Marcha de padres por el estado de las escuelas

Padres de los distintos colegios marcharon para visibilizar la problemática. Además de la explosión de un caño de la caldera del Jardín del barrio Agua Potable, en la Escuela 22 “hay temblores y estruendos” desde agosto.

18 NOV 2022 - 18:21 | Actualizado 18 NOV 2022 - 18:46

Cientos de padres y estudiantes se movilizaron este viernes por las calles de El Maitén pidiendo respuestas al Ministerio de Educación por la situación que atraviesan varios de los establecimientos escolares de la comunidad desde hace meses. Al respecto, advirtieron que “no queremos que pasé una catástrofe como ya ocurrió este año con la escuela 7719 de Buenos Aires Chico. Nosotros estamos previniendo a los funcionarios y queremos que respondan con hechos concretos”.

Con una matrícula de 400 estudiantes, la escuela primaria 22 "actualmente está funcionando en nueve lugares diferentes, con jornadas de tres horas sin recreos y sin merienda, en edificios que no están preparados para dictar clases. Se les han caído las mesas, que en realidad son caballetes atados con hilos. Tampoco los baños están en condiciones, no hay pizarrones, los afiches los compran los docentes. Son ellos y las familias quienes están poniendo el cuerpo, mientras el Estado sigue ausente y no ha puesto nada”, graficó Aymara Bares, al tiempo que recordó que los chicos “han perdido clases durante dos semanas en agosto y otra en noviembre”.

Acerca de las falencias en el edificio de la escuela provincial 22, relató que “hubo un primer episodio, donde tiembla la estructura y hace un estruendo. Tardaron dos semanas en ir a ver lo que estaba pasando y no dieron respuesta alguna, aunque dijeron que de todos modos podía funcionar”.

No obstante, “se retomaron las clases, hasta que durante la primera semana de noviembre se volvieron a escuchar los estruendos y los temblores, que incluso los siente en su cuerpo la gente que está dentro del edificio”.

En consecuencia, los padres “tienen muchas dudas, porque hablamos de una escuela que tiene muchos años, con doble sistema de subsuelo y con los tanques de agua arriba de vigas de cemento. Al parecer, eso sería lo que está afectando la estructura, pero nadie lo confirma. Sin embargo, no han vuelto a inspeccionar, aunque pidieron la inspección de Camuzzi y se dijo que tampoco estaba en condiciones la instalación de gas”, precisó.

“No ha vuelto el ingeniero que había contratado la provincia y no hay garantías para nuestros niños. Si no trabajaban durante el ciclo lectivo, van a venir durante el verano”, se preguntó.

Peligro

A su lado, Arnaldo Muñoz reflejó que “esta movilización está convocada por los padres con la premisa de visibilizar el problema real que tiene la educación en El Maitén. Estamos abandonados por la provincia, hay muchas escuelas deterioradas y nuestros hijos corren peligro porque están debajo de esos techos y con pérdidas de gas”.

Sobre la explosión ocurrida el jueves en una caldera en el anexo del Jardín 420, remarcó que “la gente quedó asustada, principalmente los chicos y el personal que estuvo en ese momento en el edificio”.

Sumó “la realidad de la escuela especial 530, con las cloacas tapadas y no hay presupuesto para repararlas. En tanto, en la escuela secundaria 726 solo funciona la mitad de la calefacción, además de problemas de gas”.

Acerca de la escuela 22, “aparte de todo el problema estructural, Camuzzi retiró el medidor de gas en razón de que hay instalaciones que no figuran en el plano original. Hoy son 18 grupos distribuidos en diferentes lugares. Hay tres grupos de 60 niños que están con un solo baño”, subrayó.

Mal funcionamiento

Por su parte, Silvia Amed (docente del Jardín 420), precisó que la institución “consta de tres edificios: la sede del centro, otro en Buenos Aires Chico y otro en el barrio Agua Potable, donde ayer se produjo la explosión del caño de la caldera”.

Con una matrícula de 120 niños, y según los registros, el colegio “todos los meses tuvo una suspensión de actividades por el mal funcionamiento de las calderas. Los directivos enviaron notas a la Supervisión, pero nunca obtuvimos respuesta”.

Mientras dure la interrupción de clases, la alternativa para los padres de los niños de 4 y 5 años “sería una reubicación en otros edificios, pero ocurre lo mismo con los estudiantes de la escuela 22. La educación en El Maitén está colapsada, con los chicos repartidos entre las iglesias, los distintos paradores, el Centro Integral Comunitario y hasta en el mismo Instituto de Formación Docente”, detalló.

En respuesta al concurso del municipio en la coyuntura, Silvia Amed indicó que “nos dijeron que no tiene nada que ver con esta problemática, porque no hay un convenio vigente con el Ministerio de Educación. Ayer estuvo el delegado regional y se llevaron la caldera del Jardín. Encima, nos recriminaron que hicimos un escándalo desmesurado porque no fue tan grave”, concluyó.

Enterate de las noticias de POLITICA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
18 NOV 2022 - 18:21

Cientos de padres y estudiantes se movilizaron este viernes por las calles de El Maitén pidiendo respuestas al Ministerio de Educación por la situación que atraviesan varios de los establecimientos escolares de la comunidad desde hace meses. Al respecto, advirtieron que “no queremos que pasé una catástrofe como ya ocurrió este año con la escuela 7719 de Buenos Aires Chico. Nosotros estamos previniendo a los funcionarios y queremos que respondan con hechos concretos”.

Con una matrícula de 400 estudiantes, la escuela primaria 22 "actualmente está funcionando en nueve lugares diferentes, con jornadas de tres horas sin recreos y sin merienda, en edificios que no están preparados para dictar clases. Se les han caído las mesas, que en realidad son caballetes atados con hilos. Tampoco los baños están en condiciones, no hay pizarrones, los afiches los compran los docentes. Son ellos y las familias quienes están poniendo el cuerpo, mientras el Estado sigue ausente y no ha puesto nada”, graficó Aymara Bares, al tiempo que recordó que los chicos “han perdido clases durante dos semanas en agosto y otra en noviembre”.

Acerca de las falencias en el edificio de la escuela provincial 22, relató que “hubo un primer episodio, donde tiembla la estructura y hace un estruendo. Tardaron dos semanas en ir a ver lo que estaba pasando y no dieron respuesta alguna, aunque dijeron que de todos modos podía funcionar”.

No obstante, “se retomaron las clases, hasta que durante la primera semana de noviembre se volvieron a escuchar los estruendos y los temblores, que incluso los siente en su cuerpo la gente que está dentro del edificio”.

En consecuencia, los padres “tienen muchas dudas, porque hablamos de una escuela que tiene muchos años, con doble sistema de subsuelo y con los tanques de agua arriba de vigas de cemento. Al parecer, eso sería lo que está afectando la estructura, pero nadie lo confirma. Sin embargo, no han vuelto a inspeccionar, aunque pidieron la inspección de Camuzzi y se dijo que tampoco estaba en condiciones la instalación de gas”, precisó.

“No ha vuelto el ingeniero que había contratado la provincia y no hay garantías para nuestros niños. Si no trabajaban durante el ciclo lectivo, van a venir durante el verano”, se preguntó.

Peligro

A su lado, Arnaldo Muñoz reflejó que “esta movilización está convocada por los padres con la premisa de visibilizar el problema real que tiene la educación en El Maitén. Estamos abandonados por la provincia, hay muchas escuelas deterioradas y nuestros hijos corren peligro porque están debajo de esos techos y con pérdidas de gas”.

Sobre la explosión ocurrida el jueves en una caldera en el anexo del Jardín 420, remarcó que “la gente quedó asustada, principalmente los chicos y el personal que estuvo en ese momento en el edificio”.

Sumó “la realidad de la escuela especial 530, con las cloacas tapadas y no hay presupuesto para repararlas. En tanto, en la escuela secundaria 726 solo funciona la mitad de la calefacción, además de problemas de gas”.

Acerca de la escuela 22, “aparte de todo el problema estructural, Camuzzi retiró el medidor de gas en razón de que hay instalaciones que no figuran en el plano original. Hoy son 18 grupos distribuidos en diferentes lugares. Hay tres grupos de 60 niños que están con un solo baño”, subrayó.

Mal funcionamiento

Por su parte, Silvia Amed (docente del Jardín 420), precisó que la institución “consta de tres edificios: la sede del centro, otro en Buenos Aires Chico y otro en el barrio Agua Potable, donde ayer se produjo la explosión del caño de la caldera”.

Con una matrícula de 120 niños, y según los registros, el colegio “todos los meses tuvo una suspensión de actividades por el mal funcionamiento de las calderas. Los directivos enviaron notas a la Supervisión, pero nunca obtuvimos respuesta”.

Mientras dure la interrupción de clases, la alternativa para los padres de los niños de 4 y 5 años “sería una reubicación en otros edificios, pero ocurre lo mismo con los estudiantes de la escuela 22. La educación en El Maitén está colapsada, con los chicos repartidos entre las iglesias, los distintos paradores, el Centro Integral Comunitario y hasta en el mismo Instituto de Formación Docente”, detalló.

En respuesta al concurso del municipio en la coyuntura, Silvia Amed indicó que “nos dijeron que no tiene nada que ver con esta problemática, porque no hay un convenio vigente con el Ministerio de Educación. Ayer estuvo el delegado regional y se llevaron la caldera del Jardín. Encima, nos recriminaron que hicimos un escándalo desmesurado porque no fue tan grave”, concluyó.


NOTICIAS RELACIONADAS