78 horas en micro y 5.416 kilómetros: la odisea de un club de Chubut para jugar un partido

Se trata de Huracán de Comodoro Rivadavia, que en mayo de 2014 debió realizar esa travesía para jugar los cuartos de final del Argentino B de aquel año. El viaje fue bautizado como "El Bondiolazo del Globo".

Imagen de varios de los futbolistas de Huracán de Comodoro que hicieron el viaje interminable.
23 ENE 2022 - 16:58 | Actualizado

Por Francisco Caputo

En época de definiciones en el Regional, la ocasión para recodar historias es inmejorable.

Hace ocho años, un equipo viajó 78 horas en micro para jugar un mano a mano. Es la historia de Huracán de Comodoro, que viajó por vía terrestre a Jujuy para disputar los cuartos de final de ida del Argentino B 13/14.

Al asumir Pablo Toviggino como presidente del Consejo Federal en 2016, se implementó la regionalización, sistema que desterró esos viajes interminables. Pero en 2014, la historia era otra.

“Fue toda una experiencia. Fue un viaje eterno y las cosas económicamente no estaban bien en Huracán. Pero destaco el compañerismo entre los distintos jugadores”, narró a Jornada Facundo Ercoreca, uno de los jugadores de aquel equipo.

"Las horas que pasamos arriba del micro debenser un récord mundial", le dijo el DT del equipo,Rogger Morales,a Clarín en su momento.

El "Bondiolazo del Globo"

En mayo del 2014, eran otros tiempos. Se disputaban los cuartos de final del Argentino B de aquella temporada. Eran las épocas de los torneos federales de infinito kilometraje, que disparaban los costos de los clubes.

Al no haber regionalización, un club de la Patagonia podía cruzarse con otro de Jujuy en esa etapa. Y eso ocurrió. La ida fue programada el 11 en Palpalá, la casa de Altos Hornos, mientras que la vuelta se fijó para el sábado 17 en el César Muñoz.

Desde Huracán, que no atravesaba un buen pasar económico y le debía meses de sueldo a los jugadores, se optó por realizar viajar por tierra. El presidente era Ariel "Cucha" Vidal. El "Globo", se recuerda, es el equipo de Chubut con mayor cantidad de participaciones en los viejos Nacionales. Sumó tres presencias en esos torneos.

El trayecto consta de 5.416 kilómetros, distancia superior a la existente entre La Quiaca y Ushuaia. Eso se tradujo en 78 horas arriba de un micro para el plantel de Huracán. Fue una circunstancia inverósimil en la historia del fútbol mundial, potenciada por tratarse de un torneo de cuarta división.

“La ida fue un miércoles a la noche, llegamos el viernes al mediodía. Fueron 38 horas de ida. Jugamos el domingo y volvimos. Tardamos 40 horas porque el micro se rompió al llegar a Comodoro”, expresó Ercoreca.

El viaje sin fin

Los futbolistas de aquel equipo bautizaron el viaje como el “Bondiolazo del Globo”.

Además de Ercoreca, estos apellidos integraban el plantel: Esteban “Piojo” López, José Luis “Chila” Alcaín, Ezequiel “Huevo” Llesona, Cristian Millahual , Iván Calfú, César Villaroel, Franco Antignir, Agustín Gil Clarotti, Ariel “Manteca” Martínez, Mauro Brizuela yMartín “La Vieja Peta” Sánchez.

Todos ellos hacían peripecias arriba del micro para acomodar el cuerpo a la extensa travesía. “Como íbamos durmiendo, había colchones en el medio y otros cruzados arriba. Cuando uno quería ir para adelante a jugar a las cartas o tomar mate, pasábamos por arriba de los colchones”, indicó.

“Para pasar el tiempo, veíamos películas. El Conjuro, por ejemplo. Estábamos todos cagados (sic) hasta las patas”, expresó Ercoreca, de 30 años.

El partido

Al llegar a Jujuy, se instalaron. “Era un hotel de aquellos en Perico, donde Independiente había hecho la pretemporada”, acotó.

Sin embargo, un viaje de esa extensión causó repercusiones físicas. Hubo derrota en la ida por 2-0. “El cansancio por el viaje nos pasó factura en el partido. Nos quedamos sin piernas en el segundo tiempo y ahí nos hicieron los goles. No era para 2-0”, agregó Ercoreca.

Emprendieron la vuelta, que incluyó la citada demora en el ingreso a Comodoro. “Al llegar, un miércoles por la mañana, pusimos las piernas en tanques de hielo. Fueron muchas horas de viaje”, relató Ercoreca.

“Esas horas de viaje también afectaron la vuelta. Empezamos ganando 1-0, pero luego nos caímos físicamente y empatamos 2-2”, resaltó.

“Hubo una multitud en la cancha de Huracán para vernos. Tuvo un marco como pocas veces tuvo en este tiempo. La gente nos reconoció el esfuerzo que hicimos”, concluyó Ercoreca.

Viajar 78 horas para jugar al fútbol es una definición de amor que la Real Academia Española debería incorporar. Aquel plantel de Huracán de Comodoro Rivadavia se lo ganó en cancha y a bordo de un micro.

Enterate de las noticias de DEPORTES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
Imagen de varios de los futbolistas de Huracán de Comodoro que hicieron el viaje interminable.
23 ENE 2022 - 16:58

Por Francisco Caputo

En época de definiciones en el Regional, la ocasión para recodar historias es inmejorable.

Hace ocho años, un equipo viajó 78 horas en micro para jugar un mano a mano. Es la historia de Huracán de Comodoro, que viajó por vía terrestre a Jujuy para disputar los cuartos de final de ida del Argentino B 13/14.

Al asumir Pablo Toviggino como presidente del Consejo Federal en 2016, se implementó la regionalización, sistema que desterró esos viajes interminables. Pero en 2014, la historia era otra.

“Fue toda una experiencia. Fue un viaje eterno y las cosas económicamente no estaban bien en Huracán. Pero destaco el compañerismo entre los distintos jugadores”, narró a Jornada Facundo Ercoreca, uno de los jugadores de aquel equipo.

"Las horas que pasamos arriba del micro debenser un récord mundial", le dijo el DT del equipo,Rogger Morales,a Clarín en su momento.

El "Bondiolazo del Globo"

En mayo del 2014, eran otros tiempos. Se disputaban los cuartos de final del Argentino B de aquella temporada. Eran las épocas de los torneos federales de infinito kilometraje, que disparaban los costos de los clubes.

Al no haber regionalización, un club de la Patagonia podía cruzarse con otro de Jujuy en esa etapa. Y eso ocurrió. La ida fue programada el 11 en Palpalá, la casa de Altos Hornos, mientras que la vuelta se fijó para el sábado 17 en el César Muñoz.

Desde Huracán, que no atravesaba un buen pasar económico y le debía meses de sueldo a los jugadores, se optó por realizar viajar por tierra. El presidente era Ariel "Cucha" Vidal. El "Globo", se recuerda, es el equipo de Chubut con mayor cantidad de participaciones en los viejos Nacionales. Sumó tres presencias en esos torneos.

El trayecto consta de 5.416 kilómetros, distancia superior a la existente entre La Quiaca y Ushuaia. Eso se tradujo en 78 horas arriba de un micro para el plantel de Huracán. Fue una circunstancia inverósimil en la historia del fútbol mundial, potenciada por tratarse de un torneo de cuarta división.

“La ida fue un miércoles a la noche, llegamos el viernes al mediodía. Fueron 38 horas de ida. Jugamos el domingo y volvimos. Tardamos 40 horas porque el micro se rompió al llegar a Comodoro”, expresó Ercoreca.

El viaje sin fin

Los futbolistas de aquel equipo bautizaron el viaje como el “Bondiolazo del Globo”.

Además de Ercoreca, estos apellidos integraban el plantel: Esteban “Piojo” López, José Luis “Chila” Alcaín, Ezequiel “Huevo” Llesona, Cristian Millahual , Iván Calfú, César Villaroel, Franco Antignir, Agustín Gil Clarotti, Ariel “Manteca” Martínez, Mauro Brizuela yMartín “La Vieja Peta” Sánchez.

Todos ellos hacían peripecias arriba del micro para acomodar el cuerpo a la extensa travesía. “Como íbamos durmiendo, había colchones en el medio y otros cruzados arriba. Cuando uno quería ir para adelante a jugar a las cartas o tomar mate, pasábamos por arriba de los colchones”, indicó.

“Para pasar el tiempo, veíamos películas. El Conjuro, por ejemplo. Estábamos todos cagados (sic) hasta las patas”, expresó Ercoreca, de 30 años.

El partido

Al llegar a Jujuy, se instalaron. “Era un hotel de aquellos en Perico, donde Independiente había hecho la pretemporada”, acotó.

Sin embargo, un viaje de esa extensión causó repercusiones físicas. Hubo derrota en la ida por 2-0. “El cansancio por el viaje nos pasó factura en el partido. Nos quedamos sin piernas en el segundo tiempo y ahí nos hicieron los goles. No era para 2-0”, agregó Ercoreca.

Emprendieron la vuelta, que incluyó la citada demora en el ingreso a Comodoro. “Al llegar, un miércoles por la mañana, pusimos las piernas en tanques de hielo. Fueron muchas horas de viaje”, relató Ercoreca.

“Esas horas de viaje también afectaron la vuelta. Empezamos ganando 1-0, pero luego nos caímos físicamente y empatamos 2-2”, resaltó.

“Hubo una multitud en la cancha de Huracán para vernos. Tuvo un marco como pocas veces tuvo en este tiempo. La gente nos reconoció el esfuerzo que hicimos”, concluyó Ercoreca.

Viajar 78 horas para jugar al fútbol es una definición de amor que la Real Academia Española debería incorporar. Aquel plantel de Huracán de Comodoro Rivadavia se lo ganó en cancha y a bordo de un micro.


NOTICIAS RELACIONADAS