La vigilia de los fans de Djokovic en las puertas del hotel de cuarentena de Carlton, donde se encuentra alojado. Lugar al que el gobierno serbio calificó de “infame”... pic.twitter.com/n5bdKEavkM
— SportsCenter (@SC_ESPN) January 6, 2022
En una audiencia celebrada este jueves en la ciudad, el abogado del Estado australiano Christopher Tran aseguró que el Gobierno no tiene previsto expulsar al serbio antes del lunes, cuando se realice una segunda mediación judicial.
La primera comunicación del tenista desde que aterrizó en el país oceánico habría sido un escueto mensaje a la familia: “¡Dios todo lo ve! La moralidad y la ética como los más grandes ideales son las estrellas que guían hacia la elevación espiritual. Mi gracia es espiritual, y su riqueza material", escribió Novak desde su teléfono celular, según su hermano Djordje. "Mi hermano no es un criminal, es un atleta", agregó.
Srdjan Djokovic, padre del tenista, consideró que su hijo Novak "está siendo crucificado" por la decisión de no vacunarse contra el coronavirus, lo que le generó un conflicto en su intento de entrar a Australia para jugar el primer Grand Slam del año a partir del 17 de enero.
“Jesús fue crucificado en la cruz, y todo le fue hecho, pero él está vivo entre nosotros incluso hoy. Ahora Novak está siendo crucificado, le están haciendo de todo. Pero él resistirá", aseguró Djokovic padre en declaraciones al diario serbio Telegraf.
"Nole", de conocida posición contraria a la vacuna, viajó a Melbourne para disputar el Abierto de Australia a partir del 17 de enero luego de conseguir una "exención médica" por parte de las autoridades oceánicas.
Sin embargo, al aterrizar este miércoles en la ciudad del estado de Victoria, el serbio quedó retenido por el personal de Migraciones del Aeropuerto Internacional Tullamarine debido a un problema con su visado.
Agentes de la Fuerza Fronteriza de Australia (ABF) lo escoltaron hasta una oficina de la estación aérea, donde el tenista fue interrogado durante horas sin acceso a su teléfono celular, según denunciaron desde su entorno.
El incidente se convirtió en un escándalo diplomático cuando el presidente serbio Aleksandar Vucic acusó a las autoridades australianas de "maltrato" al número 1 del tenis y de ejercer una "caza política".
Posteriormente, la fuerza de control migratorio de Australia defendió su procedimiento en un comunicado: “La ABF continuará asegurándose de que quienes lleguen a nuestra frontera cumplan con nuestras leyes y requisitos de entrada".Nole Djokovic, aislado en Australia, se asomó a la ventana y saludó a sus fanáticos, los que lo apoyan en este momento. pic.twitter.com/3ZrRBCKBva
— SportsCenter (@SC_ESPN) January 6, 2022
"La ABF puede confirmar que el Sr. Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y, posteriormente, se canceló su visa. Los no ciudadanos que no tengan una visa válida a la entrada o que hayan cancelado su visa serán detenidos y expulsados de Australia”, aclaró el organismo.
Djokovic, de 34 años, no aportó evidencia de tener la vacunación completa, o justificación para estar eximido de ella, dijo el primer ministro Scott Morrison. "Las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras. Nadie está por encima de las reglas", aseguró en una conferencia de prensa reproducida por la agencia AFP.
Un grupo de aficionados se congregó en el Park Hotel de Melbourne donde el tenista para pedir por su liberación. El establecimiento, usado como centro de cuarentena durante el año pasado, también alberga detenidos que fueron trasladados desde las islas de Manus y Naur.
Djokovic acudió a Australia después de anunciar que había conseguido un permiso sanitario para jugar el Aus Open en busca de su décimo título y de batir el récord de 20 Grand Slams que ahora comparte con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.
En el pasado, el número 1 del ranking ATP hizo pública su oposición a la vacuna contra el coronavirus y se negó repetidamente a confirmar si se había inoculado por considerarlo un acto de reserva personal.
El Abierto de Australia exige que todos sus participantes deben estar vacunados o disponer de una exención otorgada por dos comités de expertos independientes.
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En una audiencia celebrada este jueves en la ciudad, el abogado del Estado australiano Christopher Tran aseguró que el Gobierno no tiene previsto expulsar al serbio antes del lunes, cuando se realice una segunda mediación judicial.
La primera comunicación del tenista desde que aterrizó en el país oceánico habría sido un escueto mensaje a la familia: “¡Dios todo lo ve! La moralidad y la ética como los más grandes ideales son las estrellas que guían hacia la elevación espiritual. Mi gracia es espiritual, y su riqueza material", escribió Novak desde su teléfono celular, según su hermano Djordje. "Mi hermano no es un criminal, es un atleta", agregó.
Srdjan Djokovic, padre del tenista, consideró que su hijo Novak "está siendo crucificado" por la decisión de no vacunarse contra el coronavirus, lo que le generó un conflicto en su intento de entrar a Australia para jugar el primer Grand Slam del año a partir del 17 de enero.
“Jesús fue crucificado en la cruz, y todo le fue hecho, pero él está vivo entre nosotros incluso hoy. Ahora Novak está siendo crucificado, le están haciendo de todo. Pero él resistirá", aseguró Djokovic padre en declaraciones al diario serbio Telegraf.
"Nole", de conocida posición contraria a la vacuna, viajó a Melbourne para disputar el Abierto de Australia a partir del 17 de enero luego de conseguir una "exención médica" por parte de las autoridades oceánicas.
Sin embargo, al aterrizar este miércoles en la ciudad del estado de Victoria, el serbio quedó retenido por el personal de Migraciones del Aeropuerto Internacional Tullamarine debido a un problema con su visado.
Agentes de la Fuerza Fronteriza de Australia (ABF) lo escoltaron hasta una oficina de la estación aérea, donde el tenista fue interrogado durante horas sin acceso a su teléfono celular, según denunciaron desde su entorno.
El incidente se convirtió en un escándalo diplomático cuando el presidente serbio Aleksandar Vucic acusó a las autoridades australianas de "maltrato" al número 1 del tenis y de ejercer una "caza política".
Posteriormente, la fuerza de control migratorio de Australia defendió su procedimiento en un comunicado: “La ABF continuará asegurándose de que quienes lleguen a nuestra frontera cumplan con nuestras leyes y requisitos de entrada".Nole Djokovic, aislado en Australia, se asomó a la ventana y saludó a sus fanáticos, los que lo apoyan en este momento. pic.twitter.com/3ZrRBCKBva
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"La ABF puede confirmar que el Sr. Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y, posteriormente, se canceló su visa. Los no ciudadanos que no tengan una visa válida a la entrada o que hayan cancelado su visa serán detenidos y expulsados de Australia”, aclaró el organismo.
Djokovic, de 34 años, no aportó evidencia de tener la vacunación completa, o justificación para estar eximido de ella, dijo el primer ministro Scott Morrison. "Las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras. Nadie está por encima de las reglas", aseguró en una conferencia de prensa reproducida por la agencia AFP.
Un grupo de aficionados se congregó en el Park Hotel de Melbourne donde el tenista para pedir por su liberación. El establecimiento, usado como centro de cuarentena durante el año pasado, también alberga detenidos que fueron trasladados desde las islas de Manus y Naur.
Djokovic acudió a Australia después de anunciar que había conseguido un permiso sanitario para jugar el Aus Open en busca de su décimo título y de batir el récord de 20 Grand Slams que ahora comparte con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.
En el pasado, el número 1 del ranking ATP hizo pública su oposición a la vacuna contra el coronavirus y se negó repetidamente a confirmar si se había inoculado por considerarlo un acto de reserva personal.
El Abierto de Australia exige que todos sus participantes deben estar vacunados o disponer de una exención otorgada por dos comités de expertos independientes.