Chubut y los hospitales más importantes de su territorio podrían contar con cuatro respiradores extra. Hablamos de cuatro máscaras de CPAP, que se utilizan para suministrar oxígeno a pacientes en máquina de terapia. Esta tecnología es utilizada en China y otros lugares con efectividad.
Cuatro de estos respiradores fueron obsequiados y enviados a nuestro país por un grupo de médicos españoles a su amiga Alicia Crespo, residente de Gaiman. Tienen como destino Chubut, y es un gran asomo de esperanza porque esta mujer, merced de su enorme corazón, decidió donarlos a los hospitales de Trelew, Puerto Madryn, Rawson y Gaiman para ayudar a combatir el coronavirus.
Sin embargo, la obstinada burocracia los tiene frenados en la Aduana de Buenos Aires. Cinco meses han pasado, y allí están, juntando polvo, cuando podrían estar salvando vidas. ¿Por qué nadie gestiona las acciones necesarias para que esos respiradores lleguen a los hospitales de Chubut de una vez por todas? Ningún funcionario puede darse el lujo de ignorar esta ayuda gratuita en la situación que atravesamos. ¿Cuántas firmas son necesarias, cuántos trámites hay que cumplimentar? Seguramente hay alguien que puede destrabar esto.
La pandemia es ahora. La necesidad es hoy. No podemos permitirnos un mañana de lamentos.
Chubut y los hospitales más importantes de su territorio podrían contar con cuatro respiradores extra. Hablamos de cuatro máscaras de CPAP, que se utilizan para suministrar oxígeno a pacientes en máquina de terapia. Esta tecnología es utilizada en China y otros lugares con efectividad.
Cuatro de estos respiradores fueron obsequiados y enviados a nuestro país por un grupo de médicos españoles a su amiga Alicia Crespo, residente de Gaiman. Tienen como destino Chubut, y es un gran asomo de esperanza porque esta mujer, merced de su enorme corazón, decidió donarlos a los hospitales de Trelew, Puerto Madryn, Rawson y Gaiman para ayudar a combatir el coronavirus.
Sin embargo, la obstinada burocracia los tiene frenados en la Aduana de Buenos Aires. Cinco meses han pasado, y allí están, juntando polvo, cuando podrían estar salvando vidas. ¿Por qué nadie gestiona las acciones necesarias para que esos respiradores lleguen a los hospitales de Chubut de una vez por todas? Ningún funcionario puede darse el lujo de ignorar esta ayuda gratuita en la situación que atravesamos. ¿Cuántas firmas son necesarias, cuántos trámites hay que cumplimentar? Seguramente hay alguien que puede destrabar esto.
La pandemia es ahora. La necesidad es hoy. No podemos permitirnos un mañana de lamentos.