Tiene 91 años y se inscribió en la Universidad para cursar abogacía

Creció en el campo, fue gasista y telegrafista, decidió iniciar la carrera de abogacía, lo que le valió el reconocimiento del gobernador neuquino, Jorge Sapag, y de las autoridades de la Universidad Nacional del Comahue, donde comenzará sus estudios.

15 FEB 2014 - 16:33 | Actualizado

Se trata de Alejandro Bernardo, quien decidió cursar estudios universitarios al considerar que esa era "una asignatura pendiente" en su vida.

Bernardo, que se considera un "apasionado lector", nació el 6 de enero de 1923 en la localidad bonaerense de Ingeniero Thompson, y cursó parte de su educación primaria en la Escuela Nº5.

El hombre recordó que se crió junto a sus padres que eran chacareros en el campo bonaerense, donde aprendió "a arar, sembrar y cosechar la tierra".

Bernardo estuvo casado durante 35 años con una mujer -que falleció- y a la que calificó de "extraordinaria". Tuvo tres hijos y seis nietos, que lo felicitaron por la decisión de estudiar en la universidad.

En 1946 llegó a la localidad neuquina de Aluminé, incorporado en las filas de la Gendarmería Nacional como radiotelegrafista, y el 2 de abril de 1950 fue trasladado a la ciudad de Neuquén.

El hombre contó que en Neuquén comenzó a sentir curiosidad por conocer el oficio de gasista, por lo que se capacitó y se inició en esa actividad realizando instalaciones, incluso las de su propia casa.

"Trabajaba siete horas diarias de radiotelegrafista y ocho horas de instalador, así estuve aproximadamente tres años, me quedaba dormido trabajando, estaba pasado de vueltas", dijo.

Llegó a ser presidente de la Comisión Administradora del Círculo de Suboficiales de Gendarmería, e ideó y construyó un hotel para sus compañeros, ubicado en la calle Independencia al 400 de la capital neuquina.

Fue socio fundador de la Asociación de Instaladores de Gas de Neuquén y en 2007 viajó a La Plata para retirar su título de educación primaria, y comenzar la secundaria en un instituto privado, porque su objetivo era estudiar y seguir aprendiendo.

"La primera materia que rendí libre fue Geografía, y la aprobé con un 10", contó orgulloso, y agregó que se recibió "en dos años y dos meses, con un promedio de 8,80".

Bernardo contó que tiene una larga amistad con el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén, José Gerez quien "me orientó y me incentivó para que estudiara Abogacía, por mi retención y mi memoria".

Días atrás, se reunió con la rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Teresa Vega, y confesó encontrarse "sorprendido" y sentir que "esto es una revolución", ya que también recibió una carta del gobernador Jorge Sapag, felicitándolo.

Próximamente se radicará en General Roca, en la provincia de Río Negro, a 48 kilómetros de la ciudad de Neuquén, donde se cursa la carrera de Abogacía, y anticipó que buscará "un departamento, como cualquier estudiante".

"Tengo ansiedad, quiero empezar ya", manifestó al referirse a la proximidad del inicio de clases y se mostró confiado en poder recibirse "antes de los tres años".

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15 FEB 2014 - 16:33

Se trata de Alejandro Bernardo, quien decidió cursar estudios universitarios al considerar que esa era "una asignatura pendiente" en su vida.

Bernardo, que se considera un "apasionado lector", nació el 6 de enero de 1923 en la localidad bonaerense de Ingeniero Thompson, y cursó parte de su educación primaria en la Escuela Nº5.

El hombre recordó que se crió junto a sus padres que eran chacareros en el campo bonaerense, donde aprendió "a arar, sembrar y cosechar la tierra".

Bernardo estuvo casado durante 35 años con una mujer -que falleció- y a la que calificó de "extraordinaria". Tuvo tres hijos y seis nietos, que lo felicitaron por la decisión de estudiar en la universidad.

En 1946 llegó a la localidad neuquina de Aluminé, incorporado en las filas de la Gendarmería Nacional como radiotelegrafista, y el 2 de abril de 1950 fue trasladado a la ciudad de Neuquén.

El hombre contó que en Neuquén comenzó a sentir curiosidad por conocer el oficio de gasista, por lo que se capacitó y se inició en esa actividad realizando instalaciones, incluso las de su propia casa.

"Trabajaba siete horas diarias de radiotelegrafista y ocho horas de instalador, así estuve aproximadamente tres años, me quedaba dormido trabajando, estaba pasado de vueltas", dijo.

Llegó a ser presidente de la Comisión Administradora del Círculo de Suboficiales de Gendarmería, e ideó y construyó un hotel para sus compañeros, ubicado en la calle Independencia al 400 de la capital neuquina.

Fue socio fundador de la Asociación de Instaladores de Gas de Neuquén y en 2007 viajó a La Plata para retirar su título de educación primaria, y comenzar la secundaria en un instituto privado, porque su objetivo era estudiar y seguir aprendiendo.

"La primera materia que rendí libre fue Geografía, y la aprobé con un 10", contó orgulloso, y agregó que se recibió "en dos años y dos meses, con un promedio de 8,80".

Bernardo contó que tiene una larga amistad con el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén, José Gerez quien "me orientó y me incentivó para que estudiara Abogacía, por mi retención y mi memoria".

Días atrás, se reunió con la rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Teresa Vega, y confesó encontrarse "sorprendido" y sentir que "esto es una revolución", ya que también recibió una carta del gobernador Jorge Sapag, felicitándolo.

Próximamente se radicará en General Roca, en la provincia de Río Negro, a 48 kilómetros de la ciudad de Neuquén, donde se cursa la carrera de Abogacía, y anticipó que buscará "un departamento, como cualquier estudiante".

"Tengo ansiedad, quiero empezar ya", manifestó al referirse a la proximidad del inicio de clases y se mostró confiado en poder recibirse "antes de los tres años".


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