En casa es cosa seria

Brown terminó goleando a Maipú por 5 a 1 después de un comienzo en desventaja, en el juego válido por la 12da fecha del Argentino A. Dos de Flores, Zampedri, Garino y Rojas anotaron para el local. Coria hizo el de la visita, en la que fueron expulsados Duarte y Murcia.

03 NOV 2013 - 22:10 | Actualizado

En su cancha Brown es un equipo invencible o al menos, demuestra una fortaleza que deja sin mayores chances ni argumentos a sus rivales. Arrancó de menor a mayor y terminó goleando, jugando bien y con los números que lo respaldan para imponerse como candidato a pelear en el grupo manteniendo el rendimiento que logra en su estadio y necesita mejorar afuera, de manera de ser un aspirante completo en el torneo. Ayer le dio, en la segunda parte del juego, una lección de fútbol a un rival encumbrado que por momentos perdió la línea y fue claramente superado también desde lo físico, en la que debió jugar al límite y por eso sufrió dos correctas expulsiones.

Dos golazos

Nada había pasado sobre los arcos y en la primera que tuvo Coria, la clavó en el segundo palo de Dituro, haciendo estéril el esfuerzo del golero browniano. Iban 10’ de juego y la visita sacaba ventaja con un soberbio remate del enganche del conjunto mendocino.

Ballestero capturó un rechazo cerca del cuadro grande y le dio directo al arco desviándose en un defensor y cayendo a las manos de Bonacci.

Brown a pesar del golpe no claudicaba en su idea de jugar y darle circulación segura desde la salida misma con permanente movilidad de todo el equipo, yendo por los costados o intentando por adentro con las sociedades que proponían Garino y Schefer.

A los 26’ Zampedri hizo un golazo, llevándose la pelota desde el lateral que hizo Ballestero y eludiendo un par de rivales dentro del área (pasándosela por un costado a uno de ellos) para darle fuerte al segundo palo de Bonacci que nada pudo hacer.

El local niveló justamente el resultado porque desde hacía unos cuantos minutos también lo había hecho con la pelota, que la tenía y administraba buscando generar los espacios cerca del área. Otra vez el goleador tuvo una que robó en mitad de cancha y le quedó larga, por lo que llegó antes el arquero Bonacci para interceptar con toda su humanidad.

Sobre el final Garino metió una asistencia “riquelmeana” para Zampedri que se acomodó solo en el área pero Bonacci le adivinó el remate que era el segundo del local.

Schefer cabeceó abajo pero el arquero visitante volvió a quedarse con el grito de gol, al culminar una jugada bárbara de Brown con varios toques y posterior centro al corazón del área. En la última maniobra ofensiva, Zampedri se metía en el área y fue derribado, generando el reclamo del local que el árbitro Presa no escuchó, más allá que en esa acción el línea Raymonda se iba para el fondo de la cancha entendiendo que el juez iba a sancionar penal.

Brown terminó mucho mejor que lo que había empezado y hasta mereció llevarse algo más al descanso, yendo de menor a mayor y convirtiendo al golero Bonacci en figura de los 45 iniciales.

La segunda mitad

Brown golpeó de entrada con una maniobra desde el tiro de esquina que Velázquez bajó al centro del área y Zampedri no pudo de media vuelta pero sí Rojas (ingresó por Sebastián Aciar en el arranque) de frente al arco para inflar la red de Bonacci que estaba tapado por un defensor.

Brown se perdió un gol increíble después que Moreno se quedara con una pelota dentro del área tras maniobra individual de Zampedri y luego ni Moreno de frente ni el goleador de taco pudieron convertir.

Cuando el equipo tenía la pelota y Garino o Schefer se decidían a ir hacia delante aparecían situaciones o chances para concretar.

Murúa subió unos metros por derecha a Flores en lugar de Ricci, que fue reemplazado por Massena que pasó a ocupar el lugar de lateral derecho. Así, el DT local le dio más marca al fondo y juego a la mitad de cancha por los costados.

El árbitro Presa, que no venía dirigiendo bien, corrigió lo anterior expulsando correctamente a Duarte por ir fuerte sobre Zampedri y la visita, que había metido gente en ataque, se quedó con uno menos en un momento clave del juego.

Igual, la visita intentaba aprovechar la pelota parada a partir de las infracciones que Brown hacía cerca de mitad de cancha y eran pelotas que caían adentro del área generando inquietud.

Brown tuvo una contra tremenda tres contra dos y Garino que la administraba, lo dejó solo a Rojas que enganchó contra el arquero y la tiró por encima del horizontal desperdiciando una situación inmejorable.

Lo liquidó en 6’

Entre los 38’ y los 44’ Brown fue una tromba y se llevó por delante a su rival. Walter Aciar llegó antes a un cruce en mitad de cancha y habilitó a Zampedri y éste metió un pase largo por abajo para que Flores se vaya cara a cara contra Bonacci, a quien venció rematando por entre sus piernas, para poner un poco de tranquilidad ante un rival muy peligroso con los envíos de pelota parada. Era el 3-1.

Tres minutos después, a los 41’, Brown metió una contra fantástica atacando 6 jugadores contra 3 de Maipú que defendía, Schefer se quedaba solo contra el arquero pero tocó adentro y Garino solo puso el pie para anotar el 4-1 lapidario.

Brown se floreaba y le daba una lección de juego a su rival, y el quinto anduvo merodeando después de una jugada en la que la tocaron varios dentro del área. Maipú la pasaba mal y en otro ataque del local, Murcia lo derribó de atrás a Garino y Presa (otra vez correcto) lo expulsó sin miramientos.

Esa paliza en cancha, Brown la confirmaba en la red a los 44’ y otra vez Flores aprovechó un enredo en el área, se la llevó entre varios y cuando salía el arquero se la tocó a un palo, en lo que fue la última del partido, ya que Presa no jugó los minutos que había adicionado.

En realidad, no hacía falta, la historia estaba liquidada desde el 3-1 y lo demás sirvió para decorar un resultado y provocarle mayor dolor al rival del que ya tenía siendo derrotado y por momentos humillado en cancha por un rival claramente superior.

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03 NOV 2013 - 22:10

En su cancha Brown es un equipo invencible o al menos, demuestra una fortaleza que deja sin mayores chances ni argumentos a sus rivales. Arrancó de menor a mayor y terminó goleando, jugando bien y con los números que lo respaldan para imponerse como candidato a pelear en el grupo manteniendo el rendimiento que logra en su estadio y necesita mejorar afuera, de manera de ser un aspirante completo en el torneo. Ayer le dio, en la segunda parte del juego, una lección de fútbol a un rival encumbrado que por momentos perdió la línea y fue claramente superado también desde lo físico, en la que debió jugar al límite y por eso sufrió dos correctas expulsiones.

Dos golazos

Nada había pasado sobre los arcos y en la primera que tuvo Coria, la clavó en el segundo palo de Dituro, haciendo estéril el esfuerzo del golero browniano. Iban 10’ de juego y la visita sacaba ventaja con un soberbio remate del enganche del conjunto mendocino.

Ballestero capturó un rechazo cerca del cuadro grande y le dio directo al arco desviándose en un defensor y cayendo a las manos de Bonacci.

Brown a pesar del golpe no claudicaba en su idea de jugar y darle circulación segura desde la salida misma con permanente movilidad de todo el equipo, yendo por los costados o intentando por adentro con las sociedades que proponían Garino y Schefer.

A los 26’ Zampedri hizo un golazo, llevándose la pelota desde el lateral que hizo Ballestero y eludiendo un par de rivales dentro del área (pasándosela por un costado a uno de ellos) para darle fuerte al segundo palo de Bonacci que nada pudo hacer.

El local niveló justamente el resultado porque desde hacía unos cuantos minutos también lo había hecho con la pelota, que la tenía y administraba buscando generar los espacios cerca del área. Otra vez el goleador tuvo una que robó en mitad de cancha y le quedó larga, por lo que llegó antes el arquero Bonacci para interceptar con toda su humanidad.

Sobre el final Garino metió una asistencia “riquelmeana” para Zampedri que se acomodó solo en el área pero Bonacci le adivinó el remate que era el segundo del local.

Schefer cabeceó abajo pero el arquero visitante volvió a quedarse con el grito de gol, al culminar una jugada bárbara de Brown con varios toques y posterior centro al corazón del área. En la última maniobra ofensiva, Zampedri se metía en el área y fue derribado, generando el reclamo del local que el árbitro Presa no escuchó, más allá que en esa acción el línea Raymonda se iba para el fondo de la cancha entendiendo que el juez iba a sancionar penal.

Brown terminó mucho mejor que lo que había empezado y hasta mereció llevarse algo más al descanso, yendo de menor a mayor y convirtiendo al golero Bonacci en figura de los 45 iniciales.

La segunda mitad

Brown golpeó de entrada con una maniobra desde el tiro de esquina que Velázquez bajó al centro del área y Zampedri no pudo de media vuelta pero sí Rojas (ingresó por Sebastián Aciar en el arranque) de frente al arco para inflar la red de Bonacci que estaba tapado por un defensor.

Brown se perdió un gol increíble después que Moreno se quedara con una pelota dentro del área tras maniobra individual de Zampedri y luego ni Moreno de frente ni el goleador de taco pudieron convertir.

Cuando el equipo tenía la pelota y Garino o Schefer se decidían a ir hacia delante aparecían situaciones o chances para concretar.

Murúa subió unos metros por derecha a Flores en lugar de Ricci, que fue reemplazado por Massena que pasó a ocupar el lugar de lateral derecho. Así, el DT local le dio más marca al fondo y juego a la mitad de cancha por los costados.

El árbitro Presa, que no venía dirigiendo bien, corrigió lo anterior expulsando correctamente a Duarte por ir fuerte sobre Zampedri y la visita, que había metido gente en ataque, se quedó con uno menos en un momento clave del juego.

Igual, la visita intentaba aprovechar la pelota parada a partir de las infracciones que Brown hacía cerca de mitad de cancha y eran pelotas que caían adentro del área generando inquietud.

Brown tuvo una contra tremenda tres contra dos y Garino que la administraba, lo dejó solo a Rojas que enganchó contra el arquero y la tiró por encima del horizontal desperdiciando una situación inmejorable.

Lo liquidó en 6’

Entre los 38’ y los 44’ Brown fue una tromba y se llevó por delante a su rival. Walter Aciar llegó antes a un cruce en mitad de cancha y habilitó a Zampedri y éste metió un pase largo por abajo para que Flores se vaya cara a cara contra Bonacci, a quien venció rematando por entre sus piernas, para poner un poco de tranquilidad ante un rival muy peligroso con los envíos de pelota parada. Era el 3-1.

Tres minutos después, a los 41’, Brown metió una contra fantástica atacando 6 jugadores contra 3 de Maipú que defendía, Schefer se quedaba solo contra el arquero pero tocó adentro y Garino solo puso el pie para anotar el 4-1 lapidario.

Brown se floreaba y le daba una lección de juego a su rival, y el quinto anduvo merodeando después de una jugada en la que la tocaron varios dentro del área. Maipú la pasaba mal y en otro ataque del local, Murcia lo derribó de atrás a Garino y Presa (otra vez correcto) lo expulsó sin miramientos.

Esa paliza en cancha, Brown la confirmaba en la red a los 44’ y otra vez Flores aprovechó un enredo en el área, se la llevó entre varios y cuando salía el arquero se la tocó a un palo, en lo que fue la última del partido, ya que Presa no jugó los minutos que había adicionado.

En realidad, no hacía falta, la historia estaba liquidada desde el 3-1 y lo demás sirvió para decorar un resultado y provocarle mayor dolor al rival del que ya tenía siendo derrotado y por momentos humillado en cancha por un rival claramente superior.


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