El 15 de agosto de 1971, acuciado por la Guerra de Vietnam y la política monetaria francesa, el entonces presidente estadounidense Richard Nixon quitó la convertibilidad en oro a la moneda de su país y con ello puso fin a los acuerdos de Bretton Woods de 1944 lo cual, a lo largo de 46 años provocó una devaluación real de la misma de unas 36,5 veces, algo que produce nostalgia al actual presidente Donald Trump mientras los gobiernos de China y Rusia se dedican a acumular toneladas de ese metal precioso.