¿Cómo fue el año para los cultivos de las economías regionales?

El sector agropecuario cierra otro año con muy buenas perspectivas para soja y maíz y con una nueva apuesta por el trigo. Pero las economías regionales muestran dificultades por falta de competitividad.

22 DIC 2013 - 15:33 | Actualizado

Según estimaciones oficiales, el área sembrada de soja alcanzaría las 20,8 millones de hectáreas, mientras que la de maíz llegaría a 5,7 millones. Estos números se ubican cerca de las superficies de la anterior campaña.

Con estas estimaciones y teniendo en cuenta los rindes de los últimos cinco años para estos dos cultivos, podría alcanzarse una cosecha de 57 millones de toneladas para la soja y de 32 millones para el maíz.

Si bien se trata de cifras récord o cercanas a máximos históricos, hay que tener en cuenta los distintos factores climáticos que pueden incidir en el resultado final.

De todas formas, la soja y el maíz tendrán buenos resultados, similares a los que vienen obteniendo.

Otra situación es la que vive el trigo, que viene de una cosecha de algo más de 8 millones de toneladas, mientras que para la actual las nuevas proyecciones oficiales hablan de 9,5 millones.

Frente a este escenario, el sector triguero vive con expectativa qué ocurrirá con la próxima siembra, luego del anuncio de la creación de un fondo para los productores con los derechos de exportaciones que se obtienen del cereal.

En lo que hace a las economías regionales, sobre todo a las que tienen destino de exportación, el 2013 mostró señales de alarma y preocupación por la falta de competitividad.

Productos como los cítricos en el Litoral tuvieron un año marcado por el aumento de costos e inconvenientes con el tipo de cambio, a lo que se suman costos de logística cada vez más altos.

Otras economías, como la azucarera, sufren la caída de los precios internacionales y la merma en la producción local por motivos climáticos. Esto obligó a muchos ingenios a apostar por el desarrollo de biocombustibles para mantener los márgenes de rentabilidad.

Otro caso es el de la yerba mate, enfrascada en una disputa por los precios entre los productores, los secaderos y la cadena de comercialización. Allí los productores denuncian que la suba que mostró la yerba en los mostradores no llegó a sus manos, sino que fue absorbida por los demás integrantes de la cadena.

Estas situaciones llamaron la atención del Gobierno, que empezó a estudiar con mayor intensidad el esquema de costos de estas producciones.

Inclusive, la cuestión de la competitividad de las economías regionales fue uno de los temas que el flamante ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, puso como eje de su gestión.

Otro hecho relevante ocurrido durante el corriente año fue la aprobación por parte de China de la soja RR2 de Monsanto, que se comenzó a vender al país asiático.

Se estima que la nueva semilla mejora los rindes entre un 7 y un 11 por ciento, lo que causó expectativa entre los productores y exportadores.

La discusión sobre cuestiones medioambientales también tuvo como eje a un emprendimiento de Monsanto, en este caso en la provincia de Córdoba, donde se encuentra paralizada la construcción de una planta semillera localizada en la localidad de Malvinas Argentinas, a la espera de que la Justicia termine de resolver la cuestión.

Sin la intensidad de 2008, cuando el foco de discusión fue la resolución 125 de segmentación de las retenciones, el 2013 no fue la excepción para la conflictiva relación entre la Mesa de Enlace y el Gobierno.

Las entidades realizaron un nuevo paro a principio de año con escasa repercusión en la opinión pública, con cese de comercialización incluido, que no logró el objetivo buscado y mostró una vez más que la Mesa de Enlace está muy lejos de ser el actor político relevante que pareció ser luego de que el voto no positivo del exvicepresidente Julio Cobos diera por tierra con la iniciativa impulsada por el Poder Ejecutivo.

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22 DIC 2013 - 15:33

Según estimaciones oficiales, el área sembrada de soja alcanzaría las 20,8 millones de hectáreas, mientras que la de maíz llegaría a 5,7 millones. Estos números se ubican cerca de las superficies de la anterior campaña.

Con estas estimaciones y teniendo en cuenta los rindes de los últimos cinco años para estos dos cultivos, podría alcanzarse una cosecha de 57 millones de toneladas para la soja y de 32 millones para el maíz.

Si bien se trata de cifras récord o cercanas a máximos históricos, hay que tener en cuenta los distintos factores climáticos que pueden incidir en el resultado final.

De todas formas, la soja y el maíz tendrán buenos resultados, similares a los que vienen obteniendo.

Otra situación es la que vive el trigo, que viene de una cosecha de algo más de 8 millones de toneladas, mientras que para la actual las nuevas proyecciones oficiales hablan de 9,5 millones.

Frente a este escenario, el sector triguero vive con expectativa qué ocurrirá con la próxima siembra, luego del anuncio de la creación de un fondo para los productores con los derechos de exportaciones que se obtienen del cereal.

En lo que hace a las economías regionales, sobre todo a las que tienen destino de exportación, el 2013 mostró señales de alarma y preocupación por la falta de competitividad.

Productos como los cítricos en el Litoral tuvieron un año marcado por el aumento de costos e inconvenientes con el tipo de cambio, a lo que se suman costos de logística cada vez más altos.

Otras economías, como la azucarera, sufren la caída de los precios internacionales y la merma en la producción local por motivos climáticos. Esto obligó a muchos ingenios a apostar por el desarrollo de biocombustibles para mantener los márgenes de rentabilidad.

Otro caso es el de la yerba mate, enfrascada en una disputa por los precios entre los productores, los secaderos y la cadena de comercialización. Allí los productores denuncian que la suba que mostró la yerba en los mostradores no llegó a sus manos, sino que fue absorbida por los demás integrantes de la cadena.

Estas situaciones llamaron la atención del Gobierno, que empezó a estudiar con mayor intensidad el esquema de costos de estas producciones.

Inclusive, la cuestión de la competitividad de las economías regionales fue uno de los temas que el flamante ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, puso como eje de su gestión.

Otro hecho relevante ocurrido durante el corriente año fue la aprobación por parte de China de la soja RR2 de Monsanto, que se comenzó a vender al país asiático.

Se estima que la nueva semilla mejora los rindes entre un 7 y un 11 por ciento, lo que causó expectativa entre los productores y exportadores.

La discusión sobre cuestiones medioambientales también tuvo como eje a un emprendimiento de Monsanto, en este caso en la provincia de Córdoba, donde se encuentra paralizada la construcción de una planta semillera localizada en la localidad de Malvinas Argentinas, a la espera de que la Justicia termine de resolver la cuestión.

Sin la intensidad de 2008, cuando el foco de discusión fue la resolución 125 de segmentación de las retenciones, el 2013 no fue la excepción para la conflictiva relación entre la Mesa de Enlace y el Gobierno.

Las entidades realizaron un nuevo paro a principio de año con escasa repercusión en la opinión pública, con cese de comercialización incluido, que no logró el objetivo buscado y mostró una vez más que la Mesa de Enlace está muy lejos de ser el actor político relevante que pareció ser luego de que el voto no positivo del exvicepresidente Julio Cobos diera por tierra con la iniciativa impulsada por el Poder Ejecutivo.


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