“Elal”, agua mineral de manantiales naturales

El proyecto familiar es de Ricardo Rojas, en un establecimiento rural con agua al pie del cerro. Buscan duplicar la producción ya que se expanden. El proceso busca no impactar en el ambiente y el nombre nació de la vinculación con una comunidad aborigen vecina. Su dueño brindó los detalles.

Símbolo. Un agua de manantial que pasa por un proceso que respeta el ambiente y le deja su conservar su sabor original, que es único.
21 NOV 2021 - 21:05 | Actualizado

En Ricardo Rojas, a 17 kilómetros del Río Mayo en un tradicional establecimiento rural creado en los albores del 1.800, una familia apuesta al trabajo y al desarrollo de nuevas estrategias comerciales sin perder la esencia “campera”. Bisabuelos; abuelos, tíos, hijos y parientes fueron parte de la herencia más valiosa, la de ponerle el cuerpo a la distancia y emprender nuevos desafíos.

En estos tiempos una estancia y el trabajo que implica no parecen estar en el radar de las nuevas generaciones. Dueños y propietarios eligen vivir “en la ciudad” y en muchos casos, vender sus tierras y mudar a sus familias. “Nos dedicamos al campo pero con el plus de que teníamos manantiales al pie del cerro cerca del casco de la estancia. Siempre decíamos que no había como el agua del campo y que su sabor era único”.

El proyecto de Agua Mineral Elal nació en 2018 y el avance lo llevó a comercializar en Río Mayo, Comodoro Rivadavia, Sarmiento y próximamente Rada Tilly con la perspectiva de aumentar los puntos de venta. “Cuando iniciamos el proyecto, lo primero que nos aseguramos era ver la calidad del agua y que sea apta para comercializar. Contratamos a una ingeniera en alimentos que nos dijo las particularidades y las virtudes del agua, baja en sodio y alcalina”, indicó Mario Loyaute. El lógico temor inicial tuvo que ver con el nivel de la inversión requerido y no tanto con la perspectiva del negocio. “No tuvimos ninguna ayuda y lo hicimos con la familia, todos aportaron para lograr este proyecto”.

Loyaute describe el proceso que desde lo sustancial, diferencia al agua potabilizada que suele comercializarse en las ciudades mediante un filtrado previo en los tanques de llenado como fuera de la máquina. “El principal componente que tiene la máquina es el proceso de ozonizado que lo que hace es matar las bacterias y todo lo que pueda llegar a tener el agua. Una vez que esté el producto en el bidón pueda mantenerse sin impurezas. El ozono mata todas esas bacterias pero no altera ningún componente físico químico del agua tal cual sale del manantial”, explicó a Cadena Tiempo Comodoro.

Elal avanzó hasta producir bidones retornables de doce y veinte litros aptos para dispensers. “Es lo más práctico para comenzar pero no nos limita por la cuestión de que el bidón sea retornable”.

“Estamos analizando –dijo Loyaute- expandir el depósito y estamos iniciando un proceso para duplicar la producción ya que la actual queda chica”. Se busca desarrollar una máquina de llenado de botellas de medio litro y de un litro a mediano plazo. Son tres las personas directamente afectadas a la Planta de Agua Mineral aunque con la proyección de aumentar la cantidad de personal incluyendo el depósito y el reparto de la mano del lógico proceso de expansión.

“Cada vez la gente se concientiza en el uso del agua y las problemáticas del consumo de la canilla. Hay ciudades con buena potabilización pero otras que no. Si bien hay competencia el mercado da lugar para todos los que estamos sumándonos y los que vienen hace tiempo en el rubro. Todo podemos desarrollarnos sin problemas”. El desarrollo inmediato apunta a destacar las bondades del producto; mostrar el lugar natural en el que se extrae y las características físicoquímicas del agua. “La gente debe poder ver de dónde sale el agua y cómo es la zona y la planta. Queremos transmitir la vida del campo a través de la marca y por eso queremos darle la particularidad al proyecto del cuidado del ambiente con el proceso de cómo tratamos los productos. No usamos nada que pueda impactar la tierra, ni la actividad del campo que es lo que vamos a priorizar siempre”.

El nombre surge de la vinculación con El Chalía, comunidad aborigen vecina a pocos kilómetros. Elal, creador de los tehuelches, fue maestro de la caza y un “dios educador” para los originarios. Hoy es un nombre que referencia la zona y el producto, nada casual sino puramente genuino. #

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Símbolo. Un agua de manantial que pasa por un proceso que respeta el ambiente y le deja su conservar su sabor original, que es único.
21 NOV 2021 - 21:05

En Ricardo Rojas, a 17 kilómetros del Río Mayo en un tradicional establecimiento rural creado en los albores del 1.800, una familia apuesta al trabajo y al desarrollo de nuevas estrategias comerciales sin perder la esencia “campera”. Bisabuelos; abuelos, tíos, hijos y parientes fueron parte de la herencia más valiosa, la de ponerle el cuerpo a la distancia y emprender nuevos desafíos.

En estos tiempos una estancia y el trabajo que implica no parecen estar en el radar de las nuevas generaciones. Dueños y propietarios eligen vivir “en la ciudad” y en muchos casos, vender sus tierras y mudar a sus familias. “Nos dedicamos al campo pero con el plus de que teníamos manantiales al pie del cerro cerca del casco de la estancia. Siempre decíamos que no había como el agua del campo y que su sabor era único”.

El proyecto de Agua Mineral Elal nació en 2018 y el avance lo llevó a comercializar en Río Mayo, Comodoro Rivadavia, Sarmiento y próximamente Rada Tilly con la perspectiva de aumentar los puntos de venta. “Cuando iniciamos el proyecto, lo primero que nos aseguramos era ver la calidad del agua y que sea apta para comercializar. Contratamos a una ingeniera en alimentos que nos dijo las particularidades y las virtudes del agua, baja en sodio y alcalina”, indicó Mario Loyaute. El lógico temor inicial tuvo que ver con el nivel de la inversión requerido y no tanto con la perspectiva del negocio. “No tuvimos ninguna ayuda y lo hicimos con la familia, todos aportaron para lograr este proyecto”.

Loyaute describe el proceso que desde lo sustancial, diferencia al agua potabilizada que suele comercializarse en las ciudades mediante un filtrado previo en los tanques de llenado como fuera de la máquina. “El principal componente que tiene la máquina es el proceso de ozonizado que lo que hace es matar las bacterias y todo lo que pueda llegar a tener el agua. Una vez que esté el producto en el bidón pueda mantenerse sin impurezas. El ozono mata todas esas bacterias pero no altera ningún componente físico químico del agua tal cual sale del manantial”, explicó a Cadena Tiempo Comodoro.

Elal avanzó hasta producir bidones retornables de doce y veinte litros aptos para dispensers. “Es lo más práctico para comenzar pero no nos limita por la cuestión de que el bidón sea retornable”.

“Estamos analizando –dijo Loyaute- expandir el depósito y estamos iniciando un proceso para duplicar la producción ya que la actual queda chica”. Se busca desarrollar una máquina de llenado de botellas de medio litro y de un litro a mediano plazo. Son tres las personas directamente afectadas a la Planta de Agua Mineral aunque con la proyección de aumentar la cantidad de personal incluyendo el depósito y el reparto de la mano del lógico proceso de expansión.

“Cada vez la gente se concientiza en el uso del agua y las problemáticas del consumo de la canilla. Hay ciudades con buena potabilización pero otras que no. Si bien hay competencia el mercado da lugar para todos los que estamos sumándonos y los que vienen hace tiempo en el rubro. Todo podemos desarrollarnos sin problemas”. El desarrollo inmediato apunta a destacar las bondades del producto; mostrar el lugar natural en el que se extrae y las características físicoquímicas del agua. “La gente debe poder ver de dónde sale el agua y cómo es la zona y la planta. Queremos transmitir la vida del campo a través de la marca y por eso queremos darle la particularidad al proyecto del cuidado del ambiente con el proceso de cómo tratamos los productos. No usamos nada que pueda impactar la tierra, ni la actividad del campo que es lo que vamos a priorizar siempre”.

El nombre surge de la vinculación con El Chalía, comunidad aborigen vecina a pocos kilómetros. Elal, creador de los tehuelches, fue maestro de la caza y un “dios educador” para los originarios. Hoy es un nombre que referencia la zona y el producto, nada casual sino puramente genuino. #


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