El “Vikingo” Pugh, el desempleado que gambetea la angustia y hace vibrar a Gaiman con su coraje

Historia de vida del desempleado que juega al fútbol para no perder la cabeza y ayuda a Gaiman en su sueño patagónico. Por ahora vive con algunas changas.

26 OCT 2021 - 20:19 | Actualizado

Por Francisco Caputo

La desocupación es un drama social que excede las palabras. No tener un trabajo implica severas dificultades para conseguir el sustento diario, hecho que provoca un gran desgaste mental. Estar en la piel de una persona sin empleo fijo es sofocante.

Las válvulas de escape son indispensables, para poder evadirse un rato de la realidad y seguir en la batalla. Esa es la realidad de Axel Pugh, lateral por derecha titular de Gaiman FC en el Patagónico.

“Jugar al fútbol hace bien a la cabeza para desenchufarse y seguir en la pelea por encontrar laburo. Hacer deporte alivia”, narró el defensor de 23 años, que también puede jugar por el flanco izquierdo o de central.

Es apodado “Vikingo” por el parecido con “Floki”, personaje de una popular serie. Le rinde honor al sobrenombre puesto por Carlos Ancamil, compañero de plantel. Su esfuerzo y su compromiso le hicieron ganarse el reconocimiento gaimense.

Nacido en Dolavon, transforma la angustia en acción para aliviarse y además contribuye con el sueño del equipo, que es avanzar a la final del torneo federativo y jugar el Regional

El arribo y el coraje

Pugh es oriundo de Dolavon. Sin embargo, militar en Gaiman FC estaba predestinado. Es hijo de Néstor Omar Pugh, gloria del “Rojinegro”.

Residente en Bethesda durante años, emigró hace décadas, junto a su familia, a la localidad de las norias. Fue compañero de ´Cali´ Fernández, padre de los hermanos Denis y Mariano Fernández, que en la actualidad comparten equipo con el defensor. El destino no iba a privarse de ese reencuentro de sangre.

“Hice toda las infantiles e inferiores en Dolavon. Debuté en Primera y fui a Germinal, con Marcelo Pérez Álvarez por seis meses en 2019. Regresé al ´Verde´ y luego dejé de jugar por tres años”, comentó. “Había empezado a trabajar en una textil y prioricé eso”, indicó.

“Pero me mudé a Gaiman hace dos años. Renuncié a la textil por un cambio de puesto que no me había gustado. Además, a Betiana, mi pareja hace 8 años, le ofrecieron un trabajo acá”, indicó.

“Entonces empecé a buscar laburo (sic). Conseguí una changa en una avícola, donde me encontré a Ismael Marín, jugador de Gaiman. Le comenté que quería volver a jugar y surgió la posibilidad. Y así se dio en abril”, comentó. “Mi papá y mi mamá Graciela me ayudaron a tomar la decisión”, agregó Pugh, también apodado .

“El plantel y el cuerpo técnico de ´Cachi´ Viegas me recibieron de la mejor manera. Haber sido formado en Dolavon no fue un problema. Me recibieron todos con los brazos abiertos. Sin importar la camiseta que tenga puesta, no doy ninguna pelota por perdida”, relató Pugh.

“Arranqué después que todos, pero por suerte Gabriel Tomasellí, el ´profe´, es un fenómeno y me puso a punto”, acotó. “Empecé a jugar en Reserva y luego pude afianzarme en Primera”, añadió el defensor, también apodado “Viru” por unos rulos que ya no tiene.

“Estamos muy compenetrados con el objetivo, que es jugar el Regional. Desde mi punto de vista, nos está yendo bastante bien”, expresó.

“Perdimos unos puntos con Laprida por errores nuestro, pero tenemos un gran equipo para dar pelea. Goleamos a San Martín el domingo. Todo se definirá en Comodoro dentro de dos fines de semana y estamos preparados”, explicó.

La desocupación

Este presente deportivo con la falta de certezas sobre su realidad laboral. Hace tres meses, está desempleado.

“Si bien cuando está por llegar el partido trato de no pensar en esas cosas y meterme de lleno en el partido, pero en la semana se hace muy difícil estar sin trabajo porque no se encuentra nada. Solo alguna que otra changa”, expresó Pugh.

“Pero en mi situación se hace complicado porque estamos pagando un alquiler con mi señora. Me está apoyando en este momento donde estamos peleando el Patagónico y trato de meterme de lleno en los partidos que jugamos. Ella sabe que me hace bien el fútbol”, indicó.

La esperanza

“Todos me apoyan en este momento. Mis padres, mis hermanos Gabriel, Luciano y Aaron siempre están. Y lo mismo digo de toda la gente de Gaiman FC: jugadores de Primera y Reserva, dirigentes, el técnico, el ´profe´ y sus ayudantes”, comentó.

“Por ejemplo, Jorge Krebs, compañero del plantel, me consiguió una changa en la cereza. Ya se terminó, pero le agradezco mucho. Les agradezco a todos”, dijo. “No voy a perder la esperanza. Voy a encontrar un trabajo fijo y vamos a dar pelea hasta el final el Patagónico”, concluyó.

El “Vikingo” Axel Pugh, un orfebre en el arte de convertir el pesar en acción. De eso se trata la vida.

Enterate de las noticias de DEPORTES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
26 OCT 2021 - 20:19

Por Francisco Caputo

La desocupación es un drama social que excede las palabras. No tener un trabajo implica severas dificultades para conseguir el sustento diario, hecho que provoca un gran desgaste mental. Estar en la piel de una persona sin empleo fijo es sofocante.

Las válvulas de escape son indispensables, para poder evadirse un rato de la realidad y seguir en la batalla. Esa es la realidad de Axel Pugh, lateral por derecha titular de Gaiman FC en el Patagónico.

“Jugar al fútbol hace bien a la cabeza para desenchufarse y seguir en la pelea por encontrar laburo. Hacer deporte alivia”, narró el defensor de 23 años, que también puede jugar por el flanco izquierdo o de central.

Es apodado “Vikingo” por el parecido con “Floki”, personaje de una popular serie. Le rinde honor al sobrenombre puesto por Carlos Ancamil, compañero de plantel. Su esfuerzo y su compromiso le hicieron ganarse el reconocimiento gaimense.

Nacido en Dolavon, transforma la angustia en acción para aliviarse y además contribuye con el sueño del equipo, que es avanzar a la final del torneo federativo y jugar el Regional

El arribo y el coraje

Pugh es oriundo de Dolavon. Sin embargo, militar en Gaiman FC estaba predestinado. Es hijo de Néstor Omar Pugh, gloria del “Rojinegro”.

Residente en Bethesda durante años, emigró hace décadas, junto a su familia, a la localidad de las norias. Fue compañero de ´Cali´ Fernández, padre de los hermanos Denis y Mariano Fernández, que en la actualidad comparten equipo con el defensor. El destino no iba a privarse de ese reencuentro de sangre.

“Hice toda las infantiles e inferiores en Dolavon. Debuté en Primera y fui a Germinal, con Marcelo Pérez Álvarez por seis meses en 2019. Regresé al ´Verde´ y luego dejé de jugar por tres años”, comentó. “Había empezado a trabajar en una textil y prioricé eso”, indicó.

“Pero me mudé a Gaiman hace dos años. Renuncié a la textil por un cambio de puesto que no me había gustado. Además, a Betiana, mi pareja hace 8 años, le ofrecieron un trabajo acá”, indicó.

“Entonces empecé a buscar laburo (sic). Conseguí una changa en una avícola, donde me encontré a Ismael Marín, jugador de Gaiman. Le comenté que quería volver a jugar y surgió la posibilidad. Y así se dio en abril”, comentó. “Mi papá y mi mamá Graciela me ayudaron a tomar la decisión”, agregó Pugh, también apodado .

“El plantel y el cuerpo técnico de ´Cachi´ Viegas me recibieron de la mejor manera. Haber sido formado en Dolavon no fue un problema. Me recibieron todos con los brazos abiertos. Sin importar la camiseta que tenga puesta, no doy ninguna pelota por perdida”, relató Pugh.

“Arranqué después que todos, pero por suerte Gabriel Tomasellí, el ´profe´, es un fenómeno y me puso a punto”, acotó. “Empecé a jugar en Reserva y luego pude afianzarme en Primera”, añadió el defensor, también apodado “Viru” por unos rulos que ya no tiene.

“Estamos muy compenetrados con el objetivo, que es jugar el Regional. Desde mi punto de vista, nos está yendo bastante bien”, expresó.

“Perdimos unos puntos con Laprida por errores nuestro, pero tenemos un gran equipo para dar pelea. Goleamos a San Martín el domingo. Todo se definirá en Comodoro dentro de dos fines de semana y estamos preparados”, explicó.

La desocupación

Este presente deportivo con la falta de certezas sobre su realidad laboral. Hace tres meses, está desempleado.

“Si bien cuando está por llegar el partido trato de no pensar en esas cosas y meterme de lleno en el partido, pero en la semana se hace muy difícil estar sin trabajo porque no se encuentra nada. Solo alguna que otra changa”, expresó Pugh.

“Pero en mi situación se hace complicado porque estamos pagando un alquiler con mi señora. Me está apoyando en este momento donde estamos peleando el Patagónico y trato de meterme de lleno en los partidos que jugamos. Ella sabe que me hace bien el fútbol”, indicó.

La esperanza

“Todos me apoyan en este momento. Mis padres, mis hermanos Gabriel, Luciano y Aaron siempre están. Y lo mismo digo de toda la gente de Gaiman FC: jugadores de Primera y Reserva, dirigentes, el técnico, el ´profe´ y sus ayudantes”, comentó.

“Por ejemplo, Jorge Krebs, compañero del plantel, me consiguió una changa en la cereza. Ya se terminó, pero le agradezco mucho. Les agradezco a todos”, dijo. “No voy a perder la esperanza. Voy a encontrar un trabajo fijo y vamos a dar pelea hasta el final el Patagónico”, concluyó.

El “Vikingo” Axel Pugh, un orfebre en el arte de convertir el pesar en acción. De eso se trata la vida.


NOTICIAS RELACIONADAS