En el recorrido por protocolo que realizó el personal de esta dependencia, se detectó que a la altura de la Parcela 26, sobre la ruta nacional 40, habían arrojado cables -en dos sectores diferentes- sobre la línea de 13,2 kv, generando un cortocircuito que afectó a los conductores eléctricos.
El jefe de la Delegación Noroeste de Servicios Públicos, Mauro Palma, señaló: “demuestra claramente una maniobra pensada especialmente para lograr ese cometido –agregó-, ya que dejó sin luz a todo el casco urbano de Lago Puelo, además de los pobladores de los parajes Las Golondrinas, Cerro Radal y Entre Ríos”, estimada en más de 17 mil habitantes. “Lamentablemente, estamos acostumbrados a este tipo de ataques, más en ese sector”, recalcó.
El servicio se pudo restablecer recién a las 11 del sábado. Al respecto, Palma explicó que “no se pudo trabajar de inmediato debido a la logística que implica un operativo de esa magnitud, además de la oscuridad, la falta de seguridad para los empleados y los elementos indispensables para dicho cometido, ya que no se trata de una reparación sencilla”.
Por Fernando Bonansea /Especial para Jornada
En el recorrido por protocolo que realizó el personal de esta dependencia, se detectó que a la altura de la Parcela 26, sobre la ruta nacional 40, habían arrojado cables -en dos sectores diferentes- sobre la línea de 13,2 kv, generando un cortocircuito que afectó a los conductores eléctricos.
El jefe de la Delegación Noroeste de Servicios Públicos, Mauro Palma, señaló: “demuestra claramente una maniobra pensada especialmente para lograr ese cometido –agregó-, ya que dejó sin luz a todo el casco urbano de Lago Puelo, además de los pobladores de los parajes Las Golondrinas, Cerro Radal y Entre Ríos”, estimada en más de 17 mil habitantes. “Lamentablemente, estamos acostumbrados a este tipo de ataques, más en ese sector”, recalcó.
El servicio se pudo restablecer recién a las 11 del sábado. Al respecto, Palma explicó que “no se pudo trabajar de inmediato debido a la logística que implica un operativo de esa magnitud, además de la oscuridad, la falta de seguridad para los empleados y los elementos indispensables para dicho cometido, ya que no se trata de una reparación sencilla”.
Por Fernando Bonansea /Especial para Jornada