Marineros autoconvocados analizan estrategia tras ratificarse el acuerdo entre SOMU y CAPIP
Omar “Caballo” Suárez rechazó el paro en el sector tangonero.
La algarabía del lunes por la tarde, plasmada en el acta firmada por los representantes de los marineros autoconvocados y los emisarios nacionales de Omar “Caballo” Suárez, se transformó en una angustia y enorme preocupación por parte del personal de marinería. Es que las gestiones para renegociar lo acordado a nivel nacional por el gremio habrían fracasado y no se contaría con la posibilidad de reabrir la discusión.
Las razones del drástico cambio de sensaciones se fundan en la decisión del secretario general del Sindicato de Obreros Marineros Unidos (SOMU), Omar Suárez, de convalidar el acuerdo celebrado la pasada semana con la dirigencia de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), echando por tierra los reclamos de las bases de avanzar en una denuncia del mismo junto a una medida de fuerza que permita reanudar la mesa de negociación de los puntos que son rechazados por la flota tangonera.
La decisión de los autoconvocados surgida el lunes, ratificada por los representantes nacionales del gremio que participaron de la asamblea, fue iniciar un paro en la flota tangonera y la reanudación de la negociación del convenio colectivo de trabajo.
Esta satisfacción rápidamente se transformó en una profunda desazón cuando el secretario general del SOMU ratificó al acuerdo firmado la semana pasada con la CAPIP.
El dirigente nacional afirmó que no está previsto ni contemplado dar marcha atrás a su homologación, trámite administración que se está solicitando ante el ministerio de Trabajo que lo ratificaría en las próximas horas.
Analizan los pasos a seguir
El desconocimiento que el secretario nacional brindó a la medida de fuerza en el sector tangonero puso en jaque al plan de lucha porque se trata de una medida fuera de la ley. Esto implica que los marineros que se plieguen a la huelga, no acepten embarcar y salir a navegar, o quienes estando a bordo en zona de pesca se nieguen a trabajar, podrían ser ‘bajados de oficio’ por parte de las empresas, ya que el paro carece de respaldo jurídico, y los huelguistas quedarían expuestos a ser sancionados.
Estas situaciones son analizadas por parte de los marineros autoconvocados para determinar los pasos a seguir aunque los buques volverán a zarpar para dar cumplimiento a lo firmado en los últimos días.
La algarabía del lunes por la tarde, plasmada en el acta firmada por los representantes de los marineros autoconvocados y los emisarios nacionales de Omar “Caballo” Suárez, se transformó en una angustia y enorme preocupación por parte del personal de marinería. Es que las gestiones para renegociar lo acordado a nivel nacional por el gremio habrían fracasado y no se contaría con la posibilidad de reabrir la discusión.
Las razones del drástico cambio de sensaciones se fundan en la decisión del secretario general del Sindicato de Obreros Marineros Unidos (SOMU), Omar Suárez, de convalidar el acuerdo celebrado la pasada semana con la dirigencia de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), echando por tierra los reclamos de las bases de avanzar en una denuncia del mismo junto a una medida de fuerza que permita reanudar la mesa de negociación de los puntos que son rechazados por la flota tangonera.
La decisión de los autoconvocados surgida el lunes, ratificada por los representantes nacionales del gremio que participaron de la asamblea, fue iniciar un paro en la flota tangonera y la reanudación de la negociación del convenio colectivo de trabajo.
Esta satisfacción rápidamente se transformó en una profunda desazón cuando el secretario general del SOMU ratificó al acuerdo firmado la semana pasada con la CAPIP.
El dirigente nacional afirmó que no está previsto ni contemplado dar marcha atrás a su homologación, trámite administración que se está solicitando ante el ministerio de Trabajo que lo ratificaría en las próximas horas.
Analizan los pasos a seguir
El desconocimiento que el secretario nacional brindó a la medida de fuerza en el sector tangonero puso en jaque al plan de lucha porque se trata de una medida fuera de la ley. Esto implica que los marineros que se plieguen a la huelga, no acepten embarcar y salir a navegar, o quienes estando a bordo en zona de pesca se nieguen a trabajar, podrían ser ‘bajados de oficio’ por parte de las empresas, ya que el paro carece de respaldo jurídico, y los huelguistas quedarían expuestos a ser sancionados.
Estas situaciones son analizadas por parte de los marineros autoconvocados para determinar los pasos a seguir aunque los buques volverán a zarpar para dar cumplimiento a lo firmado en los últimos días.