Un ejemplo de tenacidad: “si te quedás quieto a esta edad, perdés”
Manuela Altuna, de la Delegación de Comodoro Rivadavia, llegó una vez más a Puerto Madryn para participar de una nueva edición de las Olimpíadas de la Tercera Edad. Hace más de 20 años que viaja a participar en las competencias. Un ejemplo de tenacidad.
Sentada en el salón del Centro de jubilados y Pensionados de Puerto Madryn, Manuela Altuna de 96 años, no aparenta la edad que tiene, charlando, ayudando y atenta a las inscripciones que ocurren en las demás mesas. “Hace más de 20 años que vengo, y antes me anotaba en todo lo que podía, gané carreras, Miss Elegancia, Baile de Tango; y ahora ya no, juego cartas o cosas así y sobre todo vengo a bailar, anoche bailé mucho, todas las noches”, menciona entre risas, y nos cuenta su amiga de Delegación que “es la primera en salir a la pista, no sabés cómo baila todas las noches”, comenta entre risas.
Manuela habla bajito, pero gesticula mucho, hace caras y expresa con sus gestos lo que está contando, “a mí me gusta el Vals, y el pasodoble, y para salir a bailar agarro al que está más cerca, y salgo”, cuenta entre risas, con sus 96 años y un sentido del humor intacto.
Años atrás este evento anual era lo que más esperaba Manuela, quien señaló que “es algo que se espera siempre, antes me ponía como loca, lo esperaba con muchas más ansias pero ahora más tranquila, qué te parece con 96 años”, dice Manuela, como dándose cuenta que hace muchas cosas a pesar de su edad. Desde Comodoro Rivadavia llegaron 28 participantes de la Delegación, el día sábado para la inauguración y participan activamente de todas las disciplinas.
Cinco nietos, cinco copas
Manuela recuerda su paso por la disciplina de velocidad, y cuenta que tiene cinco nietos e hizo la promesa de que correría hasta lograr su objetivo, “hasta que no le di una copa a cada uno de mis nietos, no dejé de correr, y junté las cinco copas una para cada uno, hace 7 u 8 años en carreras de velocidad las gané”, cuenta, con orgullo recordando eso y lo que siempre le dice sus hijos “no paro, mis hijos me dicen ¿cuándo vas a parar? Y yo les digo cuando me vean quietita, así –y hace un gesto- ahí preocúpense, mientras me de esto –señalándose la cabeza- y las patitas, yo voy a seguir, si parás perdés, si parás perdés a esta edad”, afirma y reafirma Manuela, quien quiere que sus nietos la vean como un ejemplo de tenacidad, de seguir adelante, de no quedarse quieto.
“Viví hasta los 23 años en el campo, después completé mis estudios, es algo muy simple esto hay que moverse, hay que hacer y no quedarse quieto”, Manuela deja su mensaje, expresa lo que siente hoy a los 96 años y espera poder seguir participando varios años más.
Sentada en el salón del Centro de jubilados y Pensionados de Puerto Madryn, Manuela Altuna de 96 años, no aparenta la edad que tiene, charlando, ayudando y atenta a las inscripciones que ocurren en las demás mesas. “Hace más de 20 años que vengo, y antes me anotaba en todo lo que podía, gané carreras, Miss Elegancia, Baile de Tango; y ahora ya no, juego cartas o cosas así y sobre todo vengo a bailar, anoche bailé mucho, todas las noches”, menciona entre risas, y nos cuenta su amiga de Delegación que “es la primera en salir a la pista, no sabés cómo baila todas las noches”, comenta entre risas.
Manuela habla bajito, pero gesticula mucho, hace caras y expresa con sus gestos lo que está contando, “a mí me gusta el Vals, y el pasodoble, y para salir a bailar agarro al que está más cerca, y salgo”, cuenta entre risas, con sus 96 años y un sentido del humor intacto.
Años atrás este evento anual era lo que más esperaba Manuela, quien señaló que “es algo que se espera siempre, antes me ponía como loca, lo esperaba con muchas más ansias pero ahora más tranquila, qué te parece con 96 años”, dice Manuela, como dándose cuenta que hace muchas cosas a pesar de su edad. Desde Comodoro Rivadavia llegaron 28 participantes de la Delegación, el día sábado para la inauguración y participan activamente de todas las disciplinas.
Cinco nietos, cinco copas
Manuela recuerda su paso por la disciplina de velocidad, y cuenta que tiene cinco nietos e hizo la promesa de que correría hasta lograr su objetivo, “hasta que no le di una copa a cada uno de mis nietos, no dejé de correr, y junté las cinco copas una para cada uno, hace 7 u 8 años en carreras de velocidad las gané”, cuenta, con orgullo recordando eso y lo que siempre le dice sus hijos “no paro, mis hijos me dicen ¿cuándo vas a parar? Y yo les digo cuando me vean quietita, así –y hace un gesto- ahí preocúpense, mientras me de esto –señalándose la cabeza- y las patitas, yo voy a seguir, si parás perdés, si parás perdés a esta edad”, afirma y reafirma Manuela, quien quiere que sus nietos la vean como un ejemplo de tenacidad, de seguir adelante, de no quedarse quieto.
“Viví hasta los 23 años en el campo, después completé mis estudios, es algo muy simple esto hay que moverse, hay que hacer y no quedarse quieto”, Manuela deja su mensaje, expresa lo que siente hoy a los 96 años y espera poder seguir participando varios años más.