Unos 400 hinchas se juntaron anoche en la sede del fútbol argentino para pedir, entre otras cosas, que desde Argentina no le envían a la justicia brasileña los datos de los que tienen derecho de admisión en los estadios argentinos.
Esos barras, principalmente de clubes del ascenso, llegaron a las 20.30 al vallado que montó la Policía en la esquina de Uruguay y Viamonte. Desde allí, comenzaron a insultar a Grondona, tiraron bombas de estruendo y entonaron el himno nacional. Pero sus líderes pudieron ir más lejos: unos 11 integrantes de Hinchadas Unidas Argentinas ingresaron al hall de entrada del edificio con un petitorio y fueron recibidos por el intendente de AFA, Cayetano Ruggeri, quien les dio la mano y recibió el papel que los violentos, algunos con la cara tapada, querían entregar. En ese petitorio, los barras exigían el regreso de los hinchas visitantes a los estadios y manifestaban que Hinchadas Unidas Argentinas viajaba al Mundial con fines pacíficos. Pero la cuestión de fondo era otra. Según fuentes de la Policía Federal, los líderes de HUA pidieron 650 entradas y que no blanquearan los datos de sus integrantes que tienen derecho de admisión a los estadios, para que la justicia brasileña no actúe contra ellos durante el Mundial.
Mientras hinchas de Gimnasia, Chacarita, Independiente, Tempreley y otros más se manifestaban en la esquina del edificio de Viamonte, el presidente de AFA ya estaba en su despacho. Un rato antes, Grondona había estado en Casa de Gobierno pidiendo más recursos económicos para la implementación del nuevo torneo.
Unos 400 hinchas se juntaron anoche en la sede del fútbol argentino para pedir, entre otras cosas, que desde Argentina no le envían a la justicia brasileña los datos de los que tienen derecho de admisión en los estadios argentinos.
Esos barras, principalmente de clubes del ascenso, llegaron a las 20.30 al vallado que montó la Policía en la esquina de Uruguay y Viamonte. Desde allí, comenzaron a insultar a Grondona, tiraron bombas de estruendo y entonaron el himno nacional. Pero sus líderes pudieron ir más lejos: unos 11 integrantes de Hinchadas Unidas Argentinas ingresaron al hall de entrada del edificio con un petitorio y fueron recibidos por el intendente de AFA, Cayetano Ruggeri, quien les dio la mano y recibió el papel que los violentos, algunos con la cara tapada, querían entregar. En ese petitorio, los barras exigían el regreso de los hinchas visitantes a los estadios y manifestaban que Hinchadas Unidas Argentinas viajaba al Mundial con fines pacíficos. Pero la cuestión de fondo era otra. Según fuentes de la Policía Federal, los líderes de HUA pidieron 650 entradas y que no blanquearan los datos de sus integrantes que tienen derecho de admisión a los estadios, para que la justicia brasileña no actúe contra ellos durante el Mundial.
Mientras hinchas de Gimnasia, Chacarita, Independiente, Tempreley y otros más se manifestaban en la esquina del edificio de Viamonte, el presidente de AFA ya estaba en su despacho. Un rato antes, Grondona había estado en Casa de Gobierno pidiendo más recursos económicos para la implementación del nuevo torneo.