El hallazgo de los restos óseos se produjo en febrero de este año cuando se realizaban actividades de ampliación del establecimiento educativo número 87 de Puerto Pirámides. Los restos óseos correspondían a un cráneo fragmentado y dos huegos largos fragmentados de la pierna, sin elementos culturales asociados, como pueden ser indumentaria u objetos personales; y para determinar si podría tratarse de un delito o restos arqueológicos, se solicitó la realización de una pericia.
El estudio fue realizado por Silvia Dahinten, profesional del Laboratorio de Antropología Biológica del Centro Nacional Patagónico (CENPAT) y el informe se denomina “Análisis bioantropológico de restos óseos hallados en Puerto Pirámide”, bajo el oficio 213/13 del Ministerio Público Fiscal en el caso 33230.
El análisis de los restos consiste en evaluar si se tratan de huesos humanos o no, edad estimativa a la muerte, antigüedad estimativa de los mismos y si presentan signos de violencia o cualquier otro dato de interés para la investigación. El informe enviado a los fiscales dio cuenta que se trataban de restos humanos de un individuo masculino de una edad superior a los 50 años al momento de la muerte; y de acuerdo a las características morfológicas, los huesos pertenecen a un individuo relacionado a las poblaciones de cazadores recolectores que habitaron la región en periodos pre contacto europeo-aborigen que habitaron la región patagónica.
Tras comprobarse que los restos no correspondían a un hecho criminal, ya sea por ser restos de desaparecidos o de un posible homicidio, desde la Fiscalía se dará intervención a la Secretaría de Cultura de Chubut para una eventual restitución de los restos óseos a los Pueblos Originarios.
Protocolo
Semanas atrás, integrantes del Ministerio Público Fiscal, de la Policía y del Cenpat se habían reunido para avanzar conjuntamente en la creación de un protocolo de actuación conjunto ante el hallazgo de restos humanos. El objetivo fue comenzar a trabajar en la coordinación de un protocolo de recolección y preservación de muestras de restos humanos hallados fortuitamente, en caso que sean necesarios analizar por el área de Antropología Biológica del CENPAT, ya sea por su valor arqueológico, o en el marco de causas judiciales, tales como identificación de personas o evidencias asociadas.
En tal sentido, la fiscal María Angélica Cárcano, a cargo de dicha causa judicial, expresó que “con la creación de un protocolo de actuación en la recolección y preservación de restos lo que se busca lograr es centralizar criterios y pautas para la actuación para quienes deban intervenir en el rescate y preservación de los mismos”.
Carcano destacó que "no debemos olvidar que los restos hallados son de una riqueza cultural innegable, pero no debemos pasar por alto que forman parte del acervo sentimental de los pueblos originarios que bregan por su reconocimiento en la sociedad".
"Debemos internalizar que en nuestra provincia conviven tantas culturas que no podemos ni debemos soslayar el espíritu de ellas. En el caso preciso de los pueblos originarios, los restos óseos deben ser nuevamente sepultados por respeto a sus antepasados. Y allí radica el verdadero desafío, poder convivir en armonía aceptando los usos y costumbres de todos", destacó Cárcano.
Fuente: Prensa MInisterio Público Fiscal - Puerto Madryn.
El hallazgo de los restos óseos se produjo en febrero de este año cuando se realizaban actividades de ampliación del establecimiento educativo número 87 de Puerto Pirámides. Los restos óseos correspondían a un cráneo fragmentado y dos huegos largos fragmentados de la pierna, sin elementos culturales asociados, como pueden ser indumentaria u objetos personales; y para determinar si podría tratarse de un delito o restos arqueológicos, se solicitó la realización de una pericia.
El estudio fue realizado por Silvia Dahinten, profesional del Laboratorio de Antropología Biológica del Centro Nacional Patagónico (CENPAT) y el informe se denomina “Análisis bioantropológico de restos óseos hallados en Puerto Pirámide”, bajo el oficio 213/13 del Ministerio Público Fiscal en el caso 33230.
El análisis de los restos consiste en evaluar si se tratan de huesos humanos o no, edad estimativa a la muerte, antigüedad estimativa de los mismos y si presentan signos de violencia o cualquier otro dato de interés para la investigación. El informe enviado a los fiscales dio cuenta que se trataban de restos humanos de un individuo masculino de una edad superior a los 50 años al momento de la muerte; y de acuerdo a las características morfológicas, los huesos pertenecen a un individuo relacionado a las poblaciones de cazadores recolectores que habitaron la región en periodos pre contacto europeo-aborigen que habitaron la región patagónica.
Tras comprobarse que los restos no correspondían a un hecho criminal, ya sea por ser restos de desaparecidos o de un posible homicidio, desde la Fiscalía se dará intervención a la Secretaría de Cultura de Chubut para una eventual restitución de los restos óseos a los Pueblos Originarios.
Protocolo
Semanas atrás, integrantes del Ministerio Público Fiscal, de la Policía y del Cenpat se habían reunido para avanzar conjuntamente en la creación de un protocolo de actuación conjunto ante el hallazgo de restos humanos. El objetivo fue comenzar a trabajar en la coordinación de un protocolo de recolección y preservación de muestras de restos humanos hallados fortuitamente, en caso que sean necesarios analizar por el área de Antropología Biológica del CENPAT, ya sea por su valor arqueológico, o en el marco de causas judiciales, tales como identificación de personas o evidencias asociadas.
En tal sentido, la fiscal María Angélica Cárcano, a cargo de dicha causa judicial, expresó que “con la creación de un protocolo de actuación en la recolección y preservación de restos lo que se busca lograr es centralizar criterios y pautas para la actuación para quienes deban intervenir en el rescate y preservación de los mismos”.
Carcano destacó que "no debemos olvidar que los restos hallados son de una riqueza cultural innegable, pero no debemos pasar por alto que forman parte del acervo sentimental de los pueblos originarios que bregan por su reconocimiento en la sociedad".
"Debemos internalizar que en nuestra provincia conviven tantas culturas que no podemos ni debemos soslayar el espíritu de ellas. En el caso preciso de los pueblos originarios, los restos óseos deben ser nuevamente sepultados por respeto a sus antepasados. Y allí radica el verdadero desafío, poder convivir en armonía aceptando los usos y costumbres de todos", destacó Cárcano.
Fuente: Prensa MInisterio Público Fiscal - Puerto Madryn.