Cuestionan la liberación de Kshamenk

Planteó dudas acerca de la viabilidad de que la orca sobreviva y de los costos de la iniciativa, entre otros aspectos.

28 ABR 2013 - 22:33 | Actualizado

Enrique Crespo, investigador principal del Conicet, dialogó con el programa A Tiempo que se emite por FM Tiempo 91.5, sobre la intención de liberar a Kshamenk, la orca de Mundo Marino, idea que se plasmó en un proyecto que llegó al Congreso de la mano de Nancy González. Crespo tiene una trayectoria de tres décadas de investigación de los mamíferos marinos en la Argentina.

-¿Cuál es su opinión sobre la iniciativa?

-Armamos un informe que llevamos a la provincia con la opinión profesional sobre el tema. El proyecto elevado es bastante flojo: carece de presupuesto, no tiene detalle de la infraestructura que se va a utilizar, etcétera. Más allá de eso, nosotros opinamos dos aspectos bien diferenciados. Uno tiene que ver con el animal en cuestión, y el otro sobre la visión poblacional ecosistémica de un animal ajeno a la zona.

Debería conocerse bien la pertenencia genética del animal, que desconocemos. Ese animal está en cautiverio desde hace 20 años. El primer paso es liberarlo en la zona de pertenencia. Introducirlo en Caleta Valdéz es una decisión prematura, porque aunque tuviera memoria sobre su existencia en vida libre no reconocería el lugar.

-¿Qué pasaría si no es liberada en su lugar de pertenencia?

-La primera cosa que pasa con cualquier animal es que es rechazado por el grupo. Sobre todo si se trata de un macho adulto en una estructura social altamente cohesionada como la de las orcas. Los otros machos rechazarían al “intruso”. Y en eso le va la vida porque implica agresiones. En el mejor de los casos quedaría lesionado. Creo que están las cosas al revés: primero habría que averiguar de dónde es. El otro hecho que no se ha tenido en cuenta es que la Caleta es un área protegida. Y no se tienen en consideración los peligros potenciales. Podría ser que no se acostumbre nunca al lugar y haya que estar alimentándola todo el tiempo. En mi opinión es difícil que empiece a cazar.

Y el otro punto, el más cuestionado, es que los animales en cautiverio tienen muchos cuidados médicos, están vacunados. Aún así sobrevuelan siempre patógenos: virus, bacterias, protozoos. Y este animal puede transportar esos patógenos y contagiar a animales en vida libre. No es seguro que vaya a pasar, pero podría ser. ¿Y quién se haría cargo de esa decisión si se toma? Eso fue lo que cuestionamos en términos generales.

Si se lo libera quizás sobreviva seis días o seis meses. Debe evaluarse y discutirse.

Este bicho aparentemente está muy acostumbrado en el acuario a convivir con unos delfines y a dos cuidadores que lo tratan cotidianamente. Si no los tiene puede ser que le bajen las defensas del organismo y sea más susceptible a enfermarse.

-En el caso de Keiko nunca aprendió a comer.

-No imagino que la saquen del acuario y la liberen. Se habla de un período de adaptación. Todo eso no está claro en el proyecto. Además hace falta una inversión grande para darle de comer, por ejemplo. ¿Quién va a hacer la inversión? ¿Privados o el Estado? Esto lo planteo ya como ciudadano. Una investigadora habló de 5 millones de dólares para mantenerla durante un año.

-¿Habló con Roberto Bubas?

-No, estuve en Buenos Aires por unos temas médicos personales.

-Se mencionó en algún momento que alguna cadena televisiva podría participar.

-Sí, escuché que la BBC estaba interesada en hacer algo. Pero de vuelta: ¿esa inversión se hace y después queda? ¿Alguien paga los costos si esto sale mal?#

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28 ABR 2013 - 22:33

Enrique Crespo, investigador principal del Conicet, dialogó con el programa A Tiempo que se emite por FM Tiempo 91.5, sobre la intención de liberar a Kshamenk, la orca de Mundo Marino, idea que se plasmó en un proyecto que llegó al Congreso de la mano de Nancy González. Crespo tiene una trayectoria de tres décadas de investigación de los mamíferos marinos en la Argentina.

-¿Cuál es su opinión sobre la iniciativa?

-Armamos un informe que llevamos a la provincia con la opinión profesional sobre el tema. El proyecto elevado es bastante flojo: carece de presupuesto, no tiene detalle de la infraestructura que se va a utilizar, etcétera. Más allá de eso, nosotros opinamos dos aspectos bien diferenciados. Uno tiene que ver con el animal en cuestión, y el otro sobre la visión poblacional ecosistémica de un animal ajeno a la zona.

Debería conocerse bien la pertenencia genética del animal, que desconocemos. Ese animal está en cautiverio desde hace 20 años. El primer paso es liberarlo en la zona de pertenencia. Introducirlo en Caleta Valdéz es una decisión prematura, porque aunque tuviera memoria sobre su existencia en vida libre no reconocería el lugar.

-¿Qué pasaría si no es liberada en su lugar de pertenencia?

-La primera cosa que pasa con cualquier animal es que es rechazado por el grupo. Sobre todo si se trata de un macho adulto en una estructura social altamente cohesionada como la de las orcas. Los otros machos rechazarían al “intruso”. Y en eso le va la vida porque implica agresiones. En el mejor de los casos quedaría lesionado. Creo que están las cosas al revés: primero habría que averiguar de dónde es. El otro hecho que no se ha tenido en cuenta es que la Caleta es un área protegida. Y no se tienen en consideración los peligros potenciales. Podría ser que no se acostumbre nunca al lugar y haya que estar alimentándola todo el tiempo. En mi opinión es difícil que empiece a cazar.

Y el otro punto, el más cuestionado, es que los animales en cautiverio tienen muchos cuidados médicos, están vacunados. Aún así sobrevuelan siempre patógenos: virus, bacterias, protozoos. Y este animal puede transportar esos patógenos y contagiar a animales en vida libre. No es seguro que vaya a pasar, pero podría ser. ¿Y quién se haría cargo de esa decisión si se toma? Eso fue lo que cuestionamos en términos generales.

Si se lo libera quizás sobreviva seis días o seis meses. Debe evaluarse y discutirse.

Este bicho aparentemente está muy acostumbrado en el acuario a convivir con unos delfines y a dos cuidadores que lo tratan cotidianamente. Si no los tiene puede ser que le bajen las defensas del organismo y sea más susceptible a enfermarse.

-En el caso de Keiko nunca aprendió a comer.

-No imagino que la saquen del acuario y la liberen. Se habla de un período de adaptación. Todo eso no está claro en el proyecto. Además hace falta una inversión grande para darle de comer, por ejemplo. ¿Quién va a hacer la inversión? ¿Privados o el Estado? Esto lo planteo ya como ciudadano. Una investigadora habló de 5 millones de dólares para mantenerla durante un año.

-¿Habló con Roberto Bubas?

-No, estuve en Buenos Aires por unos temas médicos personales.

-Se mencionó en algún momento que alguna cadena televisiva podría participar.

-Sí, escuché que la BBC estaba interesada en hacer algo. Pero de vuelta: ¿esa inversión se hace y después queda? ¿Alguien paga los costos si esto sale mal?#


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