La crisis de Alpesca y una paz social de la que muchos hablan y pocos defienden

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01 MAR 2014 - 23:24 | Actualizado

Cuando todo parecía indicar que la tormenta que viene azotando a la empresa Alpesca comenzaba a despejarse, otra vez los nubarrones cubrieron todo. Es lo que pasa cuando la mentada y poco practicada “paz social” queda en manos de dirigentes que tienen intereses distintos y muchas veces mezquinos. Entonces, el camino hacia la solución ya no sólo es sinuoso sino también está lleno de lodo, piedras y encima es cuesta arriba.

La desconfianza que hay entre todas las partes ayuda poco y nada. En el Gobierno provincial apuntaron rápidamente contra el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA), Luis Núñez, y lo responsabilizaron por haber echado leña al fuego en medio de días que son clave para intentar recuperar la operatividad de la firma y mantener los 1.300 empleos.

Después de tantas idas y vueltas, no entienden por qué Núñez volvió a tensar la cuerda apenas cuatro días después de que el gobernador Martín Buzzi y el intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, anunciaran el proyecto de expropiación de los bienes de producción de Alpesca, la conformación de un comité administrador para ordenar el caos en el que dejó a la firma el polémico Omar “Cura” Segundo”, y la intervención de la Unidad de Inteligencia Fiscal (UIF) para saber qué pasó en la empresa en los últimos tres años.

Cuentas claras

La nueva crisis se desató por el pago de la segunda cuota del subsidio de 4.000 pesos que se comprometió a abonar el Gobierno nacional a finales de enero, luego de otra grave controversia con los gremios que incluyó un largo corte de la Ruta 3.

Tras haber pagado una primera cuota de 2.000 pesos, el Gobierno depositó el viernes pasado otros 500 pesos, que se sumaron a otros 1.500 pesos que los trabajadores de Alpesca ya habían cobrado en concepto de subsidio en el marco del Programa de Recuperación Productiva, que en la jerga se conoce por su sigla: RePro.

Este es el eje del nuevo conflicto: los gremios –tanto el STIA (personal de planta) como el SOMU (marineros) aseguran que el acuerdo firmado en enero no incluía a los RePro de Nación, por lo que el viernes, cuando muchos trabajadores fueron al banco y se encontraron con los 500 pesos, pusieron el grito en el cielo.

El Gobierno, en cambio, asegura que el compromiso rubricado en enero estipula claramente un subsidio total de 4.000 pesos y que fue ése el monto que los trabajadores han percibido en el último mes.

Los RePro surgieron en 2002 con el afán de otorgar un beneficio por un lapso de hasta doce meses y por una suma fija mensual no remunerativa –hoy de 1.500 pesos-, a favor de los trabajadores de las empresas que se adhieren al programa,

Para acceder a este beneficio, las empresas -como Alpesca en su momento- deben acreditar la situación de crisis por la que atraviesan, estipulando las acciones que piensan desarrollar para su recuperación y comprometerse a no despedir personal.

El argumento de los gremios -sobre todo el STIA- para justificar el enojo de los trabajadores, que por otra parte terminó en un desalojo por la fuerza del banco que se podría haber evitado de ambos lados, es que estos 1.500 pesos serán descontados una vez que la empresa se ponga en marcha.

En el Gobierno lo desmienten de manera terminante. Y más: le aseguraron al abogado del STIA que en el supuesto caso de que eso ocurra una vez que la empresa se expropie y pase a manos de los nuevos dueños, la Provincia está dispuesta a cubrir ese monto.

En verdad, en el Gobierno están seguros que los 1.500 de los RePro no serán descontados, y se basan en lo ocurrido con un aporte anterior de similares características realizado en enero pasado.

Núñez, en la mira

Lo llamativo es que aún después de esta promesa, el líder del STIA no haya intentado calmar los ánimos de los castigados trabajadores de Alpesca, que con toda razón desconfían de todo y de todos.

En el Gobierno creen que Núñez tiene intereses creados que la expropiación de Alpesca pondría en riesgo. No sólo lo acusan de haber hecho ingresar a la lista de trabajadores que cobran el subsidio estatal a personas que nunca fueron empleados de Alpesca, sino que están seguros que sobredimensionó el tema de los RePro para poner piedras en el camino a la aprobación del proyecto expropiatorio, que ya contaba con los votos necesarios en la Legislatura.

También le asignan algún temor al desembarco en la “nueva” Alpesca de Omar “Caballo” Suárez, el poderoso líder del SOMU, con quien tiene viejos resquemores nunca saldados.

Sastre, contra la marea

En medio de los intereses cruzados, el intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, quedó otra vez en medio de las piedras, intentando que los dirigentes gremiales paren el desmadre contra los edificios públicos y que la represión policial no se saliera de curso. No pudo ni con unos ni con otros, pero no dejó de poner la cara en la calle, mientras el gobernador se veía obligado a suspender su agenda en Madryn, algunos funcionarios públicos demoraban su llegada a la ciudad y varios dirigentes de la oposición se expresaban consternados por la represión policial, pero a través de las redes sociales y las gacetillas, no en el lugar de los hechos.

Sastre, que no tiene que explicarle a nadie dónde está parado políticamente, termina siendo víctima de las chicanas de propios y extraños. Antes de los graves incidentes del viernes, había salido públicamente a pedirle a los diputados provinciales que “prime la cordura y la razón, sin confrontar”. Algunos, evidentemente, no lo escucharon.

Ayer, hay que decirlo, muchos destacaron la actitud de la ministra de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos, Gabriela Dufour, que llegó hasta Madryn para explicar la posición del Gobierno en medio de un clima caldeado.

Un discurso, una visita

Tras haber participado ayer del discurso que la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, dio ante la Asamblea Legislativa en el Congreso de la Nación, el gobernador Martín Buzzi se apresta a dar el miércoles su propio mensaje ante los legisladores.

Más allá del obvio repaso que hará sobre lo actuado en cada una de las áreas durante el año último, se espera que también haya algunas bajadas de línea política y una convocatoria a todos los sectores a defender en los hechos la necesidad de un diálogo que por ahora sólo queda en las palabras.

El gobernador cree que, más allá de los aciertos y los errores de su Gobierno, hay una clara intención de algún sector de la oposición por esmerilar su gestión a cualquier precio, en todos los frentes y sin dar respiro.

La llegada de Daniel Scioli para cumplir agenda oficial y política en Trelew y Comodoro Rivadavia junto al gobernador, tampoco pasará inadvertida el próximo fin de semana. El 2015 está a la vuelta de la esquina y los melones comienzan a acomodarse.

Buzzi ya eligió de qué lado jugará su futuro y Scioli, el mayor aspirante a quedarse con el apoyo del kirchnerismo y de otros sectores del peronismo, eligió al gobernador para comenzar a hacer pie en Chubut. No descarta a otros dirigentes del kirchnerismo local, pero por ahora no piensa en meterse en la interna.

Sabe que para dar batalla por la Nación debe blindarse dentro del Partido Justicialista, cerrar bien en las provincias en donde el PJ tiene muchos frentes abiertos y dejar muy en claro al electorado que él será el único candidato del peronismo. Esa parece ser la clave.

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01 MAR 2014 - 23:24

Cuando todo parecía indicar que la tormenta que viene azotando a la empresa Alpesca comenzaba a despejarse, otra vez los nubarrones cubrieron todo. Es lo que pasa cuando la mentada y poco practicada “paz social” queda en manos de dirigentes que tienen intereses distintos y muchas veces mezquinos. Entonces, el camino hacia la solución ya no sólo es sinuoso sino también está lleno de lodo, piedras y encima es cuesta arriba.

La desconfianza que hay entre todas las partes ayuda poco y nada. En el Gobierno provincial apuntaron rápidamente contra el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA), Luis Núñez, y lo responsabilizaron por haber echado leña al fuego en medio de días que son clave para intentar recuperar la operatividad de la firma y mantener los 1.300 empleos.

Después de tantas idas y vueltas, no entienden por qué Núñez volvió a tensar la cuerda apenas cuatro días después de que el gobernador Martín Buzzi y el intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, anunciaran el proyecto de expropiación de los bienes de producción de Alpesca, la conformación de un comité administrador para ordenar el caos en el que dejó a la firma el polémico Omar “Cura” Segundo”, y la intervención de la Unidad de Inteligencia Fiscal (UIF) para saber qué pasó en la empresa en los últimos tres años.

Cuentas claras

La nueva crisis se desató por el pago de la segunda cuota del subsidio de 4.000 pesos que se comprometió a abonar el Gobierno nacional a finales de enero, luego de otra grave controversia con los gremios que incluyó un largo corte de la Ruta 3.

Tras haber pagado una primera cuota de 2.000 pesos, el Gobierno depositó el viernes pasado otros 500 pesos, que se sumaron a otros 1.500 pesos que los trabajadores de Alpesca ya habían cobrado en concepto de subsidio en el marco del Programa de Recuperación Productiva, que en la jerga se conoce por su sigla: RePro.

Este es el eje del nuevo conflicto: los gremios –tanto el STIA (personal de planta) como el SOMU (marineros) aseguran que el acuerdo firmado en enero no incluía a los RePro de Nación, por lo que el viernes, cuando muchos trabajadores fueron al banco y se encontraron con los 500 pesos, pusieron el grito en el cielo.

El Gobierno, en cambio, asegura que el compromiso rubricado en enero estipula claramente un subsidio total de 4.000 pesos y que fue ése el monto que los trabajadores han percibido en el último mes.

Los RePro surgieron en 2002 con el afán de otorgar un beneficio por un lapso de hasta doce meses y por una suma fija mensual no remunerativa –hoy de 1.500 pesos-, a favor de los trabajadores de las empresas que se adhieren al programa,

Para acceder a este beneficio, las empresas -como Alpesca en su momento- deben acreditar la situación de crisis por la que atraviesan, estipulando las acciones que piensan desarrollar para su recuperación y comprometerse a no despedir personal.

El argumento de los gremios -sobre todo el STIA- para justificar el enojo de los trabajadores, que por otra parte terminó en un desalojo por la fuerza del banco que se podría haber evitado de ambos lados, es que estos 1.500 pesos serán descontados una vez que la empresa se ponga en marcha.

En el Gobierno lo desmienten de manera terminante. Y más: le aseguraron al abogado del STIA que en el supuesto caso de que eso ocurra una vez que la empresa se expropie y pase a manos de los nuevos dueños, la Provincia está dispuesta a cubrir ese monto.

En verdad, en el Gobierno están seguros que los 1.500 de los RePro no serán descontados, y se basan en lo ocurrido con un aporte anterior de similares características realizado en enero pasado.

Núñez, en la mira

Lo llamativo es que aún después de esta promesa, el líder del STIA no haya intentado calmar los ánimos de los castigados trabajadores de Alpesca, que con toda razón desconfían de todo y de todos.

En el Gobierno creen que Núñez tiene intereses creados que la expropiación de Alpesca pondría en riesgo. No sólo lo acusan de haber hecho ingresar a la lista de trabajadores que cobran el subsidio estatal a personas que nunca fueron empleados de Alpesca, sino que están seguros que sobredimensionó el tema de los RePro para poner piedras en el camino a la aprobación del proyecto expropiatorio, que ya contaba con los votos necesarios en la Legislatura.

También le asignan algún temor al desembarco en la “nueva” Alpesca de Omar “Caballo” Suárez, el poderoso líder del SOMU, con quien tiene viejos resquemores nunca saldados.

Sastre, contra la marea

En medio de los intereses cruzados, el intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, quedó otra vez en medio de las piedras, intentando que los dirigentes gremiales paren el desmadre contra los edificios públicos y que la represión policial no se saliera de curso. No pudo ni con unos ni con otros, pero no dejó de poner la cara en la calle, mientras el gobernador se veía obligado a suspender su agenda en Madryn, algunos funcionarios públicos demoraban su llegada a la ciudad y varios dirigentes de la oposición se expresaban consternados por la represión policial, pero a través de las redes sociales y las gacetillas, no en el lugar de los hechos.

Sastre, que no tiene que explicarle a nadie dónde está parado políticamente, termina siendo víctima de las chicanas de propios y extraños. Antes de los graves incidentes del viernes, había salido públicamente a pedirle a los diputados provinciales que “prime la cordura y la razón, sin confrontar”. Algunos, evidentemente, no lo escucharon.

Ayer, hay que decirlo, muchos destacaron la actitud de la ministra de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos, Gabriela Dufour, que llegó hasta Madryn para explicar la posición del Gobierno en medio de un clima caldeado.

Un discurso, una visita

Tras haber participado ayer del discurso que la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, dio ante la Asamblea Legislativa en el Congreso de la Nación, el gobernador Martín Buzzi se apresta a dar el miércoles su propio mensaje ante los legisladores.

Más allá del obvio repaso que hará sobre lo actuado en cada una de las áreas durante el año último, se espera que también haya algunas bajadas de línea política y una convocatoria a todos los sectores a defender en los hechos la necesidad de un diálogo que por ahora sólo queda en las palabras.

El gobernador cree que, más allá de los aciertos y los errores de su Gobierno, hay una clara intención de algún sector de la oposición por esmerilar su gestión a cualquier precio, en todos los frentes y sin dar respiro.

La llegada de Daniel Scioli para cumplir agenda oficial y política en Trelew y Comodoro Rivadavia junto al gobernador, tampoco pasará inadvertida el próximo fin de semana. El 2015 está a la vuelta de la esquina y los melones comienzan a acomodarse.

Buzzi ya eligió de qué lado jugará su futuro y Scioli, el mayor aspirante a quedarse con el apoyo del kirchnerismo y de otros sectores del peronismo, eligió al gobernador para comenzar a hacer pie en Chubut. No descarta a otros dirigentes del kirchnerismo local, pero por ahora no piensa en meterse en la interna.

Sabe que para dar batalla por la Nación debe blindarse dentro del Partido Justicialista, cerrar bien en las provincias en donde el PJ tiene muchos frentes abiertos y dejar muy en claro al electorado que él será el único candidato del peronismo. Esa parece ser la clave.


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