Investigan filtración de datos en la Comisaría de la Mujer de Trelew

Una mujer denunció golpes de su marido, que es policía, y el texto le llegó al agresor. La titular de la unidad dijo que se abrió una investigación interna.

02 JUN 2013 - 22:41 | Actualizado

Por Lorena Leeming

Dos veces sufrimiento. M.A.J. tiene 38 años, su cuerpo es frágil, su mirada es sincera y la voz se quiebra todo el tiempo. Es una de las tantas víctimas de la violencia de género. Confió en quien debía y procedió como dicen los manuales. Pero asegura que fue traicionada por policías. Reveló que cuando era salvajemente golpeada lo denunció en la Comisaría de la Mujer y su agresor recibía copias. “Cuando cerraba la puerta, él ya sabía lo que había denunciado”.

Cuesta creer el dramático testimonio de la mujer. Pero tiene todo documentado y no habla de sospechas sino de hechos concretos. “Lo sé por mi hijo que mi ex tenía copias de lo que yo había denunciado y que las llevaba a la casa de su hermano. Las leía e incluso veía que había malas palabras en el texto porque ese día le dije al policía: vamos a escribirla como habla él. Hoy la vamos a escribir así”, ejemplificó.

No se quedó en la angustia y la bronca de ver filtrada la información. Se dirigió a la Unidad Regional de Trelew y lo denunció, como se debe. “Ahí me dijeron que iba a tener todo el proceso que debía”, afirmó con un dejo de tranquilidad.

Confió a Jornada su dramática historia. De cómo se inicia el infierno del que –asegura- no colaboraron mucho para que saliera, la mujer comenzó: “La primera vez, cuando él me golpea delante de mi nene fui a la Comisaría de la Mujer y no me dejan hacer la denuncia. Estaba marcada, los brazos y la espalda. Me llevan a la Comisaría y me dicen que si hago denuncia lo voy a perjudicar a él. No me va a pasar lo que me corresponde. Me sentía muy mal por todo lo que me había pasado y no me dejaron hacer denuncia, sino exposición”, confirmó.

“Una vez fui a la Seccional 1ª a dejar constancia de que viajaba a pedido de mi padre. Digo que me voy, no que hago abandono de hogar. Él se enteró y me amenaza de muerte. Llamé a la Comisaría. Me voy de nuevo, llego allá, me llama una amiga y me preguntó por qué no hice denuncia. ´Hacélo donde estás´, me dijo. Mi mamá me sugirió que llame a la Comisaría de la Mujer. Cuando llamo, la persona que me atendió me dijo que sí, que a la semana que volviera la realizara”.

La joven aseguró que a esa persona que la atendió telefónicamente “le conté todo lo que pasó”, dijo bajando la voz y con mucho brillo en los ojos. “A las 21 él ya lo sabía, sin yo radicar la denuncia. Él ya sabía que lo iba a denunciar por amenaza de muerte”, sostuvo.

Más adelante, se refirió al momento de sentarse a efectuar la denuncia ante una policía en la Comisaría de la Mujer. “Yo estaba muy angustiada. Fue para mí muy difícil el momento de la amenaza. Sentí que no me atendieron bien”. Apuntó a la policía que la recibió: “Yo le estaba contando todo lo que estaba pasando y no me miraba. No me ofrecía un vaso de agua, no me alcanzaba un pañuelo. Siempre que voy me atiende muy mal. Llega con el cuaderno y me pregunta mi situación con el señor. Yo no digo que todas sean así. Unas tres personas me ayudaron, me atendieron bien, pero otras no”, consignó.

Su situación se agravó y la atención en el lugar que debería oficiar de protección, la empeoraba. “Cuando fui a hacer una denuncia con mi hijo más grande, que a él también lo amenaza, me atiende una oficial que nos reta. Era como que le habíamos hecho perder un sábado a la tarde. ´Me vine por usted´, me dijo-. Me sentí culpable porque le hice perder el sábado. Me empezó a retar. La hago igual a la denuncia y después me pasaron un montón de cosas”, aseguró.

“Mi abogada me decía que se demoraba todo. Era raro. Yo salía a comprar y él me seguía. Hice una denuncia por hostigamiento y me la dieron de baja. Yo sabía todo lo que él me hacía. No podía mentir. Hoy conseguí sentencia por mi abogada. El 23 de mayo falló a mi favor porque yo no mentía”, ejemplificó.

Refiriéndose a su interminable calvario apuntó: “Yo sentí que en la Comisaría de la Mujer, yo cerraba la puerta y él ya sabía lo que había denunciado” aseguró, al tiempo que advirtió que en su desesperación también llegó hasta la Casa de la Mujer y concurrió al área de Derechos del Niño.

Para poner paños fríos a la situación, decidió viajar. “Tomo la decisión de irme un lunes. Dejé dicho que cuando supiera el resultado de la sentencia, me volvía. Ya no estaba más en mi casa. ´Volvéte´, me dice la abogada. Cuando llego a casa, mi hijo más chico me da llave y me traigo la ropa. Él me pregunta qué hacía y le confesé que volvía. El resultado de la sentencia ya estaba. Yo no estaba usurpando. Le digo que se informe con su abogado. Viene la Policía, compañeros de él. Llamo al 101 y pido a la Comisaría de la Mujer”, confesó.

Acto seguido “se baja la Policía. Me trataron muy mal. Me dijeron que él me podía sacar con una orden judicial. Yo estaba en mi casa. La otra policía me decía si yo sabía lo que causaba a mis hijos. ¿Y él? Sólo me juzgaban a mí”, indicó.

Cansada de la situación, la mujer aseveró: “les dije en ese momento: ´Yo sé que salgo de la Comisaría de la Mujer y le dan la información a él´. Él tiene copias de denuncias que yo he hecho. La última fue el 11 de mayo. El 15 ya tenía una copia y la estaba leyendo en la casa de su hermano. Yo les dije que yo sabía que les daba copia, que sabía todo lo que yo hacía. Ellas me dicen que no, que no se hace. Sí, se hace y yo me voy a acercar y hablar con el jefe de ustedes”. Así describió la discusión con las uniformadas.

La mujer asegura que su denuncia contra las policías de la Comisaría de la Mujer no se basa solo en sospechas. “Lo sé por mi hijo que tenía copias y las lleva a la casa de su hermano. Y las lee, incluso veía que había malas palabras en el texto porque ese día le dije al policía: vamos a escribirla como habla él. Hoy la vamos a escribir así. Las otras denuncias le cambié palabras, ahora vamos a escribirlas así. El hermano le decía: ´¿Esto le dijiste vos al nene?´. Mi hijo estaba muy angustiado”, subrayó.

Agotada de lidiar con la violencia de su exmarido y con la indiscreción de una Comisaría, decidió ir la Unidad Regional para radicar la denuncia. Fue bien atendida. “Me dijeron que iba a tener todo el proceso de una denuncia. Ese día llame al 101, porque también la hice en Fiscalía. Tengo agendado el teléfono de la Comisaría de la Mujer, y ya no las atiendo. Ayer me preguntaban por él, les dije que no les tenía confianza”, señaló.

No fue fácil para M.A.J. relatar frente a un grabador cada momento vivido. Sintió que el dolor se duplicaba por no sentir protección. Es que su exmarido es también policía. Todo figura en una denuncia oficial por considerar que fue mal atendida, que recibió un trato inhumano y que el agresor recibía copias. No obstante aclaró que la mala predisposición no fue de todas las policías de la Comisaría de la Mujer. Ella personaliza a tres. “Una de las chicas me dijo que lamentaba lo que me había pasado”.

Su testimonio es para que “no vuelva a suceder y que no le pase a ninguna mujer más. Es una situación horrible y no se ponen en tu lugar, no pueden decir que mentís. Imagináte que no podés estar filmando lo que te dicen. En ese momento pensás cómo te vas a defender. No mentís, decís la verdad de lo que te está pasando”.En la Comisaría ya hay investigación internaLa jefe de la Comisaría de la Mujer de Trelew, Marcela Amado, fue consultada por la denuncia de la joven golpeada, que asegura que su declaración se filtró. Dijo que supo de la presentación en la Unidad Regional y que “ya comenzó la investigación interna”. Aclaró que “confía” en su personal pero de confirmarse que la irregularidad existió “se tomarán las medidas correspondientes”.

“Se hizo una denuncia administrativa en la Unidad Regional Trelew. Fue remitida a la Comisaría y en estos momentos se están labrando las actuaciones para averiguar si realmente es así o no. Se está tomando declaraciones al personal y se está intentando dilucidar si es verdad o no lo que está diciendo esta mujer” aseguró Amado. La comisario admitió que tomó conocimiento de los dichos de la mujer a través de la Unidad, cuando radicó denuncia. De inmediato comenzaron las averiguaciones internas.

Amado se hizo cargo de la Comisaría de la Mujer este año, pero el personal trabaja allí hace mucho tiempo. Por esta razón y por la capacitación con que cuentan, Amado aseguró “tenerles confianza”. Al respecto valoró: “Tengo confianza en el personal que actúa en la Comisaría en razón de que lleva mucho tiempo y es muy profesional”. No obstante, aclaró que de confirmarse la irregularidad “se tomarán las medidas correspondientes; pero hay que esperar que se terminen de labrar las actuaciones respectivas”, advirtió.

Amado subrayó: “Lo que quiero dejar en claro es que el personal de la Comisaría lleva años trabajando. Se ganó la confianza no solo de la institución sino también de la población en general. De ser así, de haber un culpable y de haber alguna persona que brindó la información como dice esa mujer, se va a obrar como corresponde. Esperaré que se terminen de hacer actuaciones y arribadas las conclusiones del caso, se tomarán las medidas necesarias, de ser como ella dice”.

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02 JUN 2013 - 22:41

Por Lorena Leeming

Dos veces sufrimiento. M.A.J. tiene 38 años, su cuerpo es frágil, su mirada es sincera y la voz se quiebra todo el tiempo. Es una de las tantas víctimas de la violencia de género. Confió en quien debía y procedió como dicen los manuales. Pero asegura que fue traicionada por policías. Reveló que cuando era salvajemente golpeada lo denunció en la Comisaría de la Mujer y su agresor recibía copias. “Cuando cerraba la puerta, él ya sabía lo que había denunciado”.

Cuesta creer el dramático testimonio de la mujer. Pero tiene todo documentado y no habla de sospechas sino de hechos concretos. “Lo sé por mi hijo que mi ex tenía copias de lo que yo había denunciado y que las llevaba a la casa de su hermano. Las leía e incluso veía que había malas palabras en el texto porque ese día le dije al policía: vamos a escribirla como habla él. Hoy la vamos a escribir así”, ejemplificó.

No se quedó en la angustia y la bronca de ver filtrada la información. Se dirigió a la Unidad Regional de Trelew y lo denunció, como se debe. “Ahí me dijeron que iba a tener todo el proceso que debía”, afirmó con un dejo de tranquilidad.

Confió a Jornada su dramática historia. De cómo se inicia el infierno del que –asegura- no colaboraron mucho para que saliera, la mujer comenzó: “La primera vez, cuando él me golpea delante de mi nene fui a la Comisaría de la Mujer y no me dejan hacer la denuncia. Estaba marcada, los brazos y la espalda. Me llevan a la Comisaría y me dicen que si hago denuncia lo voy a perjudicar a él. No me va a pasar lo que me corresponde. Me sentía muy mal por todo lo que me había pasado y no me dejaron hacer denuncia, sino exposición”, confirmó.

“Una vez fui a la Seccional 1ª a dejar constancia de que viajaba a pedido de mi padre. Digo que me voy, no que hago abandono de hogar. Él se enteró y me amenaza de muerte. Llamé a la Comisaría. Me voy de nuevo, llego allá, me llama una amiga y me preguntó por qué no hice denuncia. ´Hacélo donde estás´, me dijo. Mi mamá me sugirió que llame a la Comisaría de la Mujer. Cuando llamo, la persona que me atendió me dijo que sí, que a la semana que volviera la realizara”.

La joven aseguró que a esa persona que la atendió telefónicamente “le conté todo lo que pasó”, dijo bajando la voz y con mucho brillo en los ojos. “A las 21 él ya lo sabía, sin yo radicar la denuncia. Él ya sabía que lo iba a denunciar por amenaza de muerte”, sostuvo.

Más adelante, se refirió al momento de sentarse a efectuar la denuncia ante una policía en la Comisaría de la Mujer. “Yo estaba muy angustiada. Fue para mí muy difícil el momento de la amenaza. Sentí que no me atendieron bien”. Apuntó a la policía que la recibió: “Yo le estaba contando todo lo que estaba pasando y no me miraba. No me ofrecía un vaso de agua, no me alcanzaba un pañuelo. Siempre que voy me atiende muy mal. Llega con el cuaderno y me pregunta mi situación con el señor. Yo no digo que todas sean así. Unas tres personas me ayudaron, me atendieron bien, pero otras no”, consignó.

Su situación se agravó y la atención en el lugar que debería oficiar de protección, la empeoraba. “Cuando fui a hacer una denuncia con mi hijo más grande, que a él también lo amenaza, me atiende una oficial que nos reta. Era como que le habíamos hecho perder un sábado a la tarde. ´Me vine por usted´, me dijo-. Me sentí culpable porque le hice perder el sábado. Me empezó a retar. La hago igual a la denuncia y después me pasaron un montón de cosas”, aseguró.

“Mi abogada me decía que se demoraba todo. Era raro. Yo salía a comprar y él me seguía. Hice una denuncia por hostigamiento y me la dieron de baja. Yo sabía todo lo que él me hacía. No podía mentir. Hoy conseguí sentencia por mi abogada. El 23 de mayo falló a mi favor porque yo no mentía”, ejemplificó.

Refiriéndose a su interminable calvario apuntó: “Yo sentí que en la Comisaría de la Mujer, yo cerraba la puerta y él ya sabía lo que había denunciado” aseguró, al tiempo que advirtió que en su desesperación también llegó hasta la Casa de la Mujer y concurrió al área de Derechos del Niño.

Para poner paños fríos a la situación, decidió viajar. “Tomo la decisión de irme un lunes. Dejé dicho que cuando supiera el resultado de la sentencia, me volvía. Ya no estaba más en mi casa. ´Volvéte´, me dice la abogada. Cuando llego a casa, mi hijo más chico me da llave y me traigo la ropa. Él me pregunta qué hacía y le confesé que volvía. El resultado de la sentencia ya estaba. Yo no estaba usurpando. Le digo que se informe con su abogado. Viene la Policía, compañeros de él. Llamo al 101 y pido a la Comisaría de la Mujer”, confesó.

Acto seguido “se baja la Policía. Me trataron muy mal. Me dijeron que él me podía sacar con una orden judicial. Yo estaba en mi casa. La otra policía me decía si yo sabía lo que causaba a mis hijos. ¿Y él? Sólo me juzgaban a mí”, indicó.

Cansada de la situación, la mujer aseveró: “les dije en ese momento: ´Yo sé que salgo de la Comisaría de la Mujer y le dan la información a él´. Él tiene copias de denuncias que yo he hecho. La última fue el 11 de mayo. El 15 ya tenía una copia y la estaba leyendo en la casa de su hermano. Yo les dije que yo sabía que les daba copia, que sabía todo lo que yo hacía. Ellas me dicen que no, que no se hace. Sí, se hace y yo me voy a acercar y hablar con el jefe de ustedes”. Así describió la discusión con las uniformadas.

La mujer asegura que su denuncia contra las policías de la Comisaría de la Mujer no se basa solo en sospechas. “Lo sé por mi hijo que tenía copias y las lleva a la casa de su hermano. Y las lee, incluso veía que había malas palabras en el texto porque ese día le dije al policía: vamos a escribirla como habla él. Hoy la vamos a escribir así. Las otras denuncias le cambié palabras, ahora vamos a escribirlas así. El hermano le decía: ´¿Esto le dijiste vos al nene?´. Mi hijo estaba muy angustiado”, subrayó.

Agotada de lidiar con la violencia de su exmarido y con la indiscreción de una Comisaría, decidió ir la Unidad Regional para radicar la denuncia. Fue bien atendida. “Me dijeron que iba a tener todo el proceso de una denuncia. Ese día llame al 101, porque también la hice en Fiscalía. Tengo agendado el teléfono de la Comisaría de la Mujer, y ya no las atiendo. Ayer me preguntaban por él, les dije que no les tenía confianza”, señaló.

No fue fácil para M.A.J. relatar frente a un grabador cada momento vivido. Sintió que el dolor se duplicaba por no sentir protección. Es que su exmarido es también policía. Todo figura en una denuncia oficial por considerar que fue mal atendida, que recibió un trato inhumano y que el agresor recibía copias. No obstante aclaró que la mala predisposición no fue de todas las policías de la Comisaría de la Mujer. Ella personaliza a tres. “Una de las chicas me dijo que lamentaba lo que me había pasado”.

Su testimonio es para que “no vuelva a suceder y que no le pase a ninguna mujer más. Es una situación horrible y no se ponen en tu lugar, no pueden decir que mentís. Imagináte que no podés estar filmando lo que te dicen. En ese momento pensás cómo te vas a defender. No mentís, decís la verdad de lo que te está pasando”.En la Comisaría ya hay investigación internaLa jefe de la Comisaría de la Mujer de Trelew, Marcela Amado, fue consultada por la denuncia de la joven golpeada, que asegura que su declaración se filtró. Dijo que supo de la presentación en la Unidad Regional y que “ya comenzó la investigación interna”. Aclaró que “confía” en su personal pero de confirmarse que la irregularidad existió “se tomarán las medidas correspondientes”.

“Se hizo una denuncia administrativa en la Unidad Regional Trelew. Fue remitida a la Comisaría y en estos momentos se están labrando las actuaciones para averiguar si realmente es así o no. Se está tomando declaraciones al personal y se está intentando dilucidar si es verdad o no lo que está diciendo esta mujer” aseguró Amado. La comisario admitió que tomó conocimiento de los dichos de la mujer a través de la Unidad, cuando radicó denuncia. De inmediato comenzaron las averiguaciones internas.

Amado se hizo cargo de la Comisaría de la Mujer este año, pero el personal trabaja allí hace mucho tiempo. Por esta razón y por la capacitación con que cuentan, Amado aseguró “tenerles confianza”. Al respecto valoró: “Tengo confianza en el personal que actúa en la Comisaría en razón de que lleva mucho tiempo y es muy profesional”. No obstante, aclaró que de confirmarse la irregularidad “se tomarán las medidas correspondientes; pero hay que esperar que se terminen de labrar las actuaciones respectivas”, advirtió.

Amado subrayó: “Lo que quiero dejar en claro es que el personal de la Comisaría lleva años trabajando. Se ganó la confianza no solo de la institución sino también de la población en general. De ser así, de haber un culpable y de haber alguna persona que brindó la información como dice esa mujer, se va a obrar como corresponde. Esperaré que se terminen de hacer actuaciones y arribadas las conclusiones del caso, se tomarán las medidas necesarias, de ser como ella dice”.


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