Hernán Canuti trabajó en una decena de conflictos bélicos como reportero gráfico. Cansado de tanta muerte cambió su vida para dedicarla al estudio de los cóndores y su relación con los pueblos originarios. Volvía junto a su esposa desde La Pampa a Bariloche por la ruta del desierto, en donde su automóvil volcó, provocándole heridas que ayer le causaron la muerte.
El 22 de febrero de 2013 Canuti trajo su muestra “Cóndor” al Espacio de Arte de Grupo Jornada – Tela de Rayón de Trelew. “El cóndor me cambió la vida”, aseguró en la oportunidad.
“Sé decir no me maten, soy periodista, en 25 idiomas”, contó Canuti en una entrevista. El fotógrafo trabajó en varios conflictos bélicos, perdió la cordura y el propósito de su pasión y empezó a recuperar todo eso el día que encuadrando un atardecer se le apareció un cóndor. A partir de ese momento se dedicó a estudiar a estos animales y trabajó de voluntario para Bio Andina durante 8 años.
“En todos los pueblos de Latinoamérica el cóndor tenía exactamente la misma función espiritual, era el mensajero que se conectaba con Dios”, y sobre su cambio de vida aseguró: “Ganaba 1.000 dólares por día, hoy pueden ser $4.000 al mes y soy ¡tan austeramente feliz!”.#
Hernán Canuti trabajó en una decena de conflictos bélicos como reportero gráfico. Cansado de tanta muerte cambió su vida para dedicarla al estudio de los cóndores y su relación con los pueblos originarios. Volvía junto a su esposa desde La Pampa a Bariloche por la ruta del desierto, en donde su automóvil volcó, provocándole heridas que ayer le causaron la muerte.
El 22 de febrero de 2013 Canuti trajo su muestra “Cóndor” al Espacio de Arte de Grupo Jornada – Tela de Rayón de Trelew. “El cóndor me cambió la vida”, aseguró en la oportunidad.
“Sé decir no me maten, soy periodista, en 25 idiomas”, contó Canuti en una entrevista. El fotógrafo trabajó en varios conflictos bélicos, perdió la cordura y el propósito de su pasión y empezó a recuperar todo eso el día que encuadrando un atardecer se le apareció un cóndor. A partir de ese momento se dedicó a estudiar a estos animales y trabajó de voluntario para Bio Andina durante 8 años.
“En todos los pueblos de Latinoamérica el cóndor tenía exactamente la misma función espiritual, era el mensajero que se conectaba con Dios”, y sobre su cambio de vida aseguró: “Ganaba 1.000 dólares por día, hoy pueden ser $4.000 al mes y soy ¡tan austeramente feliz!”.#