Una lavandería colapsada
Las trabajadoras de esa área del Hospital de Trelew se quejan: sólo funciona un lavarropas y las condiciones edilicias son muy precarias.
El sector de lavandería del Hospital de Trelew está colapsado. Se ubica en el subsuelo y debe lavar 400 sábanas y cubrecamas por día. Un solo lavarropas funciona pero pierde agua y hay riesgo constante de electrocución. Las trabajadoras del área dicen que no pueden seguir en esas condiciones.
Nancy Aguilera, ropera, calificó la situación como “grave”. “Mantenemos un sistema de trabajo que nos corresponde como hospital, traen acá la indumentaria de los Centros de Salud, los CAPS, Salud Mental, Materno Infantil , Pichi Anai, etcétera. No tenemos los equipos necesarios para cumplir nuestra función lamentablemente, las maquinarias no funcionan hace más de dos años. Tenemos un solo lavarropas chico. Nos exigen sacar la ropa. Nos habían mandado al Pedro Déttori para hacer parte de nuestro trabajo. ¿Cómo hacemos para lavar y secar 400 sábanas y cubrecamas diarias mañana y tarde? Continuamos en el día y al siguiente. Es lugar cerrado. Insalubre. Aquí tenemos que recibir los quirófanos del materno, partos y más”.
Patricia Harris, de la Asociación Trabajadores del Estado, advirtió que “esta situación la venimos hablando hace tiempo. Estamos desde la pandemia. Era peor el trabajo porque las chicas estaban saturadas. Están trabajando con su ropa, la compran ellas. Al director le dijimos que no daba para más. Son dos chicas de planta., la jefa y el resto de las chicas que son de cooperativas. Llevan dos meses y medio sin cobrar. Hay 40 chicas acá adentro”, advirtió. “Hace un año y medio que los equipos no andan más. La secadora estuvo rota 6 meses. Llevaban la ropa húmeda, cargaban en bolsas, la subían a los carros y las bajaban para secar en el Hogar Pedro Dettori”.
Un abogado de la Dirección “tomó nota de lo que se necesitaba. Aún nada de respuestas. En la reunión dijo que en esas condiciones se tiene que clausurar, ante 20 trabajadores”.
La gremialista sentenció que “si no dan solución se cierra el lavadero. La gente saca la suciedad a mano. Están con ropa de calle. No tienen salida de emergencia. Los días de calor no se puede respirar. Gotean transpiración. La plancha no funciona pero hace un ruido que parece una sirena”.
Nancy aclaró que “la gente no se niega a trabajar. El lugar está en malas condiciones, ya no da para más. Nuestra calefacción son las ventanas y un ventilador que en lugar de frío da calor. Y no tenemos heladera”. #
El sector de lavandería del Hospital de Trelew está colapsado. Se ubica en el subsuelo y debe lavar 400 sábanas y cubrecamas por día. Un solo lavarropas funciona pero pierde agua y hay riesgo constante de electrocución. Las trabajadoras del área dicen que no pueden seguir en esas condiciones.
Nancy Aguilera, ropera, calificó la situación como “grave”. “Mantenemos un sistema de trabajo que nos corresponde como hospital, traen acá la indumentaria de los Centros de Salud, los CAPS, Salud Mental, Materno Infantil , Pichi Anai, etcétera. No tenemos los equipos necesarios para cumplir nuestra función lamentablemente, las maquinarias no funcionan hace más de dos años. Tenemos un solo lavarropas chico. Nos exigen sacar la ropa. Nos habían mandado al Pedro Déttori para hacer parte de nuestro trabajo. ¿Cómo hacemos para lavar y secar 400 sábanas y cubrecamas diarias mañana y tarde? Continuamos en el día y al siguiente. Es lugar cerrado. Insalubre. Aquí tenemos que recibir los quirófanos del materno, partos y más”.
Patricia Harris, de la Asociación Trabajadores del Estado, advirtió que “esta situación la venimos hablando hace tiempo. Estamos desde la pandemia. Era peor el trabajo porque las chicas estaban saturadas. Están trabajando con su ropa, la compran ellas. Al director le dijimos que no daba para más. Son dos chicas de planta., la jefa y el resto de las chicas que son de cooperativas. Llevan dos meses y medio sin cobrar. Hay 40 chicas acá adentro”, advirtió. “Hace un año y medio que los equipos no andan más. La secadora estuvo rota 6 meses. Llevaban la ropa húmeda, cargaban en bolsas, la subían a los carros y las bajaban para secar en el Hogar Pedro Dettori”.
Un abogado de la Dirección “tomó nota de lo que se necesitaba. Aún nada de respuestas. En la reunión dijo que en esas condiciones se tiene que clausurar, ante 20 trabajadores”.
La gremialista sentenció que “si no dan solución se cierra el lavadero. La gente saca la suciedad a mano. Están con ropa de calle. No tienen salida de emergencia. Los días de calor no se puede respirar. Gotean transpiración. La plancha no funciona pero hace un ruido que parece una sirena”.
Nancy aclaró que “la gente no se niega a trabajar. El lugar está en malas condiciones, ya no da para más. Nuestra calefacción son las ventanas y un ventilador que en lugar de frío da calor. Y no tenemos heladera”. #