.
El trabajo de los profesionales es desafiante y, sobre todo, agotador física y mentalmente. Durante toda su vida, Montero encontró en el deporte una vía de escape: “Hacer actividad física lo tuve incorporado desde muy chica. Cuando vivía en Comodoro, el poco tiempo que tenía lo usaba para bucear. Después hice básquet, pero en esa época no había muchas mujeres que jugaran. En un momento incorporé el tenis, pero después apareció el pádel. Todo eso siempre mechado con gimnasio. Así fue que en un momento comencé a correr, un día que se me cruza la idea porque en el gimnasio había que esperar para usar los aparatos. Era un día que necesitaba tomar un poco de oxígeno y que la cabeza se ponga más clara, además de la endorfina que genera salir a correr. Vivo cerca, así que a las 5 de la mañana pasaba 10 veces frente al Hospital y hacía 4 kilómetros corriendo. Con el tiempo me encontré con Gustavo Ibarra y así empecé a preparar el triatlón”.
Montero se propone nuevos desafíos para el 2021: “Lo que me gustaría hacer ahora con una amiga mía es preparar un maratón. Mirando al futuro, nos gustaría participar en el maratón de Berlín. Y algo más cercano sería ir a correr una vez más a Rosario que es un maratón hermoso”.