"Jony" Gómez ayuda a salvar vidas y hace goles olímpicos

A los 25 minutos del partido ante Laprida, Jonathan Ariel Gómez consumó una hazaña: un gol olímpico. Significó el primer empate parcial de Gaiman FC en el 3-3 de la 3ra fecha del triangular chubutense Clasificatorio Patagónico al Regional.

Jonathan Gómez, otro de los emblemas de Gaiman FC.
18 OCT 2021 - 21:34 | Actualizado

Por Francisco Caputo

“Había estudiado los movimientos del arquero. Vi que el ´Tanque´ Schischke tenía doble marca y lo intenté. Sirvió para empatar el partido en un momento díficil. No es la primera vez que lo hago. En el Clausura 2019, donde salimos campeones, hice otro a Mar-Che”, le dijo “Gomera” a Jornada.

A trabajar

Tras el partido, se cambió y emprendió rumbo a la clínica San Miguel, su lugar de trabajo. Le tocó el turno noche-madrugada. “Hago de todo un poco. Atención al público, mantenimiento, recepción y control de medicación y mercadería que llega; manejamos lo que es oxígeno”, explicó el carrilero por izquierda.

“Hace diez años hago esta rutina de vida. Lo hago por el amor que tengo por el fútbol y por Gaiman y por el compromiso que tengo con el plantel y el cuerpo técnico”, narró.

Formado en Gaiman FC, su rutina laboral consta de turnos rotativos de ocho horas. Lo obliga a cambiar turnos para entrenar y jugar. “Por lo general trabajo de mañana o por las noches. Por las tardes no tanto, cambio ese turno por las prácticas y los partidos”, explicó. “Por suerte tengo compañeros y jefes que entienden mi situación y me ayudan”, comentó.

Pese a la buena voluntad, hacer malabares para integrar las filas del “Rojinegro” es una constante. “Tengo que salir volando para cambiarme y jugar, hay varios chicos que están igual”, postuló Gómez, de 30 años y nacido y criado en Gaiman.

Los malabares

Hubo dos casos muy particulares “En la final del Clausura 2019, en El Fortín, me correspondía jugar y mi compañero Daniel no podía cambiarme el turno. Pero me dijo que me cubría el partido”, describió. “Tras los penales y los festejos en Rawson, me volví inmediatamente a la clínica. Mientras el resto del plantel celebraba en el pueblo, yo estaba trabajando. Debía compensar las horas que no había estado. Pero mi compañero me felicitó por el título y me dijo que me terminaba de cubrir para que pudiera ir a los festejos en Gaiman”, narró.

La otra anécdota incluye el viaje a Esquel, en el triunfo por 1-0 ante San Martín. “Ese fin de semana tenía asignado el turno noche. Cuando dieron las fechas del Patagónico, ya había presentado la planilla con los turnos. Era imposible viajar”, acotó.

“Le dije a Daniel que era mi ultima salvación. Y me ayudó; trabajé el viernes a la noche y su turno a la mañana del sábado. Trabajé 16 horas seguidas. Al salir, mi hermana Tamara y mi cuñado Mariano me esperaban. Ellos manejaron, no yo”, indicó.

“Además, mi compañero me cambió el franco al domingo para que pudiera viajar más tranquilo. Jugué ese día de titular y ganamos”, acotó.

El desgaste

Su rutina laboral le provoca un desgaste físico inobjetable. “Trato de no pensar en el cansancio, pocas veces se me notó cansado en un partido”, explicó.

“En Esquel se notó al final por la cancha. Pero no hay que pensar en que dormiste poco o estuviste trabajando, eso te come la cabeza”, agregó.

“Tenemos un objetivo, que es jugar el Regional. No hay tiempo para detenerse en el cansancio. Es necesario hacer el esfuerzo por mí, por mis compañeros, por el cuerpo técnico y por el club en general”, expresó. “Dependemos de nosotros, tenemos que ganarle a San Martín en casa y luego ir a Comodoro. Que nadie nos dé por muertos. Somos un grupo con sentido de pertenencia y hambre”, resaltó.

La contención mental es clave. Y “Gomera” la tiene. “Además del plantel, el cuerpo técnico y todo el club, les quiero a agradecer a Ana, mi pareja, a mi hijo Tiziano, a mis compañeros de trabajo Daniel, Denis y Gastón y a los directivos de la clínica. A mis viejos Gabriela y Darío”, indicó.

“También a mis hermanas Tamara y Yamila, a mis tíos ´Vero´, ´Jony´ y Diego, a mis primos ´Toto´ y ´Tute´, a mis cuñados Mariano y José y a mis amigos”, concluyó.

Este es Jonathan Gómez, el hombre de los goles olímpicos que ayuda a salvar vidas y entusiasma a Gaiman con el Regional 2021.

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Jonathan Gómez, otro de los emblemas de Gaiman FC.
18 OCT 2021 - 21:34

Por Francisco Caputo

“Había estudiado los movimientos del arquero. Vi que el ´Tanque´ Schischke tenía doble marca y lo intenté. Sirvió para empatar el partido en un momento díficil. No es la primera vez que lo hago. En el Clausura 2019, donde salimos campeones, hice otro a Mar-Che”, le dijo “Gomera” a Jornada.

A trabajar

Tras el partido, se cambió y emprendió rumbo a la clínica San Miguel, su lugar de trabajo. Le tocó el turno noche-madrugada. “Hago de todo un poco. Atención al público, mantenimiento, recepción y control de medicación y mercadería que llega; manejamos lo que es oxígeno”, explicó el carrilero por izquierda.

“Hace diez años hago esta rutina de vida. Lo hago por el amor que tengo por el fútbol y por Gaiman y por el compromiso que tengo con el plantel y el cuerpo técnico”, narró.

Formado en Gaiman FC, su rutina laboral consta de turnos rotativos de ocho horas. Lo obliga a cambiar turnos para entrenar y jugar. “Por lo general trabajo de mañana o por las noches. Por las tardes no tanto, cambio ese turno por las prácticas y los partidos”, explicó. “Por suerte tengo compañeros y jefes que entienden mi situación y me ayudan”, comentó.

Pese a la buena voluntad, hacer malabares para integrar las filas del “Rojinegro” es una constante. “Tengo que salir volando para cambiarme y jugar, hay varios chicos que están igual”, postuló Gómez, de 30 años y nacido y criado en Gaiman.

Los malabares

Hubo dos casos muy particulares “En la final del Clausura 2019, en El Fortín, me correspondía jugar y mi compañero Daniel no podía cambiarme el turno. Pero me dijo que me cubría el partido”, describió. “Tras los penales y los festejos en Rawson, me volví inmediatamente a la clínica. Mientras el resto del plantel celebraba en el pueblo, yo estaba trabajando. Debía compensar las horas que no había estado. Pero mi compañero me felicitó por el título y me dijo que me terminaba de cubrir para que pudiera ir a los festejos en Gaiman”, narró.

La otra anécdota incluye el viaje a Esquel, en el triunfo por 1-0 ante San Martín. “Ese fin de semana tenía asignado el turno noche. Cuando dieron las fechas del Patagónico, ya había presentado la planilla con los turnos. Era imposible viajar”, acotó.

“Le dije a Daniel que era mi ultima salvación. Y me ayudó; trabajé el viernes a la noche y su turno a la mañana del sábado. Trabajé 16 horas seguidas. Al salir, mi hermana Tamara y mi cuñado Mariano me esperaban. Ellos manejaron, no yo”, indicó.

“Además, mi compañero me cambió el franco al domingo para que pudiera viajar más tranquilo. Jugué ese día de titular y ganamos”, acotó.

El desgaste

Su rutina laboral le provoca un desgaste físico inobjetable. “Trato de no pensar en el cansancio, pocas veces se me notó cansado en un partido”, explicó.

“En Esquel se notó al final por la cancha. Pero no hay que pensar en que dormiste poco o estuviste trabajando, eso te come la cabeza”, agregó.

“Tenemos un objetivo, que es jugar el Regional. No hay tiempo para detenerse en el cansancio. Es necesario hacer el esfuerzo por mí, por mis compañeros, por el cuerpo técnico y por el club en general”, expresó. “Dependemos de nosotros, tenemos que ganarle a San Martín en casa y luego ir a Comodoro. Que nadie nos dé por muertos. Somos un grupo con sentido de pertenencia y hambre”, resaltó.

La contención mental es clave. Y “Gomera” la tiene. “Además del plantel, el cuerpo técnico y todo el club, les quiero a agradecer a Ana, mi pareja, a mi hijo Tiziano, a mis compañeros de trabajo Daniel, Denis y Gastón y a los directivos de la clínica. A mis viejos Gabriela y Darío”, indicó.

“También a mis hermanas Tamara y Yamila, a mis tíos ´Vero´, ´Jony´ y Diego, a mis primos ´Toto´ y ´Tute´, a mis cuñados Mariano y José y a mis amigos”, concluyó.

Este es Jonathan Gómez, el hombre de los goles olímpicos que ayuda a salvar vidas y entusiasma a Gaiman con el Regional 2021.


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