El Amityville de Bahía Blanca: “Cuando se iba el sol empezaba el infierno”

Una familia de Bahía Blanca decidió abandonar la casa en la que vivía porque estaría “embrujada”. “Se escuchaban como saltos en el techo, que empezaban a caminar, luego corrían y en algún momento se escuchaba como si alguien saltara hacia el patio. Era aterrador”, contaron.

08 JUN 2022 - 19:46 | Actualizado 08 JUN 2022 - 19:54

“Cuando se iba el sol empezaba el infierno y apenas podíamos dormir. Pasamos varios meses así, hasta que una madrugada, nos fuimos”, contó Mario a La Nueva.

El hombre dijo que originalmente esa vivienda era de sus suegros, pero, para ahorrar algo de dinero, se había mudado allí con su esposa y sus dos hijos.

Cada noche vivían episodios terroríficos.Mario llegó a dormir con una Biblia apoyada en el pecho para convivir con el temor que le provocaba estar allí.

Desesperados, recurrieron a videntes y parapsicólogos, pero nadie pudo darles una solución. El matrimonio no estaba solo, en la misma casa ubicada en Villa Mitre, también vivían las hermanas de Carina.

“Nos fuimos a vivir a esa casa, que era de la familia de Carina porque recién empezábamos y teníamos a nuestros hijos muy chiquitos”,explicó Mario.

“A la noche, cuando esta presencia se manifestaba, nos metíamos a la habitación los cuatros juntos y hasta el amanecer no dejábamos salir a los chicos ni para ir al baño: teníamos terror”, explicó Carina.

La familia está segura quese trata de un espírituque deambulaba por la casa. Sus amigos no creían en las historias que contaban, hasta que iban a cenar y vivían la experiencia en carne propia.

“Una noche se escuchaban los ruidos de alguien saltando al lado de la cama y salimos corriendo de la habitación, aterradas”, contó Melisa,una de las amigas testigo que nunca más quiso volver a dormir a ese lugar.

“Se escuchaban como saltos en el techo, que empezaban a caminar, luego corrían y en algún momento se escuchaba como si alguien saltara hacia el patio. Era aterrador”, contaron.

Mario contó que un día cansado de escuchar los pasos sobre el techo decidió subir y corroborar que no se tratara de un ladrón que regresaba noche tras noche.

“A pesar de estar arriba y no ver a nadie, se seguía escuchando cómo corrían sobre las chapas. Esa vez tuve terror y de hecho me tiré sin pensarlo.Esa noche decidimos abandonar la casa a las 2 de la madrugada y no volvimos nunca más”, contó.

Según explicó La Nueva, la casa embrujada,que estaba en Remedios de Escalada y Sócrates, fue demolida poco después y ni Mario ni Carina volvieron a tener experiencias de ese tipo.

08 JUN 2022 - 19:46

“Cuando se iba el sol empezaba el infierno y apenas podíamos dormir. Pasamos varios meses así, hasta que una madrugada, nos fuimos”, contó Mario a La Nueva.

El hombre dijo que originalmente esa vivienda era de sus suegros, pero, para ahorrar algo de dinero, se había mudado allí con su esposa y sus dos hijos.

Cada noche vivían episodios terroríficos.Mario llegó a dormir con una Biblia apoyada en el pecho para convivir con el temor que le provocaba estar allí.

Desesperados, recurrieron a videntes y parapsicólogos, pero nadie pudo darles una solución. El matrimonio no estaba solo, en la misma casa ubicada en Villa Mitre, también vivían las hermanas de Carina.

“Nos fuimos a vivir a esa casa, que era de la familia de Carina porque recién empezábamos y teníamos a nuestros hijos muy chiquitos”,explicó Mario.

“A la noche, cuando esta presencia se manifestaba, nos metíamos a la habitación los cuatros juntos y hasta el amanecer no dejábamos salir a los chicos ni para ir al baño: teníamos terror”, explicó Carina.

La familia está segura quese trata de un espírituque deambulaba por la casa. Sus amigos no creían en las historias que contaban, hasta que iban a cenar y vivían la experiencia en carne propia.

“Una noche se escuchaban los ruidos de alguien saltando al lado de la cama y salimos corriendo de la habitación, aterradas”, contó Melisa,una de las amigas testigo que nunca más quiso volver a dormir a ese lugar.

“Se escuchaban como saltos en el techo, que empezaban a caminar, luego corrían y en algún momento se escuchaba como si alguien saltara hacia el patio. Era aterrador”, contaron.

Mario contó que un día cansado de escuchar los pasos sobre el techo decidió subir y corroborar que no se tratara de un ladrón que regresaba noche tras noche.

“A pesar de estar arriba y no ver a nadie, se seguía escuchando cómo corrían sobre las chapas. Esa vez tuve terror y de hecho me tiré sin pensarlo.Esa noche decidimos abandonar la casa a las 2 de la madrugada y no volvimos nunca más”, contó.

Según explicó La Nueva, la casa embrujada,que estaba en Remedios de Escalada y Sócrates, fue demolida poco después y ni Mario ni Carina volvieron a tener experiencias de ese tipo.


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