El jueves y viernes se celebró en el Juzgado de Paz de Esquel el primer juicio oral y público en el que se litigó una contravención. El inédito acto sirvió para dirimir el conflicto que se suscitó entre una funcionaria de tránsito municipal y un taxista.
La sala de audiencias del Juzgado de Paz estaba lista desde temprano, todos en el Juzgado esperaban desde hace tiempo que alguno de los conflictos que tramitaron llegarán a juicio. Es que a partir de la reciente reforma del Código Contravencional, el proceso cambió radicalmente.
Ahora el juez de Paz espera las presentaciones que realiza el fiscal, y en este caso, el pedido fue llevar el conflicto a juicio. Así, el jueves se enfrentaron los representantes del Equipo Fiscal de Género, la doctora Gabriela Balbuena y por el lado de la Defensa, Paola Bagnato. Pasaron los testigos, las partes hicieron sus alegatos y el viernes el juez oralizó su resolución, en donde si bien admitió el maltrato denunciado, justificó la reacción del individuo denunciado.
El hecho involucró a una inspectora de Tránsito y un taxista a raíz de que la primera le pegó un a oblea en el parabrisas en el vehículo de este último, quién reaccionó de manera enojosa ante esa situación y la funcionaria lo denunció por maltrato de acuerdo al artículo 102 del Código Contravencional
En tan solo 24 horas el conflicto pasó por el tamiz de la Justicia contravencional, y denunciante y denunciado fueron parte de un proceso judicial que les permitió expresar su conflicto y les dio respuesta inmediata.
El valor de la justicia contravencional radica en que aborda conflictos antes de que se transformen en delitos, brinda una respuesta rápida y reparadora a los vecinos. El fiscal Carlos Richeri señaló que ya tienen otros juicios contravencionales en agenda, y celebró la evolución de un sistema de justicia contravencional que además de solucionar conflictos cotidianos de manera rápida y efectiva, también ayuda a prevenir delitos. #
El jueves y viernes se celebró en el Juzgado de Paz de Esquel el primer juicio oral y público en el que se litigó una contravención. El inédito acto sirvió para dirimir el conflicto que se suscitó entre una funcionaria de tránsito municipal y un taxista.
La sala de audiencias del Juzgado de Paz estaba lista desde temprano, todos en el Juzgado esperaban desde hace tiempo que alguno de los conflictos que tramitaron llegarán a juicio. Es que a partir de la reciente reforma del Código Contravencional, el proceso cambió radicalmente.
Ahora el juez de Paz espera las presentaciones que realiza el fiscal, y en este caso, el pedido fue llevar el conflicto a juicio. Así, el jueves se enfrentaron los representantes del Equipo Fiscal de Género, la doctora Gabriela Balbuena y por el lado de la Defensa, Paola Bagnato. Pasaron los testigos, las partes hicieron sus alegatos y el viernes el juez oralizó su resolución, en donde si bien admitió el maltrato denunciado, justificó la reacción del individuo denunciado.
El hecho involucró a una inspectora de Tránsito y un taxista a raíz de que la primera le pegó un a oblea en el parabrisas en el vehículo de este último, quién reaccionó de manera enojosa ante esa situación y la funcionaria lo denunció por maltrato de acuerdo al artículo 102 del Código Contravencional
En tan solo 24 horas el conflicto pasó por el tamiz de la Justicia contravencional, y denunciante y denunciado fueron parte de un proceso judicial que les permitió expresar su conflicto y les dio respuesta inmediata.
El valor de la justicia contravencional radica en que aborda conflictos antes de que se transformen en delitos, brinda una respuesta rápida y reparadora a los vecinos. El fiscal Carlos Richeri señaló que ya tienen otros juicios contravencionales en agenda, y celebró la evolución de un sistema de justicia contravencional que además de solucionar conflictos cotidianos de manera rápida y efectiva, también ayuda a prevenir delitos. #