Editorial / Una visita presidencial, muchas lecturas

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23 OCT 2021 - 21:14 | Actualizado

La visita del presidente Alberto Fernández a Chubut, lejos de haber sido una prenda de unión de cara a la difícil contienda electoral que se le avecina al peronismo dentro de tres domingos, sirvió en los hechos para remarcar las profundas diferencias que existen puertas adentro del PJ. Que de no mediar un milagro, comenzarán a dividir aguas la misma noche del 14 de noviembre.

Es loable que un presidente que sufrió una dura derrota en las PASO en casi todo el país venga a una de las provincias en donde el PJ la tiene más difícil de remontar. Pero ese gesto de Alberto Fernández no alcanza a explicar a qué estratega electoral se le ocurrió que una visita presidencial era indicada en este momento.

En el peronismo de Chubut, cada cual atendió su juego. El Presidente llegó a Comodoro y a las pocas horas ya estaba sufriendo los primeros efectos del libre albedrío peronista chubutense. Pocos minutos después de que el intendente de Trelew, Adrián Maderna, en medio de una transmisión oficial pusiera en su lugar a un desatento ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, varios medios nacionales ya habían encontrado la excusa para limar otro poco a Fernández.

Lo que dijo Maderna lo piensan muchos trelewenses, no solo los peronistas. Sonó fuerte pero es real: si hay un lugar en donde la crisis social está a la vuelta de la esquina y en Nación a pocos parece importarle, es la ciudad cabecera del Valle.

Otros creyeron ver detrás de las palabras de Maderna una movida de la nueva estrategia comunicacional que está estrenando el intendente. Riesgosa, por cierto.

Es tal el panorama que se vive en el peronismo que antes de las PASO había dos candidatos a gobernador para 2023 (Ricardo Sastre y Juan Pablo Luque) y hoy ya son tres, porque Maderna no oculta sus aspiraciones. El escenario que se abrirá tras las generales del 14 de noviembre es incierto. Todos tratarán de desmarcarse de la casi segura derrota y quedar más o menos en pie para los que viene. La tendrán difícil.

Agenda electoral

Tras la agenda institucional en Comodoro Rivadavia, el acto del Frente de Todos en la ciudad petrolera con el Presidente cerrando no dejó mucho. Discursos, arengas y auto convencimiento de que la historia se puede dar vuelta. Aunque ya casi nadie se inmola por semejante desafío. Por el contrario, algunos ya dan por hecho que el “techo de Carlitos”, en vez de subir, los aplasta contra el piso.

Por eso la estrategia electoral cambió drásticamente, al menos en algunos lugares. En la zona sur, por ejemplo, abundan los carteles con la imagen del intendente Luque por delante de la de los candidatos a senadores, Carlos Linares y Florencia Papaiani. El jefe comunal comodorense se puso al hombro la campaña pero sólo en su terruño. Algunos le sugirieron que no era lo más adecuado pero Luque sabe si quiere aspirar a más no puede permitir que el PJ vuelva a perder en Comodoro.

Turismo y energía

El paso de Alberto por Madryn tuvo otro perfil. Los hermanos Ricardo y Gustavo Sastre –que, dicho sea de paso, eligieron no estar en Comodoro Rivadavia y mostrar que la ruptura con sus antiguos aliados electorales es irreversible- le armaron al Presidente un escenario con empresarios del turismo. Afuera del hotel se escuchaban los bombos de la UOCRA, pero adentro se habló de cómo ayudar a salir más rápido de la crisis que generó la pandemia.

En una reunión más chica realizada en el 6° piso, se conocieron más detalles de la inversión y los planes de Aluar para ampliar su planta y licitar otro parque eólico en breve. La foto del Presidente, los hermanos Sastre y Javier Madanes Quintanilla –dueño de Aluar- en uno de los balcones del hotel con el Golfo Nuevo de fondo y sonrientes, fue toda una señal de los planes que tienen todos.

Tanto Ricardo como Gustavo Sastre terminaron el martes más que satisfechos por la visita presidencial y dejaron entrever que desde la Casa Rosada les hicieron saber que estuvieron más cómodos. Alberto les dio una mano desde sus redes, mostrando su grata sorpresa por lo que representa Madryn en términos económicos. Era la primera vez que el Presidente visitaba la ciudad.

Qué pasará

Todos parecen estar viendo que va a pasar a partir del 15 de noviembre. Al 14 lo dan por perdido. Más allá de las críticas internas y el desbande, Linares tiene casi asegurada una banca en el Senado y la madrynense Eugenia Alianello (sastrista hasta la médula), otra en Diputados. Son los únicos que tendrán un consuelo. El resto, o se irá a su casa o empezará desde el llano la reconstrucción del peronismo. Tan necesaria como inevitable.

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23 OCT 2021 - 21:14

La visita del presidente Alberto Fernández a Chubut, lejos de haber sido una prenda de unión de cara a la difícil contienda electoral que se le avecina al peronismo dentro de tres domingos, sirvió en los hechos para remarcar las profundas diferencias que existen puertas adentro del PJ. Que de no mediar un milagro, comenzarán a dividir aguas la misma noche del 14 de noviembre.

Es loable que un presidente que sufrió una dura derrota en las PASO en casi todo el país venga a una de las provincias en donde el PJ la tiene más difícil de remontar. Pero ese gesto de Alberto Fernández no alcanza a explicar a qué estratega electoral se le ocurrió que una visita presidencial era indicada en este momento.

En el peronismo de Chubut, cada cual atendió su juego. El Presidente llegó a Comodoro y a las pocas horas ya estaba sufriendo los primeros efectos del libre albedrío peronista chubutense. Pocos minutos después de que el intendente de Trelew, Adrián Maderna, en medio de una transmisión oficial pusiera en su lugar a un desatento ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, varios medios nacionales ya habían encontrado la excusa para limar otro poco a Fernández.

Lo que dijo Maderna lo piensan muchos trelewenses, no solo los peronistas. Sonó fuerte pero es real: si hay un lugar en donde la crisis social está a la vuelta de la esquina y en Nación a pocos parece importarle, es la ciudad cabecera del Valle.

Otros creyeron ver detrás de las palabras de Maderna una movida de la nueva estrategia comunicacional que está estrenando el intendente. Riesgosa, por cierto.

Es tal el panorama que se vive en el peronismo que antes de las PASO había dos candidatos a gobernador para 2023 (Ricardo Sastre y Juan Pablo Luque) y hoy ya son tres, porque Maderna no oculta sus aspiraciones. El escenario que se abrirá tras las generales del 14 de noviembre es incierto. Todos tratarán de desmarcarse de la casi segura derrota y quedar más o menos en pie para los que viene. La tendrán difícil.

Agenda electoral

Tras la agenda institucional en Comodoro Rivadavia, el acto del Frente de Todos en la ciudad petrolera con el Presidente cerrando no dejó mucho. Discursos, arengas y auto convencimiento de que la historia se puede dar vuelta. Aunque ya casi nadie se inmola por semejante desafío. Por el contrario, algunos ya dan por hecho que el “techo de Carlitos”, en vez de subir, los aplasta contra el piso.

Por eso la estrategia electoral cambió drásticamente, al menos en algunos lugares. En la zona sur, por ejemplo, abundan los carteles con la imagen del intendente Luque por delante de la de los candidatos a senadores, Carlos Linares y Florencia Papaiani. El jefe comunal comodorense se puso al hombro la campaña pero sólo en su terruño. Algunos le sugirieron que no era lo más adecuado pero Luque sabe si quiere aspirar a más no puede permitir que el PJ vuelva a perder en Comodoro.

Turismo y energía

El paso de Alberto por Madryn tuvo otro perfil. Los hermanos Ricardo y Gustavo Sastre –que, dicho sea de paso, eligieron no estar en Comodoro Rivadavia y mostrar que la ruptura con sus antiguos aliados electorales es irreversible- le armaron al Presidente un escenario con empresarios del turismo. Afuera del hotel se escuchaban los bombos de la UOCRA, pero adentro se habló de cómo ayudar a salir más rápido de la crisis que generó la pandemia.

En una reunión más chica realizada en el 6° piso, se conocieron más detalles de la inversión y los planes de Aluar para ampliar su planta y licitar otro parque eólico en breve. La foto del Presidente, los hermanos Sastre y Javier Madanes Quintanilla –dueño de Aluar- en uno de los balcones del hotel con el Golfo Nuevo de fondo y sonrientes, fue toda una señal de los planes que tienen todos.

Tanto Ricardo como Gustavo Sastre terminaron el martes más que satisfechos por la visita presidencial y dejaron entrever que desde la Casa Rosada les hicieron saber que estuvieron más cómodos. Alberto les dio una mano desde sus redes, mostrando su grata sorpresa por lo que representa Madryn en términos económicos. Era la primera vez que el Presidente visitaba la ciudad.

Qué pasará

Todos parecen estar viendo que va a pasar a partir del 15 de noviembre. Al 14 lo dan por perdido. Más allá de las críticas internas y el desbande, Linares tiene casi asegurada una banca en el Senado y la madrynense Eugenia Alianello (sastrista hasta la médula), otra en Diputados. Son los únicos que tendrán un consuelo. El resto, o se irá a su casa o empezará desde el llano la reconstrucción del peronismo. Tan necesaria como inevitable.


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