EEUU mantendrá aranceles a productos chinos pero habla de diálogo con Beijing

El Gobierno de Joe Biden anunció prevé iniciar pronto un diálogo con China sobre las relaciones comerciales, pero afirmó que, por ahora, mantendrá los aranceles a sus productos porque considera que Beijing incumplió el acuerdo firmado en 2020 con el expresidente Trump, y aseguró que defenderá "al máximo" los intereses del país norteamericano.

04 OCT 2021 - 15:31 | Actualizado

"China asumió compromisos destinados a beneficiar a ciertos sectores estadounidenses, incluido el agrícola, que debemos hacer cumplir", dijo la representante comercial estadounidense (USTR), Katherine Tai, en una presentación en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un grupo de expertos con sede en Washington.

"Tengo la intención de tener conversaciones francas con mi homólogo chino en los próximos días", anticipó Tai, y remarcó que el objetivo "no es exacerbar las tensiones comerciales con China", pero sí defender "al máximo" los intereses económicos de Estados Unidos.

"Y eso significa tomar todas las medidas necesarias para protegernos contra las oleadas de daños infligidos a lo largo de los años a través de la competencia desleal", dijo Tai, informó la agencia de noticias AFP.

Tai, a quien Biden pidió al asumir en enero pasado que realizara una revisión integral de la relación bilateral, precisó que el acuerdo firmado en enero de 2020 entre Trump y el viceprimer ministro y jefe negociador de China, Liu He, "no respondió de manera significativa a las preocupaciones fundamentales" de Estados Unidos acerca de las prácticas comerciales de China y "su impacto adverso en la economía estadounidense".

Además, explicó que Washington decidió mantener los aranceles punitivos impuestos anualmente por el Gobierno de Trump a 370.000 millones de dólares en productos chinos, mientras inicia un procedimiento de exención para ayudar a las pequeñas y medianas empresas estadounidenses gravemente afectadas por estos recargos.

"Comenzaremos con el proceso de eliminación de aranceles específicos. Nos aseguraremos de que la estructura de aplicación existente sirva de manera óptima a nuestros intereses económicos. Mantendremos abierta la posibilidad de procesos de eliminación adicionales según se justifique", dijo Tai.

A principios de agosto, algunos de los grupos empresariales estadounidenses más influyentes instaron al Gobierno de Biden a reducir estos recargos. Algunas tienen pocas alternativas a los productos chinos.

Al igual que el Gobierno de Trump, el de Biden quiere abordar problemas más estructurales como los subsidios masivos a las empresas estatales chinas o el robo de propiedad intelectual.

En el llamado acuerdo de Fase Uno, China se comprometió a comprar 200.000 millones de dólares adicionales en productos estadounidenses durante dos años, incluidos productos agrícolas, energéticos y manufacturados, con el objetivo de reducir el desequilibrio comercial entre los dos países.

Este convenio, que buscaba reequilibrar el comercio bilateral antes de una segunda fase que abordara problemas estructurales, permitió una tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Tai, que viajará a París para las discusiones en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), espera contar con el apoyo de aliados históricos de Estados Unidos.

"El núcleo de nuestra estrategia es el compromiso de garantizar que trabajemos con nuestros aliados para crear mercados justos y abiertos", prometió Tai, y subrayó que las relaciones entre ambas potencias tienen "un impacto en todo el mundo y en miles de millones de trabajadores".

"Sabemos que es poco probable que China realice reformas significativas al menos por el momento", admitió.

Enterate de las noticias de ECONOMIA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
04 OCT 2021 - 15:31

"China asumió compromisos destinados a beneficiar a ciertos sectores estadounidenses, incluido el agrícola, que debemos hacer cumplir", dijo la representante comercial estadounidense (USTR), Katherine Tai, en una presentación en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un grupo de expertos con sede en Washington.

"Tengo la intención de tener conversaciones francas con mi homólogo chino en los próximos días", anticipó Tai, y remarcó que el objetivo "no es exacerbar las tensiones comerciales con China", pero sí defender "al máximo" los intereses económicos de Estados Unidos.

"Y eso significa tomar todas las medidas necesarias para protegernos contra las oleadas de daños infligidos a lo largo de los años a través de la competencia desleal", dijo Tai, informó la agencia de noticias AFP.

Tai, a quien Biden pidió al asumir en enero pasado que realizara una revisión integral de la relación bilateral, precisó que el acuerdo firmado en enero de 2020 entre Trump y el viceprimer ministro y jefe negociador de China, Liu He, "no respondió de manera significativa a las preocupaciones fundamentales" de Estados Unidos acerca de las prácticas comerciales de China y "su impacto adverso en la economía estadounidense".

Además, explicó que Washington decidió mantener los aranceles punitivos impuestos anualmente por el Gobierno de Trump a 370.000 millones de dólares en productos chinos, mientras inicia un procedimiento de exención para ayudar a las pequeñas y medianas empresas estadounidenses gravemente afectadas por estos recargos.

"Comenzaremos con el proceso de eliminación de aranceles específicos. Nos aseguraremos de que la estructura de aplicación existente sirva de manera óptima a nuestros intereses económicos. Mantendremos abierta la posibilidad de procesos de eliminación adicionales según se justifique", dijo Tai.

A principios de agosto, algunos de los grupos empresariales estadounidenses más influyentes instaron al Gobierno de Biden a reducir estos recargos. Algunas tienen pocas alternativas a los productos chinos.

Al igual que el Gobierno de Trump, el de Biden quiere abordar problemas más estructurales como los subsidios masivos a las empresas estatales chinas o el robo de propiedad intelectual.

En el llamado acuerdo de Fase Uno, China se comprometió a comprar 200.000 millones de dólares adicionales en productos estadounidenses durante dos años, incluidos productos agrícolas, energéticos y manufacturados, con el objetivo de reducir el desequilibrio comercial entre los dos países.

Este convenio, que buscaba reequilibrar el comercio bilateral antes de una segunda fase que abordara problemas estructurales, permitió una tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Tai, que viajará a París para las discusiones en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), espera contar con el apoyo de aliados históricos de Estados Unidos.

"El núcleo de nuestra estrategia es el compromiso de garantizar que trabajemos con nuestros aliados para crear mercados justos y abiertos", prometió Tai, y subrayó que las relaciones entre ambas potencias tienen "un impacto en todo el mundo y en miles de millones de trabajadores".

"Sabemos que es poco probable que China realice reformas significativas al menos por el momento", admitió.


NOTICIAS RELACIONADAS