Pusieron pelotitas en las sillas para que un chico con autismo no sufra los ruidos

Fue por iniciativa de un auxiliar a la inclusión en la Escuela N° 720 de Trelew. "Incluir es ponerse en el lugar del otro", dijo.

28 OCT 2022 - 9:40 | Actualizado 28 OCT 2022 - 10:54

Un auxiliar de la Escuela N° 720 de Trelew desarrolló un sencillo pero ingenioso método para que un alumno con Trastorno de Espectro Autista (TEA) no sufra con los ruidos: colocó pelotitias de tenis en las patas de las mesas y sillas.

Matías Torres es auxiliar a la inclusión y contó a Jornada que “todo surgió con una noticia que vi en Instagram, de otra provincia que habían echo esto mismo, poner pelotitas de tenis en las patas”.

“Estoy con un chico que tiene TEA”, indicó. Tiene 13 años y cursa el primer año. “El ruido le hace bastante mal. Me parecía que era aplicable al aula y se lo comenté a la directora. Lo aplicamos hace 3 días y va bien, disminuyó el ruido”.

Matías contó que el alumno se desempeña bien y se siente a gusto. Explicó que “existe una ley que ampara a los chicos con capacidades especiales, pueden elegir cualquier escuela y tiene el establecimiento la obligación de aceptarlo. Por el momento solo se aplicó en el aula donde va él, pero si se pudiese y contase con la cantidad de pelotitas, sería genial”.

Señaló que “lo que importa es crear conciencia, saber que se pone una pelotita, pero lo que igual sirve es levantar el banco porque al otro le molesta. Ponerse en su lugar aunque sea por un momento. Hacer silencio por unos minutos también sería de mucha ayuda. Incluir es ponerse en el lugar del otro”.

28 OCT 2022 - 9:40

Un auxiliar de la Escuela N° 720 de Trelew desarrolló un sencillo pero ingenioso método para que un alumno con Trastorno de Espectro Autista (TEA) no sufra con los ruidos: colocó pelotitias de tenis en las patas de las mesas y sillas.

Matías Torres es auxiliar a la inclusión y contó a Jornada que “todo surgió con una noticia que vi en Instagram, de otra provincia que habían echo esto mismo, poner pelotitas de tenis en las patas”.

“Estoy con un chico que tiene TEA”, indicó. Tiene 13 años y cursa el primer año. “El ruido le hace bastante mal. Me parecía que era aplicable al aula y se lo comenté a la directora. Lo aplicamos hace 3 días y va bien, disminuyó el ruido”.

Matías contó que el alumno se desempeña bien y se siente a gusto. Explicó que “existe una ley que ampara a los chicos con capacidades especiales, pueden elegir cualquier escuela y tiene el establecimiento la obligación de aceptarlo. Por el momento solo se aplicó en el aula donde va él, pero si se pudiese y contase con la cantidad de pelotitas, sería genial”.

Señaló que “lo que importa es crear conciencia, saber que se pone una pelotita, pero lo que igual sirve es levantar el banco porque al otro le molesta. Ponerse en su lugar aunque sea por un momento. Hacer silencio por unos minutos también sería de mucha ayuda. Incluir es ponerse en el lugar del otro”.


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