Chile elige, este domingo en plebiscito, si aprueba o rechaza la nueva Constitución

Se espera una victoria de cualquier opción por pocos puntos tras la votación obligatoria del domingo, que tendrá un impacto sobre el gobierno de Boric; será clave el rol del Congreso.

03 SEP 2022 - 20:00 | Actualizado 03 SEP 2022 - 20:07

Aprobar o rechazar. Dos opciones. Dos escenarios. Y diversas consecuencias. Con la incertidumbre instalada en el ambiente,Chile se alista para definir su rumbo institucional en el plebiscito constitucionalde este domingoy proyectar lo que ocurrirá a partir del próximo lunes, cuando se inicie una etapa clave y cuyos matices estarán determinados por lo que pase en las urnas.

Tras la demostración de fuerzas en los respectivos cierres de campaña la noche del jueves, no hay mayor claridad sobre lo que podría ocurrir en una votación que será obligatoria yque cuenta con una amplia base de indecisos.En ese contexto, los adherentes del “apruebo” exhibieron todo su poder de convocatoria con una marcha multitudinaria en el centro de Santiago, mientras el “rechazo” optó por una reunión más modesta en la que emplazó al votante desencantado y que sí se moviliza los días de elección.

“Tendremos un resultado muy estrecho yuna victoria de cualquier opción por pocos puntos.Nadie tendrá una gran mayoría y cada sector se sentirá legitimado,lo que es un factor de incertidumbre con respecto a lo que viene.Además, en los próximos añostendremos malos números económicos y un conflicto mapuche en ciernes,lo que también generainestabilidad en el país de la mano de este proceso”, proyectó Fernando García-Naddaf, académico de la escuela de Ciencia Política UDP.

Con un padrón electoral de casi 15 millones de personas habilitadas para sufragar,los chilenos aprobarán o rechazarán la propuesta de nueva ley fundamental que redactó una Convención Constitucional, integrada por 154 miembros elegidos por votación popular. El texto, que fue publicado el 4 de julio y contiene 388 artículos y 57 disposiciones transitorias, es uno de los más extensos del mundo en su tipo.

Debate de elites

“Tras el plebiscito se mantendrá el debate álgido entre las elites políticas y los sectores más politizados de la sociedad.El riesgo está en que quienes ganen el domingo actúen sin entender que para sostener la democracia hay que reconocer que también hubo gente que optó por la otra alternativa”, señaló Raúl Burgos, académico del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).

En lo normativo, el proceso está determinado por una serie de disposiciones transitorias que ayudarían a la implementación de la nueva carta fundamental y relacionadas con sistema político, del estado regional y de los derechos fundamentales, entre otros.

Además, la nueva Constitución igualmente podrá ser reformada por el actual Congreso.De acuerdo a las normas transitorias despachadas por el pleno de la Convención, se necesitará un quórum de 4/7 tanto en la Cámara de Diputadas y Diputados como en la Cámara de las Regiones que reemplazaría al Senado para realizar modificaciones a la nueva Carta Magna.

Si gana el “rechazo”

¿Qué es lo que podría pasar el lunes? En lo procedimental,y en el caso de ganar el “rechazo”, se aplicará el capítulo 15 de la actual Carta Magna -que se creó a partir del acuerdo del 15 de noviembre de 2019 post estallido social- y que básicamente indica quese mantendrá vigente la Constitución de 1980y no habrá ninguna disposición legal o constitucional que realice alguna modificación. La decisión deiniciar un nuevo proceso constituyentedependerá que el Congreso promueva una modificación que permita hacerlo.

“Un escenario complejo tiene que ver con las expectativas que despierta el proyecto de nueva Constitución en sectores de la sociedad. Para ellos, el proceso genera esperanza y, por ende, un triunfo del ‘rechazo’ puede provocar una decepción que acentúe la desafección hacia el sistema político.También puede haber decepción si es que no observan cambios relevantes en su vida cotidiana en el corto o mediano plazo”, dijo Raúl Burgos, también experto en historia política chilena.

“Sería un duro golpe para el presidente Gabriel Boric y su gobierno.El éxito o fracaso del ‘apruebo’ en el plebiscito se asocia a su imagen y sí o sí debería haber ajustes en su gabinete.Los cambios se precipitarían en carteras como el Ministerio del Interior o de Salud”, comentó Priscila González, docente de la escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de O’Higgins.

Para Fernando García-Naddaf, académico de la Universidad Diego Portales, La Moneda sería la más perjudicada. “Si el ‘rechazo’ se impone,el gobierno será el principal afectado. Hay un compromiso y una apuesta de La Moneda por la nueva Constitución, así que obviamente hay un costo político en la elección, aunque seguirá teniendo la sartén por el mango para empujar un nuevo proceso. Además,surgirá un conflicto entre las derechas, entre quienes quieren tener una nueva versión del texto, frente a los que no quieren intervenir la actual”, señaló.

Si gana el “apruebo”

Si se impone el“apruebo”,el proceso serámás sinuoso y progresivoen su implementación. Lo primero es que el presidente Boric deberá convocarun acto público con el Congreso Pleno(la reunión de ambas cámaras) durante los cinco días siguientes a la votación, para quese promulgue y se jure o prometa respetar y acatar la nueva Constitución.

Luego el texto deberá ser anunciado en el Diario Oficial en los diez días después de la promulgación y regirá desde esa fecha derogando la Constitución de 1980.

“El Congreso tendrá que aterrizar y planificar la implementación de la Constitucióny es un espacio en el que la centroderecha tiene la mayoría, por lo que este bloque tendría una muy buena oportunidad para exhibir yplasmar una impronta de mayor flexibilidad”, comentó Valeria Palanza, politóloga y decana de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

“Entre los actores políticos relevantes, el gobierno se fortalece de ganar el ‘apruebo’,especialmente considerando las encuestas previas y la incertidumbre respecto a los resultados.Esto también le dará margen para sentarse a conversar con otros actores para avanzar en su propia agenda de gobierno”, añadió el académico Raúl Burgos de la UDP.

Según los últimos sondeos antes de la prohibición de 15 días que rige para publicar estos estudios,el “rechazo” llevaba una ventaja de cerca de cuatro puntos sobre el “apruebo”.El amplio porcentaje de indecisos, en torno al 10% y 15%, y el voto de los jóvenes que por primera vez participarán de un proceso de este tipo, también podría desequilibrar la balanza.

(PorVíctor García, La Nación)

03 SEP 2022 - 20:00

Aprobar o rechazar. Dos opciones. Dos escenarios. Y diversas consecuencias. Con la incertidumbre instalada en el ambiente,Chile se alista para definir su rumbo institucional en el plebiscito constitucionalde este domingoy proyectar lo que ocurrirá a partir del próximo lunes, cuando se inicie una etapa clave y cuyos matices estarán determinados por lo que pase en las urnas.

Tras la demostración de fuerzas en los respectivos cierres de campaña la noche del jueves, no hay mayor claridad sobre lo que podría ocurrir en una votación que será obligatoria yque cuenta con una amplia base de indecisos.En ese contexto, los adherentes del “apruebo” exhibieron todo su poder de convocatoria con una marcha multitudinaria en el centro de Santiago, mientras el “rechazo” optó por una reunión más modesta en la que emplazó al votante desencantado y que sí se moviliza los días de elección.

“Tendremos un resultado muy estrecho yuna victoria de cualquier opción por pocos puntos.Nadie tendrá una gran mayoría y cada sector se sentirá legitimado,lo que es un factor de incertidumbre con respecto a lo que viene.Además, en los próximos añostendremos malos números económicos y un conflicto mapuche en ciernes,lo que también generainestabilidad en el país de la mano de este proceso”, proyectó Fernando García-Naddaf, académico de la escuela de Ciencia Política UDP.

Con un padrón electoral de casi 15 millones de personas habilitadas para sufragar,los chilenos aprobarán o rechazarán la propuesta de nueva ley fundamental que redactó una Convención Constitucional, integrada por 154 miembros elegidos por votación popular. El texto, que fue publicado el 4 de julio y contiene 388 artículos y 57 disposiciones transitorias, es uno de los más extensos del mundo en su tipo.

Debate de elites

“Tras el plebiscito se mantendrá el debate álgido entre las elites políticas y los sectores más politizados de la sociedad.El riesgo está en que quienes ganen el domingo actúen sin entender que para sostener la democracia hay que reconocer que también hubo gente que optó por la otra alternativa”, señaló Raúl Burgos, académico del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).

En lo normativo, el proceso está determinado por una serie de disposiciones transitorias que ayudarían a la implementación de la nueva carta fundamental y relacionadas con sistema político, del estado regional y de los derechos fundamentales, entre otros.

Además, la nueva Constitución igualmente podrá ser reformada por el actual Congreso.De acuerdo a las normas transitorias despachadas por el pleno de la Convención, se necesitará un quórum de 4/7 tanto en la Cámara de Diputadas y Diputados como en la Cámara de las Regiones que reemplazaría al Senado para realizar modificaciones a la nueva Carta Magna.

Si gana el “rechazo”

¿Qué es lo que podría pasar el lunes? En lo procedimental,y en el caso de ganar el “rechazo”, se aplicará el capítulo 15 de la actual Carta Magna -que se creó a partir del acuerdo del 15 de noviembre de 2019 post estallido social- y que básicamente indica quese mantendrá vigente la Constitución de 1980y no habrá ninguna disposición legal o constitucional que realice alguna modificación. La decisión deiniciar un nuevo proceso constituyentedependerá que el Congreso promueva una modificación que permita hacerlo.

“Un escenario complejo tiene que ver con las expectativas que despierta el proyecto de nueva Constitución en sectores de la sociedad. Para ellos, el proceso genera esperanza y, por ende, un triunfo del ‘rechazo’ puede provocar una decepción que acentúe la desafección hacia el sistema político.También puede haber decepción si es que no observan cambios relevantes en su vida cotidiana en el corto o mediano plazo”, dijo Raúl Burgos, también experto en historia política chilena.

“Sería un duro golpe para el presidente Gabriel Boric y su gobierno.El éxito o fracaso del ‘apruebo’ en el plebiscito se asocia a su imagen y sí o sí debería haber ajustes en su gabinete.Los cambios se precipitarían en carteras como el Ministerio del Interior o de Salud”, comentó Priscila González, docente de la escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de O’Higgins.

Para Fernando García-Naddaf, académico de la Universidad Diego Portales, La Moneda sería la más perjudicada. “Si el ‘rechazo’ se impone,el gobierno será el principal afectado. Hay un compromiso y una apuesta de La Moneda por la nueva Constitución, así que obviamente hay un costo político en la elección, aunque seguirá teniendo la sartén por el mango para empujar un nuevo proceso. Además,surgirá un conflicto entre las derechas, entre quienes quieren tener una nueva versión del texto, frente a los que no quieren intervenir la actual”, señaló.

Si gana el “apruebo”

Si se impone el“apruebo”,el proceso serámás sinuoso y progresivoen su implementación. Lo primero es que el presidente Boric deberá convocarun acto público con el Congreso Pleno(la reunión de ambas cámaras) durante los cinco días siguientes a la votación, para quese promulgue y se jure o prometa respetar y acatar la nueva Constitución.

Luego el texto deberá ser anunciado en el Diario Oficial en los diez días después de la promulgación y regirá desde esa fecha derogando la Constitución de 1980.

“El Congreso tendrá que aterrizar y planificar la implementación de la Constitucióny es un espacio en el que la centroderecha tiene la mayoría, por lo que este bloque tendría una muy buena oportunidad para exhibir yplasmar una impronta de mayor flexibilidad”, comentó Valeria Palanza, politóloga y decana de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

“Entre los actores políticos relevantes, el gobierno se fortalece de ganar el ‘apruebo’,especialmente considerando las encuestas previas y la incertidumbre respecto a los resultados.Esto también le dará margen para sentarse a conversar con otros actores para avanzar en su propia agenda de gobierno”, añadió el académico Raúl Burgos de la UDP.

Según los últimos sondeos antes de la prohibición de 15 días que rige para publicar estos estudios,el “rechazo” llevaba una ventaja de cerca de cuatro puntos sobre el “apruebo”.El amplio porcentaje de indecisos, en torno al 10% y 15%, y el voto de los jóvenes que por primera vez participarán de un proceso de este tipo, también podría desequilibrar la balanza.

(PorVíctor García, La Nación)


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