José María Grazzini “Tenemos que romper este círculo vicioso en donde lo único que se discute es de lo salarial”

Con el jefe. Grazzini junto con el gobernador. Ya adelantó que no acuerda con discutir paro mediante.
08 JUL 2022 - 20:55 | Actualizado 09 JUL 2022 - 22:04

José María Grazzini, futuro ministro de Educación, ya plantea un modelo de discusión colectiva “para recuperar a la educación en Chubut” que trascienda lo salarial. “Lo pensé, vi la dificultad que se estaba atravesando y el desafío es muy importante. Soy un hombre de la política pero creo en la educación pública de la que soy un apasionado”.

Reconoció un contacto fluido con el gobernador Mariano Arcioni. Y recordó que su formación primaria, secundaria y terciaria fue la educación pública.

“No me ofende ser una segunda opción”, dijo el exdiputado provincial y exministro que sucederá a Florencia Perata tras la negativa de la esquelense Valeria Saunders. “Habíamos charlado opciones y el gobernador se inclinó por una. Cuando se trabaja en la función pública no hay que ofrecer una sola opción sino un abanico para discutir los perfiles correctos”.
Prometió convocar a todos los sectores y reconoció que más allá de los esfuerzos de los últimos tres gobernadores, hay una necesidad de implementar cambios que dinamicen el sistema. “Tenemos que sentarnos a romper la rueda de este círculo vicioso en donde lo único que se discute es lo salarial. Uno se puede sentar y aún sin ponerse de acuerdo, discutir otras cuestiones pedagógicas y técnicas pero siempre con el sistema funcionando”.

Para Grazzini es imprescindible un plan de política educativa con el aporte de docentes, padres, alumnos y las fuerzas políticas con chances de gobernar la provincia en 2023. “Lo tenemos que hacer todos. El mundo plantea políticas hacia adelante por lo que hay que actualizar el sistema educativo pero encontrando una línea educativa para Chubut”.

Reconoció “capacidad para negociar y llegar a la gente” y la facultad de “dialogar para construir” en respuesta a las críticas en algunos sectores políticos por su designación. “Conozco a todos los políticos de la provincia desde Néstor Perl hacia adelante y a los presidentes, a ministros y exministros nacionales. Hablé con Trotta, Filmus y varios ministros de otras provincias porque sembré amigos por todo el país. Con el trabajo diario tendré que demostrar que puedo estar al frente del Ministerio”, remarcó en Radiocracia.

“No creo que las críticas a un funcionario público tengan que ver con lo personal. Valoro mucho la posibilidad de disentir. Quizás no provengo de la Educación pero siempre estuve al frente del Centro de Estudiantes en la secundaria y en la Universidad. Mi vida transcurrió en la lucha educativa hasta ser un dirigente político con mi militancia en el PJ”. Y aclaró que durante su alejamiento se abocó a la actividad privada. “Cuando termina mi función me vuelvo a mi casa”.

“Llevo a mi hija a la escuela todos los días y a mi hijo a la Universidad Pública. Quiero que los chicos tengan ganas de ir a la escuela; de encontrarse con sus compañeros en el recreo, ir al aula; llevar el boletín y afrontar el desafío de un examen. La escuela es el ámbito donde uno adquiere la personalidad que nos enfrenta al mundo del mañana. Voy a hacer un aporte pero no vengo solo porque la Educación es de todos y así, tenemos que reconstruirla. Apuesto al diálogo, a los consensos y al equilibrio para poder recuperar la Educación”.

El designado ministro llamó a modificar un sistema “agotado” y alentó a la vocación de los docentes para iniciar este cambio. “Los trabajadores tienen que ser escuchados y si bien lo salarial es importante, hay que pasar a otro punto para discutirlo. Podemos discutir con los representantes gremiales pero sin afectar al sistema porque el camino de la huelga no le ha surtido efecto a nadie y la gran pérdida la han tenido nuestros chicos. Hay que aportar oído y diálogo”.

“Lo último que debe tomarse es una medida de fuerza”, resumió Grazzini. “Trataremos de dar lo mejor de mí. Solo no voy a poder y voy a hablarle a los alumnos, los padres y los docentes”, concluyó.#

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Con el jefe. Grazzini junto con el gobernador. Ya adelantó que no acuerda con discutir paro mediante.
08 JUL 2022 - 20:55

José María Grazzini, futuro ministro de Educación, ya plantea un modelo de discusión colectiva “para recuperar a la educación en Chubut” que trascienda lo salarial. “Lo pensé, vi la dificultad que se estaba atravesando y el desafío es muy importante. Soy un hombre de la política pero creo en la educación pública de la que soy un apasionado”.

Reconoció un contacto fluido con el gobernador Mariano Arcioni. Y recordó que su formación primaria, secundaria y terciaria fue la educación pública.

“No me ofende ser una segunda opción”, dijo el exdiputado provincial y exministro que sucederá a Florencia Perata tras la negativa de la esquelense Valeria Saunders. “Habíamos charlado opciones y el gobernador se inclinó por una. Cuando se trabaja en la función pública no hay que ofrecer una sola opción sino un abanico para discutir los perfiles correctos”.
Prometió convocar a todos los sectores y reconoció que más allá de los esfuerzos de los últimos tres gobernadores, hay una necesidad de implementar cambios que dinamicen el sistema. “Tenemos que sentarnos a romper la rueda de este círculo vicioso en donde lo único que se discute es lo salarial. Uno se puede sentar y aún sin ponerse de acuerdo, discutir otras cuestiones pedagógicas y técnicas pero siempre con el sistema funcionando”.

Para Grazzini es imprescindible un plan de política educativa con el aporte de docentes, padres, alumnos y las fuerzas políticas con chances de gobernar la provincia en 2023. “Lo tenemos que hacer todos. El mundo plantea políticas hacia adelante por lo que hay que actualizar el sistema educativo pero encontrando una línea educativa para Chubut”.

Reconoció “capacidad para negociar y llegar a la gente” y la facultad de “dialogar para construir” en respuesta a las críticas en algunos sectores políticos por su designación. “Conozco a todos los políticos de la provincia desde Néstor Perl hacia adelante y a los presidentes, a ministros y exministros nacionales. Hablé con Trotta, Filmus y varios ministros de otras provincias porque sembré amigos por todo el país. Con el trabajo diario tendré que demostrar que puedo estar al frente del Ministerio”, remarcó en Radiocracia.

“No creo que las críticas a un funcionario público tengan que ver con lo personal. Valoro mucho la posibilidad de disentir. Quizás no provengo de la Educación pero siempre estuve al frente del Centro de Estudiantes en la secundaria y en la Universidad. Mi vida transcurrió en la lucha educativa hasta ser un dirigente político con mi militancia en el PJ”. Y aclaró que durante su alejamiento se abocó a la actividad privada. “Cuando termina mi función me vuelvo a mi casa”.

“Llevo a mi hija a la escuela todos los días y a mi hijo a la Universidad Pública. Quiero que los chicos tengan ganas de ir a la escuela; de encontrarse con sus compañeros en el recreo, ir al aula; llevar el boletín y afrontar el desafío de un examen. La escuela es el ámbito donde uno adquiere la personalidad que nos enfrenta al mundo del mañana. Voy a hacer un aporte pero no vengo solo porque la Educación es de todos y así, tenemos que reconstruirla. Apuesto al diálogo, a los consensos y al equilibrio para poder recuperar la Educación”.

El designado ministro llamó a modificar un sistema “agotado” y alentó a la vocación de los docentes para iniciar este cambio. “Los trabajadores tienen que ser escuchados y si bien lo salarial es importante, hay que pasar a otro punto para discutirlo. Podemos discutir con los representantes gremiales pero sin afectar al sistema porque el camino de la huelga no le ha surtido efecto a nadie y la gran pérdida la han tenido nuestros chicos. Hay que aportar oído y diálogo”.

“Lo último que debe tomarse es una medida de fuerza”, resumió Grazzini. “Trataremos de dar lo mejor de mí. Solo no voy a poder y voy a hablarle a los alumnos, los padres y los docentes”, concluyó.#


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