La clave del día / Marina

El personal del Hospital Materno Infantil de Trelew perdió a una de los suyas. En realidad, la salud pública es la que se queda sin un puntal, que falleció víctima del Covid. Se trata de Marina Rodríguez, enfermera de Neonatología.

05 JUL 2021 - 21:07 | Actualizado

Fue tanto el dolor que sus compañeros le dijeron adiós con lágrimas, carteles en la vereda, para luego acompañar sus restos hasta el cementerio en una larga y triste caravana. Un homenaje parecido se vivió en el Hospital Zonal de Rawson, donde hubo aplausos para Marina. Son gestos poco habituales pero que reflejan con exactitud el vacío que dejan algunas pérdidas. Ningún abrazo alcanzó para el consuelo.

Tras esta partida sólo queda la reflexión. La enfermera que deja este mundo es un símbolo de los trabajadores de la salud que están en la primera línea contra la pandemia desde marzo de 2020. No siempre bien remunerados y a veces con insumos escasos, son los responsables de enfrentar enojos familiares, preguntas, interminables horas de guardia, incertidumbres.

Cabe preguntarse si acaso entendemos como se debe la dimensión de este trabajo, en medio de una pandemia que puso al mundo patas arriba. Y si nos permitimos un segundo para agradecerles.

Que sus pares hayan hecho causa común para despedir a Marina indica que la enfermera hizo mucho y bien. Y que lo hizo con el don de la buena gente.

No estaría mal que esa marca que Rodríguez dejó en su entorno más cercano sirva para que valoremos un poco más el día a día de los profesionales que se ven las caras hora tras hora con el Covid. Si sucede, esta vida que se va no habrá sido en vano.

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05 JUL 2021 - 21:07

Fue tanto el dolor que sus compañeros le dijeron adiós con lágrimas, carteles en la vereda, para luego acompañar sus restos hasta el cementerio en una larga y triste caravana. Un homenaje parecido se vivió en el Hospital Zonal de Rawson, donde hubo aplausos para Marina. Son gestos poco habituales pero que reflejan con exactitud el vacío que dejan algunas pérdidas. Ningún abrazo alcanzó para el consuelo.

Tras esta partida sólo queda la reflexión. La enfermera que deja este mundo es un símbolo de los trabajadores de la salud que están en la primera línea contra la pandemia desde marzo de 2020. No siempre bien remunerados y a veces con insumos escasos, son los responsables de enfrentar enojos familiares, preguntas, interminables horas de guardia, incertidumbres.

Cabe preguntarse si acaso entendemos como se debe la dimensión de este trabajo, en medio de una pandemia que puso al mundo patas arriba. Y si nos permitimos un segundo para agradecerles.

Que sus pares hayan hecho causa común para despedir a Marina indica que la enfermera hizo mucho y bien. Y que lo hizo con el don de la buena gente.

No estaría mal que esa marca que Rodríguez dejó en su entorno más cercano sirva para que valoremos un poco más el día a día de los profesionales que se ven las caras hora tras hora con el Covid. Si sucede, esta vida que se va no habrá sido en vano.


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