Dos ríos claves, con sus caudales por debajo de los promedios históricos

Son el Chubut y el Senguer, que abastecen al 70% de los chubutenses. El relevamiento da cuenta de una situación crítica.

21 MAR 2022 - 23:25 | Actualizado

Con motivo de conmemorarse el Día Mundial del Agua, el Grupo Técnico del Comité de Cuenca del Río Chubut, integrado por profesionales de instituciones científicas y académicas de la provincia, ingresará hoy por Mesa de Entrada de la Legislatura un informe técnico sobre la emergencia hídrica de las cuencas del Río Chubut y del Río Senguer.

El informe fue elaborado con el objetivo de aportar elementos que apoyen la toma de decisiones en el marco de la actual crisis hídrica y que permitan anticiparse mejor a futuras situaciones de escasez de agua.

Está focalizado en las principales cuencas hídricas superficiales de la provincia, la cuenca del Río Chubut y la del Río Senguer, que abastecen de agua a más del 70% de la población provincial y donde se ubican las localidades con el mayor crecimiento demográfico de la provincia.

Cambio climático

Los principales resultados indican que ambas cuencas en los últimos años registran precipitaciones y caudales por debajo de los valores medios históricos. La precipitación tiene una marcada variabilidad estacional e interanual. Sumado a esta variabilidad natural, en las nacientes del Río Chubut se registra una tendencia significativa de disminución de precipitaciones asociada a los efectos del cambio climático.

En la cabecera de cuenca del Río Chubut la precipitación de los últimos 10 años es aproximadamente la mitad del promedio histórico y durante los últimos 7 años la precipitación ha resultado deficitaria. En el Río Senguer esto ocurre desde hace 4 años.

En las nacientes del Río Chubut se suma además una significativa tendencia decreciente en la precipitación que continuará en el futuro. Respecto a los caudales, el río Chubut registra valores anuales inferiores al promedio desde el año 2010, mientras que en el Río Senguer los caudales anuales son inferiores al promedio desde el año 2015.

Además, en la cabecera de cuenca del Río Chubut se registra un significativo aumento de la temperatura y disminución de caudal desde 1960 hasta la actualidad.

En el último año en particular se han cuantificado déficits de precipitación mayores al 85% y 55% en las cabeceras de estas cuencas, regiones donde se produce el agua que alimenta los principales cursos superficiales. Como resultado de esto, los caudales actuales de ingreso al Dique Ameghino están por debajo de los valores mensuales mínimos medios, mientras que el nivel del lago Musters durante octubre de 2021 se mantuvo 0.88 m. por debajo de los valores históricos de nivel registrados para ese mes.

Situación del VIRCH

A los problemas de disponibilidad de agua se suman problemas de calidad de agua que se ven intensificados en situaciones de escasez hídrica.

En el Valle del Río Chubut los principales problemas de calidad del agua se asocian a aumentos de salinidad y de turbidez. A su vez, es necesario controlar niveles de contaminantes en el agua que se han detectado en sedimentos fluviales (por ejemplo, pesticidas) sobre todo en época de riego y de caudales bajos. Uno de los análisis prioritarios para ambos sistemas hídricos es la definición de caudales ambientales; sin embargo, en ninguna de las dos cuencas existen registros públicos y abiertos de parámetros bioquímicos que permitan realizar análisis cuantitativos, estimar tendencias y realizar proyecciones.

En la cuenca del Río Senguer no se registran problemas en la calidad del agua.

Ante esta situación de escasez hídrica, aumento poblacional y tensión por los distintos usos del agua, es necesario fortalecer la coordinación entre acciones públicas y privadas y entre actores sociales en distintos niveles de gestión, consolidando una gobernanza colaborativa.

Si bien la Provincia del Chubut estipula en su marco jurídico-institucional el funcionamiento de espacios intersectoriales como los comités de cuenca y de emergencia, estos no han sido convocados en forma sistemática ni en momentos críticos. Dado el carácter multinivel de la gestión del agua en la provincia y la poca gravitación de estos espacios institucionales, se observa una fragmentación en las acciones, prácticas y políticas relacionadas con el uso y gestión del agua en el territorio.

Problemas a futuro

Las tendencias deficitarias continuarán en el contexto del cambio climático. Hacia fines de siglo se estima una disminución de la cantidad de agua media anual en la cabecera del Río Chubut del orden del 40%.

En la cuenca del Río Senguer las proyecciones futuras para el caudal en el contexto de cambio climático no son tan claras. Esta cuenca se ubica entre dos grandes regiones en las que los caudales de los principales ríos indican tendencias opuestas.

Los ríos hacia el norte del Senguer muestran tendencias negativas mientras que hacia el sur, como por ejemplo el caudal del Río Santa Cruz, tienen tendencias positivas.

La cobertura de nieve en latitudes medias de los Andes registra una tendencia negativa de 15% por década para el período 1986-2018 y se proyecta que estas tendencias negativas continúen en el futuro.

De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, se espera que las condiciones de La Niña (fenómeno que favorece condiciones de sequías) continúen hasta finales del verano con una alta probabilidad del 97% y que haya una transición a condiciones neutrales hacia el abril-junio con una probabilidad de 60%.

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21 MAR 2022 - 23:25

Con motivo de conmemorarse el Día Mundial del Agua, el Grupo Técnico del Comité de Cuenca del Río Chubut, integrado por profesionales de instituciones científicas y académicas de la provincia, ingresará hoy por Mesa de Entrada de la Legislatura un informe técnico sobre la emergencia hídrica de las cuencas del Río Chubut y del Río Senguer.

El informe fue elaborado con el objetivo de aportar elementos que apoyen la toma de decisiones en el marco de la actual crisis hídrica y que permitan anticiparse mejor a futuras situaciones de escasez de agua.

Está focalizado en las principales cuencas hídricas superficiales de la provincia, la cuenca del Río Chubut y la del Río Senguer, que abastecen de agua a más del 70% de la población provincial y donde se ubican las localidades con el mayor crecimiento demográfico de la provincia.

Cambio climático

Los principales resultados indican que ambas cuencas en los últimos años registran precipitaciones y caudales por debajo de los valores medios históricos. La precipitación tiene una marcada variabilidad estacional e interanual. Sumado a esta variabilidad natural, en las nacientes del Río Chubut se registra una tendencia significativa de disminución de precipitaciones asociada a los efectos del cambio climático.

En la cabecera de cuenca del Río Chubut la precipitación de los últimos 10 años es aproximadamente la mitad del promedio histórico y durante los últimos 7 años la precipitación ha resultado deficitaria. En el Río Senguer esto ocurre desde hace 4 años.

En las nacientes del Río Chubut se suma además una significativa tendencia decreciente en la precipitación que continuará en el futuro. Respecto a los caudales, el río Chubut registra valores anuales inferiores al promedio desde el año 2010, mientras que en el Río Senguer los caudales anuales son inferiores al promedio desde el año 2015.

Además, en la cabecera de cuenca del Río Chubut se registra un significativo aumento de la temperatura y disminución de caudal desde 1960 hasta la actualidad.

En el último año en particular se han cuantificado déficits de precipitación mayores al 85% y 55% en las cabeceras de estas cuencas, regiones donde se produce el agua que alimenta los principales cursos superficiales. Como resultado de esto, los caudales actuales de ingreso al Dique Ameghino están por debajo de los valores mensuales mínimos medios, mientras que el nivel del lago Musters durante octubre de 2021 se mantuvo 0.88 m. por debajo de los valores históricos de nivel registrados para ese mes.

Situación del VIRCH

A los problemas de disponibilidad de agua se suman problemas de calidad de agua que se ven intensificados en situaciones de escasez hídrica.

En el Valle del Río Chubut los principales problemas de calidad del agua se asocian a aumentos de salinidad y de turbidez. A su vez, es necesario controlar niveles de contaminantes en el agua que se han detectado en sedimentos fluviales (por ejemplo, pesticidas) sobre todo en época de riego y de caudales bajos. Uno de los análisis prioritarios para ambos sistemas hídricos es la definición de caudales ambientales; sin embargo, en ninguna de las dos cuencas existen registros públicos y abiertos de parámetros bioquímicos que permitan realizar análisis cuantitativos, estimar tendencias y realizar proyecciones.

En la cuenca del Río Senguer no se registran problemas en la calidad del agua.

Ante esta situación de escasez hídrica, aumento poblacional y tensión por los distintos usos del agua, es necesario fortalecer la coordinación entre acciones públicas y privadas y entre actores sociales en distintos niveles de gestión, consolidando una gobernanza colaborativa.

Si bien la Provincia del Chubut estipula en su marco jurídico-institucional el funcionamiento de espacios intersectoriales como los comités de cuenca y de emergencia, estos no han sido convocados en forma sistemática ni en momentos críticos. Dado el carácter multinivel de la gestión del agua en la provincia y la poca gravitación de estos espacios institucionales, se observa una fragmentación en las acciones, prácticas y políticas relacionadas con el uso y gestión del agua en el territorio.

Problemas a futuro

Las tendencias deficitarias continuarán en el contexto del cambio climático. Hacia fines de siglo se estima una disminución de la cantidad de agua media anual en la cabecera del Río Chubut del orden del 40%.

En la cuenca del Río Senguer las proyecciones futuras para el caudal en el contexto de cambio climático no son tan claras. Esta cuenca se ubica entre dos grandes regiones en las que los caudales de los principales ríos indican tendencias opuestas.

Los ríos hacia el norte del Senguer muestran tendencias negativas mientras que hacia el sur, como por ejemplo el caudal del Río Santa Cruz, tienen tendencias positivas.

La cobertura de nieve en latitudes medias de los Andes registra una tendencia negativa de 15% por década para el período 1986-2018 y se proyecta que estas tendencias negativas continúen en el futuro.

De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, se espera que las condiciones de La Niña (fenómeno que favorece condiciones de sequías) continúen hasta finales del verano con una alta probabilidad del 97% y que haya una transición a condiciones neutrales hacia el abril-junio con una probabilidad de 60%.


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