El cardenal Marx pidió a la Iglesia reconocer su "responsabilidad institucional" en la pederastia
El cardenal alemán Reinhard Marx, a quien el papa Francisco le rechazó ayer su renuncia como arzobispo de Munich y Frisinga, insistió en su reclamo de que la Iglesia reconozca su "responsabilidad institucional" en los casos de abusos, que lo habían llevado a presentar su dimisión a fines de mayo.
"Con espíritu de obediencia, acepto su decisión", planteó Marx en una carta publicada por el Vaticano en la que toma nota del pedido del pontífice para que continúe en su cargo luego de la renuncia presentada el 21 de mayo a causa de las repetidas crisis de abusos en la Iglesia alemana y global.
En la misiva, Marx reconoce que se "debe asumir la responsabilidad personal y también institucional", en particular "con respecto a las víctimas", en torno a los casos de pederastia locales y globales.
Tras el rechazo de Francisco a su renuncia, Marx reconoció que la decisión del pontífice "representa un gran desafío" para él y, por tanto, concluyó, volver "simplemente" a la agenda de "ayer" no puede ser el camino, ni para él ni para la arquidiócesis.
Francisco rechazó ayer la renuncia del arzobispo de Munich, que a fines de mayo había presentado su dimisión a su cargo por los casos de abusos en el clero de su país, y aseveró que "toda la Iglesia está en crisis" por la pederastia.
"Continúa como lo propones pero como Arzobispo de Munich y Fresinga", le dijo Francisco a Marx, de 67 años y en su cargo desde 2007, en una carta divulgada por el Vaticano en la que el Papa resaltó el "coraje" del purpurado por poner a disposición su dimisión.
"Toda la Iglesia está en crisis a causa del asunto de los abusos; más aún, la Iglesia hoy no puede dar un paso adelante sin asumir esta crisis", planteó el pontífice en la carta dada a conocer por la oficina de prensa del Vaticano.
"La política del avestruz no lleva a nada, y la crisis tiene que ser asumida desde nuestra fe pascual", sentenció el Papa en el escrito.
Marx, cardenal consejero del Papa y arzobispo de Munich y Frisinga, envió una carta con su renuncia al cargo el 21 de mayo, por la crisis de abusos en la Iglesia alemana como una forma de "asumir la corresponsabilidad" por los casos de pederastia y con fuertes críticas a los sectores de la Curia "que rechazan cualquier tipo de reforma" para hacer frente a esos delitos, informó la semana pasada el Vaticano.
"Con espíritu de obediencia, acepto su decisión", planteó Marx en una carta publicada por el Vaticano en la que toma nota del pedido del pontífice para que continúe en su cargo luego de la renuncia presentada el 21 de mayo a causa de las repetidas crisis de abusos en la Iglesia alemana y global.
En la misiva, Marx reconoce que se "debe asumir la responsabilidad personal y también institucional", en particular "con respecto a las víctimas", en torno a los casos de pederastia locales y globales.
Tras el rechazo de Francisco a su renuncia, Marx reconoció que la decisión del pontífice "representa un gran desafío" para él y, por tanto, concluyó, volver "simplemente" a la agenda de "ayer" no puede ser el camino, ni para él ni para la arquidiócesis.
Francisco rechazó ayer la renuncia del arzobispo de Munich, que a fines de mayo había presentado su dimisión a su cargo por los casos de abusos en el clero de su país, y aseveró que "toda la Iglesia está en crisis" por la pederastia.
"Continúa como lo propones pero como Arzobispo de Munich y Fresinga", le dijo Francisco a Marx, de 67 años y en su cargo desde 2007, en una carta divulgada por el Vaticano en la que el Papa resaltó el "coraje" del purpurado por poner a disposición su dimisión.
"Toda la Iglesia está en crisis a causa del asunto de los abusos; más aún, la Iglesia hoy no puede dar un paso adelante sin asumir esta crisis", planteó el pontífice en la carta dada a conocer por la oficina de prensa del Vaticano.
"La política del avestruz no lleva a nada, y la crisis tiene que ser asumida desde nuestra fe pascual", sentenció el Papa en el escrito.
Marx, cardenal consejero del Papa y arzobispo de Munich y Frisinga, envió una carta con su renuncia al cargo el 21 de mayo, por la crisis de abusos en la Iglesia alemana como una forma de "asumir la corresponsabilidad" por los casos de pederastia y con fuertes críticas a los sectores de la Curia "que rechazan cualquier tipo de reforma" para hacer frente a esos delitos, informó la semana pasada el Vaticano.