La detección del caso sucedió el viernes en cercanías al Ministerio de Educación, cuando el rodado fue interceptado por dos agentes policiales que realizaban una recorrida de rutina por la ciudad capital.
Según manifestaron, el extraño sonido metálico anunció, mucho tiempo antes de su llegada, el desperfecto mecánico que el vehículo evidenció al pasar frente a los uniformados.
El conductor fue interceptado en la calle San Martín y 25 de Mayo. Según se pudo determinar, el rodado circulaba en llanta, por la falta del neumático delantero del lado derecho.
El aliento etílico del hombre de 40 años fue suficiente prueba para someterlo al test de alcoholemia que terminó por evidenciar lo antes sospechado por los oficiales. Estaba borracho: 1.45 g/l de alcohol en sangre. Lo necesario para que el auto fuera secuestrado.
La detección del caso sucedió el viernes en cercanías al Ministerio de Educación, cuando el rodado fue interceptado por dos agentes policiales que realizaban una recorrida de rutina por la ciudad capital.
Según manifestaron, el extraño sonido metálico anunció, mucho tiempo antes de su llegada, el desperfecto mecánico que el vehículo evidenció al pasar frente a los uniformados.
El conductor fue interceptado en la calle San Martín y 25 de Mayo. Según se pudo determinar, el rodado circulaba en llanta, por la falta del neumático delantero del lado derecho.
El aliento etílico del hombre de 40 años fue suficiente prueba para someterlo al test de alcoholemia que terminó por evidenciar lo antes sospechado por los oficiales. Estaba borracho: 1.45 g/l de alcohol en sangre. Lo necesario para que el auto fuera secuestrado.