Weretilneck apunta a bajar el precio de los combustibles en la Patagonia

El senador rionegrino Alberto Weretilneck presentó un proyecto de ley para volver al esquema vigente hasta 2015 (previo a la reforma tributaria de 2017), respecto al ILC y el Impuesto al Dióxido de Carbono, que redundaría en bajar el costo de los combustibles para los habitantes patagónicos, más La Pampa; el departamento de Malargüe, en Mendoza; y el partido bonaerense de Patagones.

09 MAY 2021 - 20:31 | Actualizado

En sus fundamentos, recordó que “la compensación que benefició a la región productora de combustibles, fue prácticamente eliminada a fines de 2017, a través de la reforma tributaria del gobierno de Macri”.

“Además de eliminar casi totalmente la exención establecida por ley –agregó-, se sustituyó el impuesto al gas natural por un tributo nuevo, denominado Impuesto al Dióxido de Carbono, que grava con una suma fija por litro los mismos productos que gravan el Impuesto a los Combustibles (naftas, gasoil, etcétera), en todo el territorio nacional”.

Entre los argumentos expuestos en el Senado, dijo que su propuesta “es reponer la exención del ICL para la zona patagónica, en los términos que lo había establecido la ley Pichetto-Pereyra, y esa misma exención aplicarla al dióxido de carbono, que se aplica en todo el territorio argentino”.

El exgobernador fundamentó sobre “las grandes distancias existentes entre las localidades de la Patagonia y otros centros urbanos de mayor densidad poblacional; el uso de automóviles como una necesidad y herramienta de trabajo y no como bien suntuario; el mayor costo de vida; el carácter de provincias productoras de hidrocarburos y la promoción de actividades tales como el turismo, la pesca y el transporte, al dotarlas de esta ventaja comparativa”.

En 1991, el presidente Carlos Menem anunció en Puerto Madryn, un beneficio diferencial del 50% con respecto al resto del país en el valor de los combustibles para Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Luego, por gestión de los legisladores de la zona del Comahue, se amplió para Neuquén, Río Negro y La Pampa, más Carmen de Patagones y Malargüe.

Ya con el gobierno de Fernando De la Rúa, se intentó eliminarlo. La reacción conjunta de sectores empresarios y de legisladores nacionales de las provincias patagónicas (de todos los partidos), frustró la idea.Sin embargo, desde principios del 2000, en forma paulatina y sin mayor oposición, se fue licuando dicha ventaja, al punto que en la actualidad se paga más caro un litro de gasoil en Comodoro Rivadavia (capital nacional del petróleo) que una estación de servicio de la ciudad de Buenos Aires.

Weretilneck, nacido y criado en El Bolsón, graficó que “debemos recuperar ese derecho adquirido”, al tiempo que remarcó la posición de las empresas petroleras que “están vendiendo el combustible al precio de cuando la compra del barril de petróleo es un 50% más barato que cuando fijaron ese valor. Ese dinero que se está quedando en manos de cuatro empresas, es de las provincias y, en definitiva, de los usuarios que compran los combustibles”.

“Es llamativo que el gobierno no haya actuado para que el esfuerzo sea más equitativo. Si perdemos por la caída del barril, perdemos todos, pero no puede ser que perdamos las provincias y los contribuyentes y ganen cuatro empresas”. La brecha con el resto del país se redujo en 2018 a sólo el 11,79%; hoy un litro de nafta súper en Chubut es apenas un 9,77% más económica que en el centro del país.

09 MAY 2021 - 20:31

En sus fundamentos, recordó que “la compensación que benefició a la región productora de combustibles, fue prácticamente eliminada a fines de 2017, a través de la reforma tributaria del gobierno de Macri”.

“Además de eliminar casi totalmente la exención establecida por ley –agregó-, se sustituyó el impuesto al gas natural por un tributo nuevo, denominado Impuesto al Dióxido de Carbono, que grava con una suma fija por litro los mismos productos que gravan el Impuesto a los Combustibles (naftas, gasoil, etcétera), en todo el territorio nacional”.

Entre los argumentos expuestos en el Senado, dijo que su propuesta “es reponer la exención del ICL para la zona patagónica, en los términos que lo había establecido la ley Pichetto-Pereyra, y esa misma exención aplicarla al dióxido de carbono, que se aplica en todo el territorio argentino”.

El exgobernador fundamentó sobre “las grandes distancias existentes entre las localidades de la Patagonia y otros centros urbanos de mayor densidad poblacional; el uso de automóviles como una necesidad y herramienta de trabajo y no como bien suntuario; el mayor costo de vida; el carácter de provincias productoras de hidrocarburos y la promoción de actividades tales como el turismo, la pesca y el transporte, al dotarlas de esta ventaja comparativa”.

En 1991, el presidente Carlos Menem anunció en Puerto Madryn, un beneficio diferencial del 50% con respecto al resto del país en el valor de los combustibles para Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Luego, por gestión de los legisladores de la zona del Comahue, se amplió para Neuquén, Río Negro y La Pampa, más Carmen de Patagones y Malargüe.

Ya con el gobierno de Fernando De la Rúa, se intentó eliminarlo. La reacción conjunta de sectores empresarios y de legisladores nacionales de las provincias patagónicas (de todos los partidos), frustró la idea.Sin embargo, desde principios del 2000, en forma paulatina y sin mayor oposición, se fue licuando dicha ventaja, al punto que en la actualidad se paga más caro un litro de gasoil en Comodoro Rivadavia (capital nacional del petróleo) que una estación de servicio de la ciudad de Buenos Aires.

Weretilneck, nacido y criado en El Bolsón, graficó que “debemos recuperar ese derecho adquirido”, al tiempo que remarcó la posición de las empresas petroleras que “están vendiendo el combustible al precio de cuando la compra del barril de petróleo es un 50% más barato que cuando fijaron ese valor. Ese dinero que se está quedando en manos de cuatro empresas, es de las provincias y, en definitiva, de los usuarios que compran los combustibles”.

“Es llamativo que el gobierno no haya actuado para que el esfuerzo sea más equitativo. Si perdemos por la caída del barril, perdemos todos, pero no puede ser que perdamos las provincias y los contribuyentes y ganen cuatro empresas”. La brecha con el resto del país se redujo en 2018 a sólo el 11,79%; hoy un litro de nafta súper en Chubut es apenas un 9,77% más económica que en el centro del país.


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