José Behotats: la historia de un luchador que se convirtió en funcionario municipal
José es nacido y criado en Trelew. Nació en 1982 con ontogénesis imperfecta. La enfermedad lo llevó a sufrir más de 350 quebraduras, múltiples operaciones y sentirse diferente. Sin embargo, su fe en Dios logró ayudarlo a salir adelante. Hoy, con 38 años, es el director de Discapacidad de la Municipalidad de Trelew y lucha por la inclusión social.
“A todos los recién nacidos le pegan un chirlo para que lloren. Cuando me sacaron de la panza de mi mamá la partera me quebró la cadera y las piernas”. José Behotats tiene 38 años, más de 300 quebraduras y tres intervenciones quirúrgicas. Nació mucho antes de que se conociera la ontogénesis imperfecta. También llamada la enfermedad de los “huesos de cristal”.
Fue el cuarto caso de “huesos de cristal” que se conoció en el país. Hasta el popular doctor Mario Socolinsky lo atendió en el Gimnasio Municipal N°1 de Trelew y le recomendó a su madre que lo llevara al Hospital Garrahan para que lo traten.
Aunque para los doctores se tratara de un mero azar la vida de José continuó y su historia constituye una muestra de coraje.
“Tuve, tengo y tendré, gracias a Dios, a mi madre, que fue la que me ayudó a pelear contra la enfermedad. Los médicos en su momento le dijeron que me disfrute todo lo que pueda porque ellos creían que yo iba a fallecer. Ella me hizo ver por miles de personas y peleó contra la burocracia para que yo pueda tener una mejor calidad de vida”, narró el actual director de Discapacidad de la Municipalidad de Trelew.
Como expresó en el informe de JornadaPlay, lucha contra una enfermedad que no tiene cura: “A mí me dolía mucho la mirada de los demás. Si bien soy una persona común, que anda sonriendo, también tengo una batalla interna. Tuve muchos vaivenes en la vida y muchas situaciones que me marcaron para ser fuerte. Soy una persona que cree que la vida hay que disfrutarla con los buenos y los maslos momentos, y que nunca hay que perder la sonrisa”.
También contó que desde que empezó a ir a la iglesia no se volvió a quebrar: “Yo estaba enojado con Dios por todo lo que había sufrido. De ese momento empecé un camino que creo que ya estaba predestinado”.
Así llegó a ocupar un cargo de jerarquía en el municipio de Trelew: “Adrián Maderna se acercó junto con José Jiménez y me propusieron trabajar en la Dirección de Discapacidad. A mi siempre me movió lo social y de esa forma empecé. Estoy convencido de que el intendente quiere hacer lo mejor y me lo demuestra apoyándome, aunque tenemos nuestras diferencias. Él me trata como a un funcionario más y eso me gusta”.
“A todos los recién nacidos le pegan un chirlo para que lloren. Cuando me sacaron de la panza de mi mamá la partera me quebró la cadera y las piernas”. José Behotats tiene 38 años, más de 300 quebraduras y tres intervenciones quirúrgicas. Nació mucho antes de que se conociera la ontogénesis imperfecta. También llamada la enfermedad de los “huesos de cristal”.
Fue el cuarto caso de “huesos de cristal” que se conoció en el país. Hasta el popular doctor Mario Socolinsky lo atendió en el Gimnasio Municipal N°1 de Trelew y le recomendó a su madre que lo llevara al Hospital Garrahan para que lo traten.
Aunque para los doctores se tratara de un mero azar la vida de José continuó y su historia constituye una muestra de coraje.
“Tuve, tengo y tendré, gracias a Dios, a mi madre, que fue la que me ayudó a pelear contra la enfermedad. Los médicos en su momento le dijeron que me disfrute todo lo que pueda porque ellos creían que yo iba a fallecer. Ella me hizo ver por miles de personas y peleó contra la burocracia para que yo pueda tener una mejor calidad de vida”, narró el actual director de Discapacidad de la Municipalidad de Trelew.
Como expresó en el informe de JornadaPlay, lucha contra una enfermedad que no tiene cura: “A mí me dolía mucho la mirada de los demás. Si bien soy una persona común, que anda sonriendo, también tengo una batalla interna. Tuve muchos vaivenes en la vida y muchas situaciones que me marcaron para ser fuerte. Soy una persona que cree que la vida hay que disfrutarla con los buenos y los maslos momentos, y que nunca hay que perder la sonrisa”.
También contó que desde que empezó a ir a la iglesia no se volvió a quebrar: “Yo estaba enojado con Dios por todo lo que había sufrido. De ese momento empecé un camino que creo que ya estaba predestinado”.
Así llegó a ocupar un cargo de jerarquía en el municipio de Trelew: “Adrián Maderna se acercó junto con José Jiménez y me propusieron trabajar en la Dirección de Discapacidad. A mi siempre me movió lo social y de esa forma empecé. Estoy convencido de que el intendente quiere hacer lo mejor y me lo demuestra apoyándome, aunque tenemos nuestras diferencias. Él me trata como a un funcionario más y eso me gusta”.