La Clave del Día / Trelew y un desafío central

23 AGO 2021 - 21:17 | Actualizado

Uno de los cambios estratégicos que formuló la Policía en Trelew se dio en la zona neurálgica, es decir, en la Seccional Primera. Es la zona donde se encuentra el centro comercial y el casco histórico de la ciudad de Luis. Las directivas fueron claras para el flamante jefe policial Marcelo Silva: atacar los arrebatos callejeros, la actividad de mecheras en locales comerciales y el robo en vehículos estacionados.

Es un conjunto de delitos que forman parte de la realidad que vive la zona central y que, en el último tiempo, se sumó al malestar general que existe en la región. Los delitos contra la propiedad y la afluencia de personas ligadas al delito en sectores de la ciudad, demandan no sólo estrategia: se necesitan más recursos y el compromiso de los vecinos para con la fuerza de seguridad que trabajan honestamente.

El acoso de “mecheras”, de menores sin control, de los robos y hurtos que afectan a la zona, está en la mira de los uniformados. Es que los datos no son buenos.

Incluso una farmacia tuvo que pedir un policía fijo en su esquina porque en siete días les robaron cuatro veces.

Hacen falta cámaras de seguridad que funcionen, mantenimiento a los móviles policiales, afinar la conducta y el compromiso de los servidores de la seguridad y dar señales claras a los vecinos de bien. No alcanza con una buena estrategia ni con buenas intenciones.

Buena parte de la sociedad espera que los resultados comiencen a ser mejores porque los delincuentes son casi siempre los mismos y la Policía creció bastante en número. Es hora de que eso se traduzca en una ciudad más tranquila.

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23 AGO 2021 - 21:17

Uno de los cambios estratégicos que formuló la Policía en Trelew se dio en la zona neurálgica, es decir, en la Seccional Primera. Es la zona donde se encuentra el centro comercial y el casco histórico de la ciudad de Luis. Las directivas fueron claras para el flamante jefe policial Marcelo Silva: atacar los arrebatos callejeros, la actividad de mecheras en locales comerciales y el robo en vehículos estacionados.

Es un conjunto de delitos que forman parte de la realidad que vive la zona central y que, en el último tiempo, se sumó al malestar general que existe en la región. Los delitos contra la propiedad y la afluencia de personas ligadas al delito en sectores de la ciudad, demandan no sólo estrategia: se necesitan más recursos y el compromiso de los vecinos para con la fuerza de seguridad que trabajan honestamente.

El acoso de “mecheras”, de menores sin control, de los robos y hurtos que afectan a la zona, está en la mira de los uniformados. Es que los datos no son buenos.

Incluso una farmacia tuvo que pedir un policía fijo en su esquina porque en siete días les robaron cuatro veces.

Hacen falta cámaras de seguridad que funcionen, mantenimiento a los móviles policiales, afinar la conducta y el compromiso de los servidores de la seguridad y dar señales claras a los vecinos de bien. No alcanza con una buena estrategia ni con buenas intenciones.

Buena parte de la sociedad espera que los resultados comiencen a ser mejores porque los delincuentes son casi siempre los mismos y la Policía creció bastante en número. Es hora de que eso se traduzca en una ciudad más tranquila.


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