Ganó en la tierra de los vientos
La CAI abrió con luz verde su participación en el Argentino A. Le ganó 2-0 a Cipolletti en el arranque de la era Izquierdo. Villegas lo abrió en el primer tiempo y sobre el final, en plena embestida visitante, definió Jonatan Morales con un tiro traicionero y ayuda del viento.
El viento otra vez cantó presencia. Pero en ningún momento le puso freno de mano al buen arranque de la CAI. El local pegó primero eligiendo campo y sintiendo las ráfagas en el rostro en el primer tiempo. Y después le puso juego al azar. Seguel plantó la bandera en el fondo; Lucas Reynoso arrancó para figura y Elvio Martínez, fue el enganche del pueblo, administrando los tiempos y siempre apto para clarificar. Cipolletti tardó en adaptarse al clima y al partido. Extrañó la pelota, los volantes perdieron la pulseada y apenas rompió la quietud con un tiro libre de Villacorta que controló Leguiza. Cuando la lógica era que Eolo arrinconara al local, pasó lo imprevisto. La CAI tuvo claridad para salir, nunca se complicó en el traslado y además, Villegas y Piñero se inspiraron como en los tiempos de la B Nacional, bien picantes cerca del área.
A los 7’ pasó a ganar en tres toques. La robó Piñero en el campo propio, alargó para Reynoso quien ,acelerando, asistió entre líneas a Villegas que apareció a espaldas de la defensa, liberado para definir cruzado y abajo. El 1-0 llegó en el momento justo, premiando el buen comienzo de los de Izquierdo. El toque de Elvio “limpió” hasta las ráfagas con Cipolletti, sin rumbo y con la pelota enjabonada. Recién a los 39’ volvió a dar señales de vida: Urbano –el mejor hasta ahí- metió un buscapié que ni Alecha, ni Jara pudieron empujar en la boca del arco. Así, con una búsqueda constante, el equipo de Perilli vio irse los primeros 45’ sin patear al arco, sin ser superado pero vencido.
En la parte final, la CAI se fortaleció con la ayuda del viento. De entrada, Reynoso pescó un rebote que pudo ser a la salida de un corner y a través de Martínez, dispuso de claridad para hacer de cada posesión, un avance. También el debutante Birge se anotó a la lista, con un remate bombeado que terminó cerrándose en el travesaño, descolocando a Ferreyra. Cipolletti arrimó por un error ajeno, falló Velázquez en la salida, Alecha la peleó y Urbano terminó pateando fuerte y al cuerpo del arquero.
La visita también rompió el equilibrio. Encontró mejores asociaciones vía Chironi y Vergara y con Alecha convertido en referencia. El capitán casi lo empata en un tiro libre y en la réplica, Morales lanzado al ataque, le sirvió en bandeja un centro a Martínez, ahora sí traicionado por el ventarrón que le frustró el gol seguro. Cipolletti terminó mejor y aunque nunca descifró la cosa meteorológica, pareció merecer algo más de lo que se llevaba en el bolso porque la CAI acusó el esfuerzo, ya no atacó con la misma convicción y volvió a sufrir. Pero el viento volvió a hacer diabluras. Tras un corner, Emanuel Morales buscó forzar el error del arquero. Y lo logró. La bocha malintencionada viboreó y se metió tras un intento fallido de Ferreyra. Sobre la hora fue 2-0 y respiro.
El viento otra vez cantó presencia. Pero en ningún momento le puso freno de mano al buen arranque de la CAI. El local pegó primero eligiendo campo y sintiendo las ráfagas en el rostro en el primer tiempo. Y después le puso juego al azar. Seguel plantó la bandera en el fondo; Lucas Reynoso arrancó para figura y Elvio Martínez, fue el enganche del pueblo, administrando los tiempos y siempre apto para clarificar. Cipolletti tardó en adaptarse al clima y al partido. Extrañó la pelota, los volantes perdieron la pulseada y apenas rompió la quietud con un tiro libre de Villacorta que controló Leguiza. Cuando la lógica era que Eolo arrinconara al local, pasó lo imprevisto. La CAI tuvo claridad para salir, nunca se complicó en el traslado y además, Villegas y Piñero se inspiraron como en los tiempos de la B Nacional, bien picantes cerca del área.
A los 7’ pasó a ganar en tres toques. La robó Piñero en el campo propio, alargó para Reynoso quien ,acelerando, asistió entre líneas a Villegas que apareció a espaldas de la defensa, liberado para definir cruzado y abajo. El 1-0 llegó en el momento justo, premiando el buen comienzo de los de Izquierdo. El toque de Elvio “limpió” hasta las ráfagas con Cipolletti, sin rumbo y con la pelota enjabonada. Recién a los 39’ volvió a dar señales de vida: Urbano –el mejor hasta ahí- metió un buscapié que ni Alecha, ni Jara pudieron empujar en la boca del arco. Así, con una búsqueda constante, el equipo de Perilli vio irse los primeros 45’ sin patear al arco, sin ser superado pero vencido.
En la parte final, la CAI se fortaleció con la ayuda del viento. De entrada, Reynoso pescó un rebote que pudo ser a la salida de un corner y a través de Martínez, dispuso de claridad para hacer de cada posesión, un avance. También el debutante Birge se anotó a la lista, con un remate bombeado que terminó cerrándose en el travesaño, descolocando a Ferreyra. Cipolletti arrimó por un error ajeno, falló Velázquez en la salida, Alecha la peleó y Urbano terminó pateando fuerte y al cuerpo del arquero.
La visita también rompió el equilibrio. Encontró mejores asociaciones vía Chironi y Vergara y con Alecha convertido en referencia. El capitán casi lo empata en un tiro libre y en la réplica, Morales lanzado al ataque, le sirvió en bandeja un centro a Martínez, ahora sí traicionado por el ventarrón que le frustró el gol seguro. Cipolletti terminó mejor y aunque nunca descifró la cosa meteorológica, pareció merecer algo más de lo que se llevaba en el bolso porque la CAI acusó el esfuerzo, ya no atacó con la misma convicción y volvió a sufrir. Pero el viento volvió a hacer diabluras. Tras un corner, Emanuel Morales buscó forzar el error del arquero. Y lo logró. La bocha malintencionada viboreó y se metió tras un intento fallido de Ferreyra. Sobre la hora fue 2-0 y respiro.