La algarabía y las recorridas familiares en víspera de la navidad fueron abruptamente interrumpidas por un amplio despliegue de efectivos policiales sobre la calle Belgrano y avenida Roca de Puerto Madryn. La razón fue el asalto que dos delincuentes perpetraron contra una joyería ubicada en el lugar, donde habían ingresado simulando ser compradores. Todo esto ocurrió sobre las 11 de la mañana donde había un amplio movimiento comercial en toda la ciudad.
Una vez en el interior uno extrajo de entre sus pertenencias un arma que utilizó para reducir a la mujer y comenzar con la sustracción de las joyas que se encontraban en el lugar. En esas circunstancias arribó al lugar el esposo de la mujer que observó a los dos cacos salir huyendo del local comercial. En forma inmediata dio aviso a los efectivos policiales, que en un amplio número se encontraban patrullando la zona, mientras él mismo comenzó a perseguir a uno de los delincuentes.
La persecución se extendió por un par de cuadras donde los efectivos policiales lograron aprender y reducir al delincuente. En el lugar se pudo detectar que el malviviente lleva un arma de fuego entre sus ropas, que habría utilizado para reducir a la mujer y perpetrar –junto a su cómplice- el atraco que alteró la alocada mañana madrynense. No obstante, los investigadores montaron un amplio operativo para dar con el segundo de los asaltantes y avanzar en el recupero de los elementos mal habidos. Pese al hermetismo trascendió que una de las hipótesis que se analiza apunta a que los cacos no serían de Puerto Madryn sino que residirían en alguna otra ciudad.
La algarabía y las recorridas familiares en víspera de la navidad fueron abruptamente interrumpidas por un amplio despliegue de efectivos policiales sobre la calle Belgrano y avenida Roca de Puerto Madryn. La razón fue el asalto que dos delincuentes perpetraron contra una joyería ubicada en el lugar, donde habían ingresado simulando ser compradores. Todo esto ocurrió sobre las 11 de la mañana donde había un amplio movimiento comercial en toda la ciudad.
Una vez en el interior uno extrajo de entre sus pertenencias un arma que utilizó para reducir a la mujer y comenzar con la sustracción de las joyas que se encontraban en el lugar. En esas circunstancias arribó al lugar el esposo de la mujer que observó a los dos cacos salir huyendo del local comercial. En forma inmediata dio aviso a los efectivos policiales, que en un amplio número se encontraban patrullando la zona, mientras él mismo comenzó a perseguir a uno de los delincuentes.
La persecución se extendió por un par de cuadras donde los efectivos policiales lograron aprender y reducir al delincuente. En el lugar se pudo detectar que el malviviente lleva un arma de fuego entre sus ropas, que habría utilizado para reducir a la mujer y perpetrar –junto a su cómplice- el atraco que alteró la alocada mañana madrynense. No obstante, los investigadores montaron un amplio operativo para dar con el segundo de los asaltantes y avanzar en el recupero de los elementos mal habidos. Pese al hermetismo trascendió que una de las hipótesis que se analiza apunta a que los cacos no serían de Puerto Madryn sino que residirían en alguna otra ciudad.