Los aniversarios, en cualquier grado, siempre traen las buenas y las malas de la historia a la memoria del presente. El “Pueblo de Luis”, tal como se conoció desde su nacimiento a esta población de habitantes galeses que se dedicada especialmente a la agricultura, tuvo un largo derrotero de empresas exitosas y sinsabores en los 136 años desde que se registra la actividad de los pobladores de esta zona. Para recordar y tener en cuenta como hechos fundamentales de la existencia de esa historia están: la utilización sistemática de los canales de riego, ser cabeza del ferrocarril y luego convirtirse en la sede de la Compañía Mercantil del Chubut. El “Punta rieles” de Trelew unió a Gaiman, Playa Unión y Las Plumas.
La era del desarrollo industrial, a través de medidas impositivas favorables a las grandes empresas le dio a Trelew una primavera económica que la llevó a ser “la ciudad más progresista del sur argentino”.
Todo tiene un final, nada puede escapar. Y así fue que de aquella próspera ciudad sureña, hoy queda la esperanza de volver a ser. Un poco de ilusión está apoyada en la resistencia a aceptar aquello de que “todo pasado fue mejor” y otro poco en que de todo laberinto se sale por arriba.
Aceptar el pasado y soñar con un futuro que incorpore la mayor cantidad de intereses tanto personales, de cada individuo que integra esta sociedad, como de los cuerpos institucionales y sociales que le dan forma a la comunidad trelewense. Se sabe que no hay felicidad completa. Y en cada proyecto comunitario, ya sea desde lo político y lo social, siempre hay disconformes, enojados, insatisfechos, protestones, etcétera.
La historia dice que a 136 años de su fundación, Trelew tiene alrededor de 110 mil habitantes (El censo de 2017 arrojó la cantidad de 106.662 habitantes) y a lo largo de su historia conoció el desarrollo y la prosperidad.
Por eso en este aniversario queda reconocer que hay que mejorar y aprender del pasado para aspirar a un Trelew que supere la permanente esperanza en el futuro. #
Los aniversarios, en cualquier grado, siempre traen las buenas y las malas de la historia a la memoria del presente. El “Pueblo de Luis”, tal como se conoció desde su nacimiento a esta población de habitantes galeses que se dedicada especialmente a la agricultura, tuvo un largo derrotero de empresas exitosas y sinsabores en los 136 años desde que se registra la actividad de los pobladores de esta zona. Para recordar y tener en cuenta como hechos fundamentales de la existencia de esa historia están: la utilización sistemática de los canales de riego, ser cabeza del ferrocarril y luego convirtirse en la sede de la Compañía Mercantil del Chubut. El “Punta rieles” de Trelew unió a Gaiman, Playa Unión y Las Plumas.
La era del desarrollo industrial, a través de medidas impositivas favorables a las grandes empresas le dio a Trelew una primavera económica que la llevó a ser “la ciudad más progresista del sur argentino”.
Todo tiene un final, nada puede escapar. Y así fue que de aquella próspera ciudad sureña, hoy queda la esperanza de volver a ser. Un poco de ilusión está apoyada en la resistencia a aceptar aquello de que “todo pasado fue mejor” y otro poco en que de todo laberinto se sale por arriba.
Aceptar el pasado y soñar con un futuro que incorpore la mayor cantidad de intereses tanto personales, de cada individuo que integra esta sociedad, como de los cuerpos institucionales y sociales que le dan forma a la comunidad trelewense. Se sabe que no hay felicidad completa. Y en cada proyecto comunitario, ya sea desde lo político y lo social, siempre hay disconformes, enojados, insatisfechos, protestones, etcétera.
La historia dice que a 136 años de su fundación, Trelew tiene alrededor de 110 mil habitantes (El censo de 2017 arrojó la cantidad de 106.662 habitantes) y a lo largo de su historia conoció el desarrollo y la prosperidad.
Por eso en este aniversario queda reconocer que hay que mejorar y aprender del pasado para aspirar a un Trelew que supere la permanente esperanza en el futuro. #