Editorial / Los actos y los símbolos

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El gobernador Arcioni, el ministro Castro y el jefe de Policía Acosta. La seguridad, un tema que preocupa.
07 MAY 2022 - 20:48 | Actualizado 07 MAY 2022 - 21:14

El gobernador Mariano Arcioni solicitó a sus ministros más presencia en territorio, brindándole soluciones concretas a los habitantes de la provincia”. No fue el enunciado de un diario opositor sino el de un comunicado de prensa del propio Gobierno provincial, que admitió el enojo del mandatario provincial por la pereza de algunos de sus funcionarios, que no hacen lo más básico de la gestión pública: bajar al terreno a escuchar a los ciudadanos.

Un poco más acomodado a sus sillones (ahora son varios porque el original, el de Fontana 50, quedó hecho cenizas tras los ataques de diciembre del año pasado, que son una muestra del atolladero que debió atravesar el gobernador), Arcioni se ha venido mostrando activo, con agenda permanente en toda la provincia y tomando decisiones que debería haber tomado al principio de su mandato.

Sin embargo, salvo el ministro de Seguridad, Miguel Castro, que no ha parado desde que asumió hace poco más de un mes, y el ministro de Salud, Fabián Puratich, que viene con la incercia de la pandemia, el resto del elenco oficial ha venido deambulando en la gestión pública. No se trata de organizar actos oficiales, asistir a otros o mandar gacetillas de prensa. El gobernador les pidió el miércoles, lisa y llanamente, que se pongan a trabajar.

“Tienen que tener mayor celeridad para dar respuestas y soluciones a la gente”, les dijo Arcioni. “Todos los ministros deben estar en el territorio, recorran la provincia, escuchen los problemas que surjan y brinden soluciones concretas”, le pidió en tono fuerte.

Además de la lentitud de algunos, al gobernador le preocupa la reunión de paritarias con los gremios estatales que se realizará el martes. Sabe que no será sencilla la discusión y no quiere que el Gobierno se siente a escuchar reclamos sin tener respuestas para dar.

En general, los gremios de trabajadores estatales están tejiendo con el Gobierno alguna propuesta presentable para las bases. Pero no confían en algunos interlocutores, como el ministro Cristian Ayala. Y saben, por ejemplo, que el sector docente alineado a la conducción troskista de la ATECh no se sentará a discutir. Es más, Daniel Murphy convocó a un paro para ese día.
Arcioni sabe ya no se puede contener a los estatales sólo con el discurso de que los sueldos se pagan en tiempo y forma. Eso era una novedad después de tanto tiempo de escalonamiento y salarios congelados. Ahora hay que afinar el lápiz y repartir mejor la sensible mejora de ingresos que ha tenido la Provincia.

Hoy ganaría el peronismo

Mientras tanto, el escenario político se sigue moviendo y todos piensan qué lugar van a ocupar en la carrera electoral que se viene. Por ahora, el acuerdo entre Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre mantiene la solidez que muchos dudaban podía tener y la construcción sigue. Con la fortaleza que cada uno tiene en sus ciudades, los movimientos que vienen haciendo ahora apuntan a construir opciones dentro del peronismo en el resto de las ciudades y localidades. Ya ha habido conversaciones con varios candidatos y candidatas que están dispuestos a ser de la partida.

Una encuesta pedida por Juntos por el Cambio a nivel nacional, a la que Jornada accedió, tiene números que alegraron a unos y a otros. Según el trabajo de la encuestadora Trespuntozero, el senador Nacho Torres sigue siendo el dirigente con mejor imagen y mayor intención de voto –es el arrastre natural tras las últimas elecciones-, pero Luque y Sastre lo siguen de cerca.

La diferencia de exposición y desgaste de cada uno equilibra las cosas en favor de los peronistas: mientras Torres se pasea en las cómodas aguas de la oposición, la gestión al frente de la ciudad más grande de Chubut, o la vicegobernación, que obliga a lidiar con la Legislatura y a poner la cara por el Ejecutivo, son lastres que en estos casos no inciden negativamente.

El dato que alegró a los peronistas que vieron el trabajo es que el comodorense y el madrynense, que ya dijeron que van a tirar juntos en 2023, acumulan 29,6% de intención de voto (sin contar a otras expresiones del peronismo), contra 26,2% de Juntos por el Cambio (que es el acumulado de Torres y Damián Biss, el intendente de Rawson y máximo referente del radicalismo). Es decir, si las elecciones fueran hoy, el peronismo llevaría una leve ventaja. Una sorpresa para muchos agoreros que se venían probando trajes antes de tiempo.

Claro que, también según esta encuesta, todavía hay un tercio del electorado que no está ni cerca de definirse: 14.1% de indecisos y 19% que hoy dice que no votará por ningún candidato.
Todo el panorama es una foto interesante para analizar pero falta mucho para sacar conclusiones contundentes.

Tercero en discordia

El intendente de Trelew, Adrián Maderna, dio el viernes otro paso en sus aspiraciones por subirse al ring en 2023. A pesar del esfuerzo por aclarar que no se trataba de un acto de lanzamiento como candidato a gobernador, toda la liturgia peronista, la puesta en escena y el tono del discurso indicaron otra cosa. Si tiene cuatro patas, mueve la cola y ladra, ya se sabe qué es.

El dato más importante del acto madernista en el Gimnasio de Racing fue la presencia en el escenario del presidente del PJ, Carlos Linares. No es novedad que el senador y exintendente de Comodoro Rivadavia es un carrilero de las contradicciones, que va y viene por la vida política sin ponerse colorado por la confusión ideológica que suele destilar.

Pero igualmente a muchos peronistas les cayó mal que el titular del PJ haya elegido una tribuna para pararse, faltando tanto tiempo para las elecciones y cuando sus obligaciones partidarias y como senador son otras. Es más, compararon las acciones de unos y otros: mientras Nacho Torres se reunía el jueves y se sacaba una foto con el vicepresidente de CAMMESA por los más de 25.000 millones de pesos que deben las cooperativas de servicios públicos de Chubut, Linares se subía el viernes a un escenario a hacer política interna.

“Los actos son nuestros símbolos”, decía Borges, el antiperonista más lúcido.#

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El gobernador Arcioni, el ministro Castro y el jefe de Policía Acosta. La seguridad, un tema que preocupa.
07 MAY 2022 - 20:48

El gobernador Mariano Arcioni solicitó a sus ministros más presencia en territorio, brindándole soluciones concretas a los habitantes de la provincia”. No fue el enunciado de un diario opositor sino el de un comunicado de prensa del propio Gobierno provincial, que admitió el enojo del mandatario provincial por la pereza de algunos de sus funcionarios, que no hacen lo más básico de la gestión pública: bajar al terreno a escuchar a los ciudadanos.

Un poco más acomodado a sus sillones (ahora son varios porque el original, el de Fontana 50, quedó hecho cenizas tras los ataques de diciembre del año pasado, que son una muestra del atolladero que debió atravesar el gobernador), Arcioni se ha venido mostrando activo, con agenda permanente en toda la provincia y tomando decisiones que debería haber tomado al principio de su mandato.

Sin embargo, salvo el ministro de Seguridad, Miguel Castro, que no ha parado desde que asumió hace poco más de un mes, y el ministro de Salud, Fabián Puratich, que viene con la incercia de la pandemia, el resto del elenco oficial ha venido deambulando en la gestión pública. No se trata de organizar actos oficiales, asistir a otros o mandar gacetillas de prensa. El gobernador les pidió el miércoles, lisa y llanamente, que se pongan a trabajar.

“Tienen que tener mayor celeridad para dar respuestas y soluciones a la gente”, les dijo Arcioni. “Todos los ministros deben estar en el territorio, recorran la provincia, escuchen los problemas que surjan y brinden soluciones concretas”, le pidió en tono fuerte.

Además de la lentitud de algunos, al gobernador le preocupa la reunión de paritarias con los gremios estatales que se realizará el martes. Sabe que no será sencilla la discusión y no quiere que el Gobierno se siente a escuchar reclamos sin tener respuestas para dar.

En general, los gremios de trabajadores estatales están tejiendo con el Gobierno alguna propuesta presentable para las bases. Pero no confían en algunos interlocutores, como el ministro Cristian Ayala. Y saben, por ejemplo, que el sector docente alineado a la conducción troskista de la ATECh no se sentará a discutir. Es más, Daniel Murphy convocó a un paro para ese día.
Arcioni sabe ya no se puede contener a los estatales sólo con el discurso de que los sueldos se pagan en tiempo y forma. Eso era una novedad después de tanto tiempo de escalonamiento y salarios congelados. Ahora hay que afinar el lápiz y repartir mejor la sensible mejora de ingresos que ha tenido la Provincia.

Hoy ganaría el peronismo

Mientras tanto, el escenario político se sigue moviendo y todos piensan qué lugar van a ocupar en la carrera electoral que se viene. Por ahora, el acuerdo entre Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre mantiene la solidez que muchos dudaban podía tener y la construcción sigue. Con la fortaleza que cada uno tiene en sus ciudades, los movimientos que vienen haciendo ahora apuntan a construir opciones dentro del peronismo en el resto de las ciudades y localidades. Ya ha habido conversaciones con varios candidatos y candidatas que están dispuestos a ser de la partida.

Una encuesta pedida por Juntos por el Cambio a nivel nacional, a la que Jornada accedió, tiene números que alegraron a unos y a otros. Según el trabajo de la encuestadora Trespuntozero, el senador Nacho Torres sigue siendo el dirigente con mejor imagen y mayor intención de voto –es el arrastre natural tras las últimas elecciones-, pero Luque y Sastre lo siguen de cerca.

La diferencia de exposición y desgaste de cada uno equilibra las cosas en favor de los peronistas: mientras Torres se pasea en las cómodas aguas de la oposición, la gestión al frente de la ciudad más grande de Chubut, o la vicegobernación, que obliga a lidiar con la Legislatura y a poner la cara por el Ejecutivo, son lastres que en estos casos no inciden negativamente.

El dato que alegró a los peronistas que vieron el trabajo es que el comodorense y el madrynense, que ya dijeron que van a tirar juntos en 2023, acumulan 29,6% de intención de voto (sin contar a otras expresiones del peronismo), contra 26,2% de Juntos por el Cambio (que es el acumulado de Torres y Damián Biss, el intendente de Rawson y máximo referente del radicalismo). Es decir, si las elecciones fueran hoy, el peronismo llevaría una leve ventaja. Una sorpresa para muchos agoreros que se venían probando trajes antes de tiempo.

Claro que, también según esta encuesta, todavía hay un tercio del electorado que no está ni cerca de definirse: 14.1% de indecisos y 19% que hoy dice que no votará por ningún candidato.
Todo el panorama es una foto interesante para analizar pero falta mucho para sacar conclusiones contundentes.

Tercero en discordia

El intendente de Trelew, Adrián Maderna, dio el viernes otro paso en sus aspiraciones por subirse al ring en 2023. A pesar del esfuerzo por aclarar que no se trataba de un acto de lanzamiento como candidato a gobernador, toda la liturgia peronista, la puesta en escena y el tono del discurso indicaron otra cosa. Si tiene cuatro patas, mueve la cola y ladra, ya se sabe qué es.

El dato más importante del acto madernista en el Gimnasio de Racing fue la presencia en el escenario del presidente del PJ, Carlos Linares. No es novedad que el senador y exintendente de Comodoro Rivadavia es un carrilero de las contradicciones, que va y viene por la vida política sin ponerse colorado por la confusión ideológica que suele destilar.

Pero igualmente a muchos peronistas les cayó mal que el titular del PJ haya elegido una tribuna para pararse, faltando tanto tiempo para las elecciones y cuando sus obligaciones partidarias y como senador son otras. Es más, compararon las acciones de unos y otros: mientras Nacho Torres se reunía el jueves y se sacaba una foto con el vicepresidente de CAMMESA por los más de 25.000 millones de pesos que deben las cooperativas de servicios públicos de Chubut, Linares se subía el viernes a un escenario a hacer política interna.

“Los actos son nuestros símbolos”, decía Borges, el antiperonista más lúcido.#


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