España: la corrupción también salpica a los Reyes

La Corona española se vio involucrada en el caso de corrupción contra el Duque de Palma, Iñaki Urdangarín, después de que su ex socio declaró que la institución supervisaba a la Fundación Nóos, acusada de desviar fondos públicos.

17 FEB 2013 - 14:01 | Actualizado

Diego Torres, ex socio de Urdangarin, aseguró ante la justicia que todas las decisiones de Nóos la tomaban “los cinco miembros de la Junta Directiva, incluida la Infanta Cristina”, hija menor del rey Juan Carlos.

Además, ante preguntas del fiscal, que pidió precisiones sobre el papel de la monarquía, Torres dijo que “todo lo hacíamos con el consentimiento de la Casa Real”.

Según el ex socio de Urdangarin, tanto la Infanta Cristina como su asesor, Carlos García Revenga, –quien está citado a declarar el próximo 23 de febrero- tenían un “papel de control” en la Fundación Nóos y eran “tan activos como el resto” de los miembros del directorio.

Torres explicó también que el conde de Fontao, José Manuel Romero Moreno, le pidió que “cubrieran las apariencias” en relación con el papel de Urdangarín en Nóos, de acuerdo con la información que trascendió a la prensa española.

Con la declaración de Torres ante el juez José Castro y la Fiscalía Anticorrupción en los tribunales de Palma de Mallorca, arrancó la fase final del proceso que mantiene en vilo a la Corona española, que estaba bajo sospecha de corrupción pero ahora quedó implicada.

Desde finales de 2011, la justicia de Palma investiga a Urdangarin y Torres por haber desviado a paraísos fiscales millones de euro en fondos públicos de los gobiernos balear y valenciano, que fueron adjudicados entre 2004 y 2007 al Instituto Nóos, una entidad sin fines de lucro, para la organización de 5 eventos (Illes Balears Forum y Valencia Summit).

De acuerdo con la investigación, los contratos fueron otorgados por ambos gobiernos regionales, en manos del derechista Partido Popular (PP), sin que mediara concurso ni licitación.

Además de malversación de fondos públicos, Urdangarín y Torres afrontan otros delitos como falsedad documental y evasión fiscal.

Durante el interrogatorio de siete horas al que fue sometido, Torres presentó nuevos correos electrónicos que comprometen al rey y confirmó la celebración de una reunión en el Palacio de la Zarzuela de la que participaron Urgangarín, el ex presidente valenciano Francisco Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

También sostuvo que el abogado de Urdangarín, Mario Pascual Vives, le ofreció a través de su letrado asumir “toda la culpabilidad” del caso y le garantizó que no le faltaría “dinero ni trabajo”.

En uno de los emails Urdangarin confirmaba las gestiones del monarca frente a Camps para un patrocinio, y en otro quedan reflejadas las gestiones de la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, conocida como la amante del rey, para incluir a Urdangarin en la Fundación Laureus con un “buen sueldo”, según la prensa española.

El juez Casto, quien el pasado 30 de enero impuso a los acusados una fianza de 8,1 millones de euros –que no fue pagada y será garantizada con bienes-, argumentó que los contratos firmados por la Fundación Nóos, con los gobiernos de Islas Baleares y Valencia, “son fruto de una actividad delictiva premeditada”.

Según el magistrado, “la única finalidad perseguida” con la creación del Instituto Nóos era “contar con la cobertura de una asociación que formalmente no perseguía ánimo de lucro” para “acceder a fondos públicos a través de convenios”.

Urdangarín y Torres crearon el Instituto Nóos en 2003 y poco después comenzaron a utilizar la posición del yerno del rey para lograr contratos públicos millonarios. De acuerdo con la investigación, los dos ex socios se pusieron de acuerdo para utilizar la “influencia” de Urdangarín “derivada de su parentesco con la Casa real”.

A pesar de que parte de los fondos públicos apropiados por Nóos fueron desviados a la empresa Aizoon, que Urdangarín comparte al 50% con la hija menor del rey Juan Carlos, el juez rechazó en marzo imputar a la infanta Cristina.

En su primera declaración ante la justicia, Urdangarín atribuyó a su ex socio la responsabilidad sobre las empresas investigadas, lo que desencadenó una “guerra” entre ambos que aún no terminado y puede tener dimensiones inesperadas.

A principios del año pasado, Torres amenazó con hacer públicos “200 emails comprometedores” con los que “se cargaría a la monarquía”, ya que, entre otras cosas, revelarían que el rey y la infanta Cristina fueron mediadores en los negocios de Urdangarin. Está cumpliendo, los últimos involucraron al secretario de las infantas, quien declarará el mismo día que Urdangarín.

La Corona intentó desvincularse del caso pero ahora está más comprometida que nunca. Mientras aumenta el escándalo de corrupción, en la España castigada por la crisis y con uno de cada cuatro trabajadores desempleados, crecen también las voces críticas con la monarquía y a favor de que el rey Juan Carlos abdique a favor de su hijo Felipe, Príncipe de Asturias.

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17 FEB 2013 - 14:01

Diego Torres, ex socio de Urdangarin, aseguró ante la justicia que todas las decisiones de Nóos la tomaban “los cinco miembros de la Junta Directiva, incluida la Infanta Cristina”, hija menor del rey Juan Carlos.

Además, ante preguntas del fiscal, que pidió precisiones sobre el papel de la monarquía, Torres dijo que “todo lo hacíamos con el consentimiento de la Casa Real”.

Según el ex socio de Urdangarin, tanto la Infanta Cristina como su asesor, Carlos García Revenga, –quien está citado a declarar el próximo 23 de febrero- tenían un “papel de control” en la Fundación Nóos y eran “tan activos como el resto” de los miembros del directorio.

Torres explicó también que el conde de Fontao, José Manuel Romero Moreno, le pidió que “cubrieran las apariencias” en relación con el papel de Urdangarín en Nóos, de acuerdo con la información que trascendió a la prensa española.

Con la declaración de Torres ante el juez José Castro y la Fiscalía Anticorrupción en los tribunales de Palma de Mallorca, arrancó la fase final del proceso que mantiene en vilo a la Corona española, que estaba bajo sospecha de corrupción pero ahora quedó implicada.

Desde finales de 2011, la justicia de Palma investiga a Urdangarin y Torres por haber desviado a paraísos fiscales millones de euro en fondos públicos de los gobiernos balear y valenciano, que fueron adjudicados entre 2004 y 2007 al Instituto Nóos, una entidad sin fines de lucro, para la organización de 5 eventos (Illes Balears Forum y Valencia Summit).

De acuerdo con la investigación, los contratos fueron otorgados por ambos gobiernos regionales, en manos del derechista Partido Popular (PP), sin que mediara concurso ni licitación.

Además de malversación de fondos públicos, Urdangarín y Torres afrontan otros delitos como falsedad documental y evasión fiscal.

Durante el interrogatorio de siete horas al que fue sometido, Torres presentó nuevos correos electrónicos que comprometen al rey y confirmó la celebración de una reunión en el Palacio de la Zarzuela de la que participaron Urgangarín, el ex presidente valenciano Francisco Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

También sostuvo que el abogado de Urdangarín, Mario Pascual Vives, le ofreció a través de su letrado asumir “toda la culpabilidad” del caso y le garantizó que no le faltaría “dinero ni trabajo”.

En uno de los emails Urdangarin confirmaba las gestiones del monarca frente a Camps para un patrocinio, y en otro quedan reflejadas las gestiones de la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, conocida como la amante del rey, para incluir a Urdangarin en la Fundación Laureus con un “buen sueldo”, según la prensa española.

El juez Casto, quien el pasado 30 de enero impuso a los acusados una fianza de 8,1 millones de euros –que no fue pagada y será garantizada con bienes-, argumentó que los contratos firmados por la Fundación Nóos, con los gobiernos de Islas Baleares y Valencia, “son fruto de una actividad delictiva premeditada”.

Según el magistrado, “la única finalidad perseguida” con la creación del Instituto Nóos era “contar con la cobertura de una asociación que formalmente no perseguía ánimo de lucro” para “acceder a fondos públicos a través de convenios”.

Urdangarín y Torres crearon el Instituto Nóos en 2003 y poco después comenzaron a utilizar la posición del yerno del rey para lograr contratos públicos millonarios. De acuerdo con la investigación, los dos ex socios se pusieron de acuerdo para utilizar la “influencia” de Urdangarín “derivada de su parentesco con la Casa real”.

A pesar de que parte de los fondos públicos apropiados por Nóos fueron desviados a la empresa Aizoon, que Urdangarín comparte al 50% con la hija menor del rey Juan Carlos, el juez rechazó en marzo imputar a la infanta Cristina.

En su primera declaración ante la justicia, Urdangarín atribuyó a su ex socio la responsabilidad sobre las empresas investigadas, lo que desencadenó una “guerra” entre ambos que aún no terminado y puede tener dimensiones inesperadas.

A principios del año pasado, Torres amenazó con hacer públicos “200 emails comprometedores” con los que “se cargaría a la monarquía”, ya que, entre otras cosas, revelarían que el rey y la infanta Cristina fueron mediadores en los negocios de Urdangarin. Está cumpliendo, los últimos involucraron al secretario de las infantas, quien declarará el mismo día que Urdangarín.

La Corona intentó desvincularse del caso pero ahora está más comprometida que nunca. Mientras aumenta el escándalo de corrupción, en la España castigada por la crisis y con uno de cada cuatro trabajadores desempleados, crecen también las voces críticas con la monarquía y a favor de que el rey Juan Carlos abdique a favor de su hijo Felipe, Príncipe de Asturias.


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